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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 19:41

La Marjalería amenaza con ponerse en pie de guerra para defender sus viviendas

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Las asociaciones vecinales piden una reunión con todos los grupos políticos de Castellón

La Marjalería de Castellón vuelve a sentirse amenazada y afirma que se movilizará para defender sus viviendas, después de que Gecen pidiera al fiscal de Castellón que actuará contra los 700 expedientes abiertos en la zona. Las cinco asociaciones vecinales han  sido respaldadas por el movimiento vecinal y el Consejo de Distrito, por el que han solicitado una reunión donde compadezcan todos los grupos políticos del consistorio castellonense. “Los políticos dicen que defienden a las familias desahuciadas, a nosotros, nos quieren dejar sin vivienda”. El 70% de la población de la Marjalería reside de forma habitual en la zona. .

 

La Marjalería de Castellón se siente moneda de cambio para las clases políticas. Acumula una población que sobrepasa las 20.000 personas con más de 5.000 viviendas construidas, y desde hace más de 30 años  mantienen una batalla que se renueva cada pocos años, cada vez que los  amenazan con el  derribo de sus viviendas.

Son la ‘patata caliente’ que el Consistorio ha tratado de resolver sin éxito desde que con el primer Ayuntamiento Democrático planteara el objetivo prioritario de acabar con un núcleo de población que nace de la transformación de las antiguas alquerías de labranza en viviendas de uso residencial.

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Paraje de la Marjalería

Pagan sus impuestos, pero no tienen derecho a la mayor parte de los servicios de los que disfrutan el resto de los habitantes de la ciudad. Aunque el Plan Especial de la Marjalería, incluido en la Revisión del Plan General en el 2000, trazó las líneas de actuación para regular las condiciones de la zona, al cabo de doce años se enfrentan a una nueva amenaza, la denuncia presentada por Gecen, para que el fiscal actúe de oficio contra ellos. .

Somos moneda de cambio en el juego político

[callout bg="#00c5dc" color="#FFFFFF" padding="10"]“Algunos miembros de la Marjalería señalan que esto es un juego político en la que la Marjalería se ha convertido en una moneda de cambio. “Está de moda que se denuncie a los políticos y quieren ver si cobran publicidad con ello. Pero es que hablan de personas, de nuestras casas y de un tema que lleva más de 30 años sobre la mesa y en el que todos serían culpables en una u otra medida”.

A lo largo de estos 30 años muchas son las formaciones que han estado en el Ayuntamiento: PSOE, Unión de Centro Democrático, Centro Democrático y social, Alianza Popular, Izquierda Unida, Bloc o Partido Popular, entre otras. “Si buscan culpables lo son todos ellos, en una u otra medida. Esto no empezó ayer ni es culpa del último partido en el equipo de gobierno del Ayuntamiento. Lo son todos, porque todos ellos a través de los años han estado presentes cuando nosotros presentábamos nuestros problemas y nuestras reivindicaciones y han transigido con una situación que todos queremos resolver, nosotros los primeros. Para poder vivir en paz.”[/callout]

Y es que el Plan Especial se encuentra dentro de una Revisión de PGOU anulada por los tribunales en tres ocasiones; y las inversiones necesarias para llevarlo a cabo sobrepasan la economía municipal del Ayuntamiento y de los propios habitantes de la zona. “Se han hecho algunas cosas de aquel Plan, pero ejecutarlo por completo cuesta muchos millones de euros. Ahora con la crisis económica actual es mucho más difícil que antes”, declaraba Jorge Begués, presidente de la Asociación Entrilles, una de las cinco asociaciones vecinales de la zona.

Denuncian los desahucios pero quieren dejarnos sin vivienda

La denuncia de Gecen ha puesto a los habitantes de la Marjalería en pie de guerra. Los presidentes de las asociaciones de la Marjalería y Pana Entrilles señalan: “Queremos que los políticos también den la cara. En el último pleno declaraban todos que están en contra de los desahucios, de las actuaciones de los bancos que dejan a las familias en la calle y en cambio se solicita que a nosotros nos quiten nuestra vivienda. Somos gente humilde, no nos sobran los medios, más del 70% de la población vive aquí todo el año, es nuestra casa, y ahora con los problemas económicos hay muchas familias que han pasado a ocupar la casa de sus padres y de sus abuelos, se vienen a la Marjalería para tener un techo bajo el que vivir… ¿Por qué no nos reconocen los mismos derechos?”.

Tras conocer la denuncia de Gecen, las asociaciones de vecinos de la zona: La Coloma, Camí Fondo,  Marjaleria, Meridiano y Plana Entrilles, se reunieron, han sumado esfuerzos y obtuvieron el apoyo de la Coordinadora de Entidades Vecinales de Castellón, la Federación de Asociaciones Ciudadanas, Consumidores y Usuarios de Castellón y la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos de Castellón.

Han recibido el apoyo del Consejo de distrito a través del cual, han solicitado una reunión con todos los grupos políticos del Ayuntamiento. “Nosotros contaremos nuestra parte y les expondremos nuestro problemas, pero queremos que ellos también se pronuncien sobre el tema. La denuncia afecta directamente a 700 viviendas, que pertenecen a 700 familias, pero todos nos sentimos afectados. Queremos que nos digan si no tenemos los mismos derechos que aquellos a los que dicen defender cuando piden que se paralicen los desahucios y estamos dispuestos a luchar y a movilizarnos”.

Ley de punto y final

El Plan General de Ordenación Urbana de Castellón ha definido desde el principio las zonas urbanas y no urbanas del planeamiento municipal, donde la Marjalería se ha situado en tierra de nadie. El punto que los afectaba principalmente es aquel que negaba la posibilidad de establecer un núcleo de población, que se genera con la construcción de varias viviendas en un área de pocos kilómetros, y en zona ‘húmeda’.

La Marjalería de Castellón es una extensa zona húmeda de varios millones de metros cuadrados que se extiende desde la ‘zona seca’ que colinda con la ciudad y las cercanías del litoral. Una zona tremendamente minifundista  donde los castellonenses disponían de un pequeño terreno donde tenían la casa de labranza o de aperos para trabajar sus huertos. A partir de la década de 1960- 1970, cuando se puso de moda la ‘segunda residencia’, muchos de aquellos antiguos propietarios de alquería consolidaron la vivienda para residir temporalmente o durante todo el año.

Ahora la población es estacionaria. Más de 5.000 viviendas reconocidas y 20.000 habitantes de los que más del 70% son residentes todo el año, porque les gusta esa forma de vida. La realidad de la zona no estaba recogida en los primeros planes urbanísticos.

El primer ayuntamiento democrático se encontró con un núcleo urbano definido, Castellón,  y más de 20 barrios periféricos que intentó integrar en la red urbana. La Marjalería era un grano aparte, difícil de resolver. La solución propuesta entonces fue la conocida coloquialmente como ‘Ley de punto y final’ que venía a decir:  “Vale con lo que hay pero a partir de ahora… “.Todavía se recuerdan los letreros en la zona prohibiendo todo tipo de construcciones y edificaciones promulgada por el concejal de Urbanismo con amenaza de derribar; no se pudo hacer. A finales de los 80, hace más de 20 años, el Ayuntamiento llegó a aprobar en Comisión de Gobierno el derribo de 6 viviendas, las consecuencias fueron desastrosas. No se llevó a cabo.

Los vecinos señalan: “¿quién le puede negar al propietario de un solar que no haga lo mismo que su vecinos, que mejore, construya o adecue su solar para vivir en él cuando históricamente ya era un modo de vida reconocido?". La propuesta era irreal y lo ha seguido siendo a  través de los años”.

Hace 12 años el plan Especial de la Marjalería intentó consensuar los intereses de los vecinos con el planeamiento municipal. Si el Ayuntamiento les cobra como ciudadanos de primera, deberán ser tratados como tales. Pero ese Plan está sin desarrollar, no se han desarrollado las parcelas con servicios urbanos, y si no se ejecutó cuando había medios… ahora es difícil pedir responsabilidades. ¿Quién tiene la culpa?, señalan los vecinos,  ¿Los que se asentaron hace más de 50 años?, ¿los que defendieron sus derechos hace 30?, ¿los que han intentado consensuar soluciones urbanas durante los últimos 20 años o los cuatro que se encuentran ahora en el punto de mira de esta nueva amenaza?. Como indican las cinco asociaciones. “Marjalería somos todos los que defendemos esta forma de vida”. Solo más de 20.000 personas. Un núcleo urbano mayor que más de la mitad de los municipios de la provincia. EM .