Alerta de un exceso de burocracia y lamenta que no cumpla por ahora su objetivo de cambiar el modelo productivo
El presidente de la Confederación de Empresarios de la Comunitat Valenciana en Castellón, Luis Martí, advierte de una parálisis en la llegada de los fondos europeos al país, una demora que achaca a un exceso de burocracia. En Castellón, de los cerca de 1.000 millones que le corresponderían por el peso en el PIB, expone que apenas han aterrizado a unos 50 millones.
“Nos preocupa cómo se ejecutan los fondos europeos. Nacieron para cambiar el modelo productivo e industrializar el país, pero no están llegando”, afirma el presidente de la CEV de Castellón, que explica que de los 86.000 millones de euros previstos en la primera fase del plan de reconstrucción de Next Generation en España “menos de 13.000 millones han llegado al tejido productivo”. “Tenemos un Plan Marshall que pasa por nuestra puerta y no sabemos aprovecharlo”, indica Luís Martí.
De los 86.000 millones, según el PIB, a la Comunitat Valenciana tendrían que ejecutarse unos 8.000 y en la provincia de Castellón unos 1.000 millones.
Considera que debería agilizarse el sistema burocrático para que las inversiones se materializaran en los centros productivos del país y promover así el plan de industrialización que necesita el país.
La patronal estima esencial reforzar en Castellón el perfil industrial de su economía. La industria copa el 36 % del PIB gracias al papel del sector azulejero. Una cifra, que según destacó en una reciente entrevista en Castellón Información, aspiran las regiones de la Unión Europea, ya que la industria “permite economías con más riqueza y empleos con valor añadido”.
Al respecto, defienden un plan de ayudas extraordinario para empujar a la cerámica a afrontar una crisis energética que “le es sobrevenida”. Una factura en el gas que ha provocado la pérdida de 1.500 empleos, más otros 1.400 que se encuentran en ERTEs; además de caída de la producción y exportaciones.
El plan de reconstrucción de la UE se puso en marcha durante la pandemia para ayudar a los estados miembros a reforzar sus economías, apostando por cuatro ejes: transición verde, transformación digital, justicia y estabilidad macroeconómica.