En estos días se está tomando a broma el proyecto de Moción de censura programado por VOX y en que la figura escogida por el partido como candidato a defenderla y proclamarse Presidente del Gobierno en caso de que triunfara, es Ramón Tamames de 89 años.
Tamames no es una broma. Es un excelente profesor de Economía y autor de la mejor Estructura Económica de España, que va por su vigésimo sexta edición y ha sido referente indispensable durante seis décadas. Miles de universitarios y opositores hemos empollado el Tamames para comprender cómo funcionaba el país.
Muchos miran con recelo al personaje por su pertenencia al partido comunista en unos años en que no había más alternativa al franquismo y partido del que se descabalgó tan pronto surgieron otras opciones.
A sus casi noventa años y aunque conserva sentido del humor y lucidez, Tamames se está dejando tentar por la ocasión única que se le presenta de jugar el papel histórico de ser un candidato independiente a la Presidencia lo que le permitiría exponer en el Parlamento un proyecto de España libre de ataduras pero que sin duda contendría no pocos elementos del partido proponente.
Se está diciendo que la Moción del profesor sería una especie de función de circo, pero lo cierto es que en ese terreno, con Don Ramón o sin él, el Congreso no puede ser más disparatado.
Lo malo de este proyecto de VOX es que sus intenciones no son transparentes. Las posibilidades de que la Moción triunfe y Sánchez sea desalojado de la Moncloa, son casi nulas ya que ni el PP ni Cs apoyarán la iniciativa de Abascal. Pero es que aun haciéndolo no lograrían una mayoría suficiente para superar al Congreso Frankenstein que aun cuando no esté en su mejor momento de cohesión será impensable que apoye cualquier iniciativa que provenga de lo que ellos llaman la ultraderecha.
En tales condiciones, el ejercicio se podría resumir al que en 2020 Abascal promovió y que acabó en un lamentable rifirrafe entre él y Casado que conllevó el principio del fin del líder popular.
No es que Feijóo vaya a caer en la trampa en que cayó Casado pero en un año electoral en que las Municipales y Autonómicas están a la vuelta de la esquina y la campaña de las Generales empezó hace meses, lo que menos le conviene al PP es enzarzarse en disquisiciones metafísicas que a nada conducirían.
En tales condiciones, la posible Moción de VOX estaría condenada a obtener un número de apoyos semejantes al de 2020 (52 votos, la cifra más baja de las cinco mociones efectuadas desde 1978), con lo que quizá hiciera ganar algún apoyo adicional a Abascal en las Elecciones, quizá reforzara al PSOE y quizá debilitara al PP, con lo que la derecha habría hecho un pan con unas tortas.
Aparte de las inminentes elecciones, hay muchas otras materias de las que ocuparse y por las que preocuparse. Acaba de pasar en el nuevo Tribunal Constitucional "progresista" la ley del aborto casi libre de ZP, en una España donde el mantenimiento demográfico no está asegurado, donde hay mas defunciones que nacimientos y donde desde los tiempos de ZP se han provocado un millón de abortos.
Por no hablar de las tragedias que están ocurriendo en un mundo que parece irse a pique: la terrible guerra de Ucrania, los terremotos devastadores en Turquía y Siria, incendios pavorosos en Chile y Francia, inundaciones por doquier. Y otros 64 (sesenta y cuatro!) conflictos menos aireados en los cuatro rincones del mundo. Muchas materias sobre las que algún día deberemos reflexionar.