Se remontan a la época medieval y llegaron a ser las fiestas más importantes de la ciudad
Tres años después y con una pandemia de por medio, Castelló recupera el sábado la celebración de la fiesta del Corpus Christi en sus manifestaciones religiosa y laica, una celebración que se remonta a la época medieval y que llegó a convertirse en la celebración más importante de la capital de la Plana.
Una de las tradiciones de la capital de la Plana que mejor ha representado las dos facetas de un pueblo en sus convicciones religiosa y laica, y su capacidad para desarrollarlas sin renunciar a ninguna de las dos, es la fiesta del Corpus Christi, que volverá a celebrarse este sábado, 18 junio en Castelló, después de tres años de parón por la pandemia.
Las primeras procesiones del Corpus en Castelló están documentadas desde principios del siglo XV, aunque pudieron ser anteriores. Y como ya es consustancial en la capital de la Plana, consta de dos representaciones que, diferentes en sus principios más ancestrales, acaban por darse la mano. Y es que, en esta tierra caben las dos versiones de todo, y nada se crea ni desaparece por completo, son los opuestos los que se combinan para hacer del Corpus una fiesta fundamental para los católicos, pero también imprescindible para conservar las tradiciones en las que cabe también la visión popular con su referente pagano.
Celebración religiosa
En su versión religiosa, el próximo sábado, 18 de junio a las 19:00 horas, la Concatedral de Santa María de Castellón acogerá la celebración de la fiesta del Corpus Christi.
En primer lugar, se oficiará en el templo una solemne celebración eucarística, presidida por el obispo de la Diócesis de Segorbe Castellón, Casimiro López.
Posteriormente, los fieles que deseen asistir, los niños de ‘Primera Comunión’ junto a sus catequistas así como cuantas cofradías y asociaciones religiosas y festivas han sido invitadas, acompañarán a la Custodia del Santísimo para recorrer en procesión las principales calles del casco histórico de la ciudad.
Cabe destacar que, debido a las restricciones relacionadas con la pandemia, el Santísimo Sacramento salió por última vez del templo hace ya tres años, en concreto desde el sábado 22 de junio de 2019.
En este sentido, los miembros de la comisión organizadora invitan a cuantos castellonenses quieran asistir, para compartir esta señera celebración Cristiana, secular tradición de nuestro pueblo y precioso tesoro de nuestro gran acervo cultural.
Versión Laica: Gegants, cabuts, caballets y por supuesto ‘els dansants del Corpus’
Y sí, hay como una especie de barrera entre una y otra y no siempre han podido manifestarse el mismo día, juntas y como parte de la misma celebración. Pero ahora, al menos, una procesión precede a la otra. No se acaban de mezclar, pero se complementan.
Tal como comentó Amparo Carpí en una conferencia impartida en 2018, tras la prohibición de la versión laica en el siglo XVIII por un edicto de Carlos III, en su reaparición, se impuso la cruz alzada que hacía de ‘frontera’ entre la parte cívica, que arrancaba el desfile procesional, y tras ella, la parte religiosa.
En esta parte de la celebración no faltan los gigantes, “En Castellón se incorporaron tomando como referencia a Valencia, Aragón y Navarra. Las primeras figuras fueron ‘el señor’ y ‘la señora’, que se corresponden con Tàfol y Lledó, la pareja de castelloneros ricos. Pero a finales del siglo XIX se habla ya de seis gigantes. A los dos primeros se los denomina: Vicente y Vicenteta, ‘los labradores’, y la pareja de moros ‘Mussa y Azufaifa’.
Y añadía: “Cuando el Corpus era la gran fiesta de Castellón, los portadores de estos gigantes eran personas importantes del Castellón de entonces, aunque, actualmente, matizó la ponente, los miembros tienen estudios superiores, pertenecen a distintas asociaciones, agrupaciones de baile, collas y otros particulares. Está abierto a todos los ciudadanos que quieran”.
Otros elementos de esta tradición, relató en su momento Amparo Carpí: “son los Nanos o cabezudos, su aparición fue posterior, sobre 1764. Se trataba de figuras deformes que representaba lo más feo y defectuoso. De hecho, señaló la ponente, “en otros lugares hay canciones en donde se burlan de ellos”.
También están ‘Els caballets’ y ‘els arets’, que llegaron después y se incorporaron a las danzas procesionales del Corpus en torno a 1853.
Como curiosidad, la experta en las danzas del Corpus de Castellón manifestó en aquella charla que “la danza de los momos está documentada y es en 1678. Se trata de una danza que representa la virtud, que es ‘la Moma’, siempre con la figura de un hombre que va vestido de blanco, que es tentada por los 7 pecados capitales, que son los momos”
Los siete pecados capitales que se oponen a las virtudes teologales y que, con la mirada del pueblo, también son una manifestación religiosa y cultural de la tradición.
Sobre la tradición del Corpus y sus danzas en Castelló, Ilse Gómez publicó un libro, ‘La festa Grossa: la proceso del Corpus Christi’, premio Vicent Pau Serra i Fortuño.
En su investigación, Ilse Gómez aludía a la relación del pueblo de Castelló con su tierra y su modo de vida, y la conexión de algunas de estas tradiciones con historias reales.
En cualquier caso, la procesión del Corpus, religiosa y laica, es una joya etnológica de Castelló que merece la pena descubrir, redescubrir y disfrutar.