Carreteras cuenta en este 2023 con un presupuesto de 13,2 millones de euros para acometer varias actuaciones de mejora de la seguridad viaria
La Diputación de Castellón ya está realizando los trabajos previos a la pavimentación de las carreteras que resultaron gravemente dañadas por la borrasca Filomena, con el objetivo de iniciar las obras antes del verano y finalizarlas en el mes de julio. Son actuaciones para la reparación del firme y mejora de los niveles de seguridad vial, que comportan una inversión conjunta y al 50% de la propia Diputación Provincial y el Gobierno de España de 5.262.000 euros, a realizar en la CV-200 (de Segorbe a Aín por Castellnovo y Almedíjar), la CV-154 (de la Torre d'en Domènec a Albocàsser por la Serratella), la CV-110 (de la CV-105 a Herbers) y la CV-105 (de la Sènia a Torremiró por Castell de Cabres). Se trata de una cofinanciación con el Gobierno de España que llega después de que con la borrasca Gloria se consiguiera por primera vez una subvención estatal de algo más de 300.000 euros del Gobierno de España para carreteras que son de titularidad de la Diputación de Castellón.
Los trabajos previos consisten en el desbroce y limpieza de cunetas y la suavización de curvas que se realizan antes de acometer el reasfaltado de todo el trazado.
Las obras en las carreteras que resultaron afectadas por Filomena representan la partida más elevada del área de Carreteras para 2023, cuyo montante global es de 13,2 millones.
Igualmente se ha procedido a señalar los márgenes que ocuparán las obras de las carreteras CV-100, CV-105, CV-169, CV-203 y CV-213, en las que se actuará ampliando la anchura del firme y suavizando curvas para mejorar la seguridad vial.
En la CV-100 que une San Rafael del Río con Rosell se actuará en una zona próxima a esta última localidad; en la CV-105 que une La Sénia con Torremiró se harán obras en el entorno del pantano de Ulldecona en el acceso a la Pobla de Benifassà; en la CV-169 en el acceso a Benafigos, en la CV-203 en un tramo entre Torralba y Ayódar y en otro de Caudiel hacia Higueras, así como en la CV-213 en el acceso a Gaibiel.
Algunas de estas acciones cuentan ya con permisos ambientales y de propiedad y para las restantes se está realizando la pertinente tramitación de los mismos.
Por otra parte, en breve comenzarán las obras sobre un tramo de 1,6 kilómetros de la CV-138 que une Cálig y Vinaròs, en la parte más cercana a la primera localidad. En estos momentos la anchura es de alrededor de 5,5 metros y se ampliará hasta 7 metros. De esta forma, se incrementarán los niveles de seguridad vial y la conducción resultará más cómoda, ya que en la actualidad el paso de vehículos pesados resulta complicado.
Se trata de unas obras que echarán a andar después de la reciente finalización de la sustitución de los petriles de seguridad del puente de entrada a Càlig de esta misma vía. Unan actuación de mejora de la seguridad vial sobre un tramo de alrededor de 150 metros que ha sido necesario acometer porque con el paso del tiempo los petriles anteriores se habían resentido. Los nuevos se adaptan a la normativa actualmente vigente.