Además, el 88% de los niños realizará una actividad deportiva o artística fuera del horario lectivo, algo que representa también un desembolso extra para las familias
Los libros son uno de los elementos fundamentales del desembolso realizado por las familias para la vuelta al cole. Lingokids, empresa de contenidos digitales en inglés para niños, ha realizado una consulta entre una muestra de 600 familias de toda España con hijos de hasta 10 años para conocer algunas de sus previsiones para el nuevo curso 2022-23. Entre ellas, destaca que la mitad (el 52%) se gastarán este año hasta 300 euros en libros de texto y de lectura por cada niño menor de esta edad, e incluso un 19% prevé superar esa cantidad.
Llama la atención que apenas un 15% de los consultados aprovechará libros de segunda mano, comprados o heredados, para reducir el presupuesto de esta partida. Esto puede deberse a la actualización de las ediciones por parte de las editoriales, lo que supone un cambio de ISBN y obliga a la compra del libro nuevo, así como a la implantación de la 'mochila digital', que sustituye el papel por la licencia digital y elimina la posibilidad de reutilización.
Implantación de la 'mochila digital' y su impacto en el presupuesto
Según este estudio de Lingokids, la mitad (53%) de los centros educativos a los que acuden los hijos de los progenitores consultados han incorporado ya la 'mochila digital', que consiste en un dispositivo electrónico desde el cual los alumnos acceden a la versión electrónica de los libros de las diferentes materias, incluidos los de lectura. Sin embargo, solo un 4% de ellos ha sustituido de forma definitiva los libros tradicionales por las licencias digitales; en el resto coexisten ambos formatos, ya sea porque se está implantando progresivamente por cursos, o porque en el mismo curso utilizan una combinación de ambos soportes.
En cuanto al coste que este cambio representa para las familias, solo un 46% considera que la mochila digital supone un ahorro con respecto a los libros en papel, frente a un 25% que no ve tanto ahorro, dado que este formato anula la posibilidad de reutilizar o comprar libros de segunda mano, y a un 29% restante que matiza que, si el centro educativo obliga a los niños a comprar un dispositivo electrónico específico, en el primer curso de implantación la vuelta al cole puede resultar todavía más cara, aunque con el paso de los cursos el desembolso se va amortizando y llega a ser más económico.
En lo que respecta a las opiniones de los padres sobre el aprendizaje en soporte digital, se sitúan encima (57%) los que prefieren mantener el papel, al considerar que es más eficaz para estudiar y que ya utilizan bastante los dispositivos electrónicos en su tiempo de ocio. El 43% restante sí es favorable al formato electrónico, considerando que al ser nativos digitales les resulta más sencillo y atractivo, y se reduce el peso que deben cargar para ir al colegio, llevando todo en un único dispositivo.
Complementos educativos: extraescolares y apps, un gasto adicional
Más allá del horario escolar, son muchas las familias que prevén enriquecer el aprendizaje de sus hijos con otro tipo de actividades complementarias. El 88% de los niños irá este curso a, al menos, una actividad deportiva o artística fuera del horario lectivo. De ellos, el 37% elegirá dos actividades y un 9% tres o más. En lo que respecta al aprendizaje de idiomas, más de la mitad de los niños (56%) irá a clases extraescolares de inglés, y el 10% añadirá, además, un segundo idioma.
Estas actividades representan también un desembolso para las familias en la vuelta al cole: el 43% de los consultados destinará entre 50 y 100 euros mensuales en todas las extraescolares de su hijo, un 20% dedicará entre 100 y 200 euros, y un 8% más de 200 euros. Si, además, se trata de una actividad física que incluye la compra de equipación o material deportivo, deberán contemplar un gasto añadido que para el 38% se sitúa por debajo de 100 euros, pero para un tercio del total (33%) puede llegar hasta 200 euros.
La consulta de Lingokids revela que casi 9 de cada 10 progenitores (87%) de niños menores de 10 años planean para este curso poner a su disposición apps educativas que les sirvan para aprender jugando y divertirse. En este sentido, cerca de la mitad de los consultados (46%) estarían dispuestos a pagar entre 5 y 15 euros al mes por el uso de una app de aprendizaje de calidad, frente a un 20% que solo las utilizaría si fueran gratuitas.
Ante la pregunta de si se plantearían sustituir alguna extraescolar presencial por otras susceptibles de cursarse online (como el aprendizaje de idiomas, por ejemplo) para ahorrar dinero, un 37% reconoce que existen metodologías digitales muy eficaces y que podría ser una opción interesante a tener en cuenta. No obstante, el 58% no se lo plantearía por considerar que una parte importante de las extraescolares es la posibilidad de socializar con otros niños, o por la necesidad de retrasar su hora de salida del colegio para adaptarlo a su jornada laboral.
“Las familias están comprendiendo el valor que los contenidos digitales de calidad pueden aportar al proceso de aprendizaje de sus hijos. Hoy día existen apps y cursos digitales que aportan metodologías innovadoras de gran eficacia no solo para aprender materias escolares, sino también otro tipo de competencias, habilidades, destrezas y valores que son fundamentales en la época actual. Y cuando están especializadas en niños, la clave está en que el aprendizaje vaya unido a la diversión y el entretenimiento”, sostiene Rhona Anne Dick, directora de Experiencia de Aprendizaje de Lingokids.