Los Magos llegaron por mar y se desplazaron en el Tram entre el Grao y el casco urbano
La magia de los Reyes Magos llena las calles de Castellón y arranca los gritos de alegría de miles de niños en la capital de la Plana. Los magos llegaron por mar, desde Columbretes al Puerto de Castellón. Después se desplazaron en el Tram hasta el centro de la ciudad, vehículo que también utilizaron para ir a buscar las carrozas de la Cabalgata que a estas horas recorría las calles de la ciudad. Esta será la noche más especial del año.
Esperanza Molina/Castellón Información
Miles de niños han esperado en distintos puntos de la ciudad, ilusionados con poder saludar a los Magos de Oriente que hoy, 5 de enero, como ya es tradición, recorren toda la provincia cargados de regalos y buenos deseos.
Tras una larga noche en Columbretes, donde suelen pernoctar en su largo viaje, llegaron a las cuatro de la tarde, por mar, al Puerto de Castellón. Allí el gentío era total, y los gritos de los más pequeños por atraer la mirada de sus Majestades, era ensordecedor.
Tras una pequeña recepción en la Tenencia de Alcaldía del Grao, los Reyes magos también estrenaron el Tram.
Mientras, los pequeños y sus familias que no había podido acercarse al distrito Marítimo, se daban cita en la avenida del Rey, delante del monumento del Rey Don Jaime, a esperar la llegada de los Magos de Oriente en el Tram.
Un grupo de animación, Pelinas, hizo más corta la ya nerviosa espera con juegos y canciones que niños y mayores corearon y siguieron con aplausos.
En apenas 7 minutos, el Tram entró en el casco urbano y llegó a la avenida del Rey.
Fue en el momento en el que la Policía Local dejó libre la pasarela, cuando ya los niños comenzaron a moverse, más nerviosos todavía. Se agarraban a las vallas de seguridad, pedían poder ver llegar a los héroes de este día mágico.
Y el Tram, con los Reyes Magos a bordo, hizo su entrada en la plaza entre gritos, algarabías, llamadas…
“¡Melchor!, ¡Melchor!”- saludaban los niños cuando Su Majestad, el más viejecito fue el primero en aparecer ante los pequeños.
“¡Estoy aquí, Gaspar!”, gritaban también cuando apareció el segundo de los Magos. Y la alegría se disparó por completo, cuando Baltasar, con su piel morena, comenzó a saludar también a diestro y siniestro.
“Dile tu nombre a los Reyes, por si no se acuerdan”, señalaban algunos padres… y los niños, luchaban por poder tocar sus capas, por atraer las miradas de los Reyes Magos. Hubo pequeños que abrían de par en par sus ojos, asombrados ante la presencia de los Reyes, que después de saludar a las autoridades, subían a un escenario, desde el que se dirigieron, uno por uno, a los niños que los escuchaban boquiabiertos.
Tras ese momento especial, los Reyes volvieron al Tram, no sin antes decirles a todo su auditorio, que esperaban verlos en la Cabalgata que atravesaría, apenas una hora después, las calles de Castellón.
Ya dentro del Tram, el espectáculo era todavía más increíble para los Reyes. Pegados a los cristales, saludaban una y otra vez a los niños y mayores que circulaban por la calle, al paso del TRam.
Una señora con varios niños estallaba en gritos y decñia: “¡Mirar, mirar, son los Reyes”. Y sus majestades sonreían y saludaban por todo el trayecto.
A la altura de El Corte Inglés, los Reyes descendieron del Tram, para ir a buscar sus carrozas. Allí había menos público, pero las familias que no se esperaban ver llegar a los Reyes, sonrientes al verlos pasar. Los niños abobados, se debatían entre la timidez y las ganas de acercarse a los Magos.
La Cabalgata de los Reyes Magos, se ha sucedido a partir de las 7 de la tarde. Miles de niños llenaban las calles y la plaza Mayor. Era casi imposible circular por las aceras, llenas de gente, donde todos los niños pedían la oportunidad de ver pasar a sus Reyes.
La Comitiva volvió a sembrar de ilusión la ciudad, y no se llegó a saber cuál de los tres magos era más aplaudido, si Melchor, con toda su autoridad, Gaspar, siempre sonriente, o el ‘negro’ Baltasar que siempre ha despertado un cariño especial entre los niños.
En el momento de cerrar esta crónica, Los Reyes Magos de Oriente llegaban a la Plaza Mayor, donde eran recibidos por el alcalde de la ciudad.
Allí volverán a dirigirse a los niños, a recordarles que deben de ser buenos todo el año; que tienen que comer bien, dormir cuando lo digan los papas, y portarse bien con sus compañeros en el colegio.
¡Ah! Y un dato muy importante: Esta noche hay que dejar agua y comida para los Reyes Magos, pero también para sus camellos. Acostarse temprano, cerrar profundamente los ojos y dormir. Esta noche es mágica y el amanecer de mañana volverá a dejar el mejor recuerdo de los Reyes magos de Oriente esta Navidad.