Acaba de desvelarse el misterioso retiro del Presidente. Como en una novela de Agatha Christie el desenlace aclara toda la intriga que comenzó el miércoles pasado y por si nos quedaba alguna duda, ahora resulta evidente que, desde el principio, desde que en la sesión de control el Presidente dijo aquello de "A pesar de todo sigo confiando en la justicia", tensó el gesto, se retiró orgullosamente del hemiciclo y a renglón seguido publicó la vergonzante carta de amor anunciándonos sus cinco jornadas de reflexión, todo era impostado, todo era mentira.
Fue mentira que Sánchez se mantuviera aislado de sus Ministros, al menos de sus más allegados. A ellos debió encargar que prepararan el humillante cónclave del "Pedro vuelve", la llamada a la gente de la cultura entre la que no podía faltar el ínclito Almodóvar y la supuesta movilización de masas que resultó ser una especie de modesta excursión del imserso con autobuses y bocatas gratis desde provincias, una movilización que apenas consiguió reunir a más de 10.000 personas.
Para completar la farsa, Sánchez pidió a Tezanos hiciera una encuesta exprés para conocer el estado de cosas tras la carta de amor. Resultado espectacular y tranquilizador: el PSOE supera en 10 puntos al PP.
Todo resultó en algo menos que una función de pueblo, pero el desenlace fue el engaño mayor. Cuando Sánchez dijo aquello de "He decidido seguir", no se si ustedes tuvieron la impresión de que lo decía con timidez, como que le daba rubor tomar el pelo a los millones de españoles que esperaban un desenlace más dramático, algo así como "Entre los cuatro palacios, el Falcon y mi familia, he escogido a mi familia"
Ni mucho menos. Nos anuncia un punto y aparte en el que hay que regenerar la democracia, embridar al poder judicial y a los medios informativos, machacar a la oposición y completar así una dictadura perfecta en que tuviera en sus manos, no solo al Ejecutivo y a la mayoría Frankenstein del Legislativo sino también al judicial en el que tras haber dominado al Tribunal Constitucional y a la Fiscalía General había que hacerse con el CGPJ.
Y detrás vendría el control de la radio -la COPE, Esradio, Onda Cero-, la prensa de papel -ABC, El Mundo, La Razón-, la digital -El Debate, Voz Populi, Castellón Información- una vez han controlado TV1-TV2, 24horas, TV4, TV6 entre otras.
Por variar, el breve discurso del "Yo sigo" estuvo también trufado de falsedades. Decir que lo que los medios pretenden con los ataques a su mujer es volver a los tiempos de "la pata quebrada y en casa" es tergiversar la realidad. De lo que se trata es de evitar el tráfico de influencias que desde la proximidad del mando se puede producir; y todo indica que Doña Begoña traficó. En desvelar ese embrollo se encuentra el juez Peinado. Y la prensa libre.
Pero la farsa no está saliéndole bien al Presidente. No es solo que una mayoría de los españoles de derechas no se hayan tragado la mentira, es que tampoco se la han creído muchos de izquierdas que veían con rubor toda la teatralización de una escena de dimisión, incluida la visita al Rey a quien no tenía motivos para molestar si no era para anunciarle su despedida.
Esa vuelta al trabajo "con redoblado ímpetu si cabe" llega bastante dañado. Ni siquiera sus socios -PNV, ERC, Junts- han quedado muy satisfechos. Veremos cómo se refleja el seguimiento de Sánchez en la elecciones catalanas y aun más en las Europeas.
De momento, el prestigio de la familia Sánchez Gómez que hasta la semana pasada estaba impoluto en el panorama internacional, ahora está ya fichado.
