El informe dice que 'medraron' por ser franquistas y que los doctores Altava y Clará fueron 'depuradores políticos'
El Grup de la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló ha publicado su último informe, en el que se ratifica en la necesidad de suprimir nombres ilustres del callejero de la Capital de la Plana. Afirman: que el fundador del Pregó, Segarra Ribés, o los personajes culturales Cronista Revest y Sánchez Gozalbo, alcanzaron su reconocimiento gracias a su estatus franquista; y que los doctores Altava y Clarà fueron depuradores políticos. A Vicente Traver, "restaurador de iglesias", lo condenan porque no han encontrado actos humanitarios en favor de la víctimas
Esperanza Molina / Castellón Información
El Grupo per la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló ha emitido un nuevo informe sobre los nombres de los personajes ilustres de Castelló que tuvieron estatus franquista y por tanto deben ser ‘eliminados’ del callejero de la capital de la Plana.
En esta ocasión no se trata solo de un catálogo, sino de un informe en el que aluden a los ‘hechos objetivos’ y ‘comprobados’ que respaldan su demanda en respeto a las víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura Franquista. Y aquí no se salva nadie, por lo que se reafirman en su condena 'al borrado' histórico.
Una de las primeras afirmaciones, de este informe, es que los personajes culturales ilustres de la ciudad, lo fueron gracias a que pudieron aprovecharse de su estatus franquista, por los puestos de poder que ocuparon.
“En primer lugar, remarcamos que es evidente que gran parte de las aportaciones al mundo de la cultura de Castelló de estas personas, las hicieron como no podía ser de otra manera, desde los cargos que ejercían, es decir, desde los puestos de poder para los cuales fueron designados o nombrados por los dirigentes franquistas por su inequívoca lealtad al régimen”.
Dicho esto, realizan una crítica absoluta a todos cuantos ocuparon algún puesto de representación en las instituciones, porque habían sido nombrados por el régimen franquista. Desde estos puestos, declaran que contribuyeron a consolidar la dictadura de Franco y a promover la represión.
“Absolutamente todos los cargos de todas las administraciones franquistas, incluida la administración de justicia, estaban ocupados por personas afectas al régimen o por militares, que en cada caso habían de ejercer, sobre todo durante el primer franquismo, su papel en la política represiva que se extendía por todo el Estado y llegaba hasta los pueblos más pequeños del territorio. Es precisamente este hecho, su contribución innegable y palpable del mantenimiento y consolidación de la dictadura, la causa del reconocimiento público que ahora se produce: la lealtad y cooperación con un régimen dictatorial, inhumano e ilegal y condenado por la ONU por estos motivos”.
En este sentido aluden a personas que fueron relevantes en los sectores científicos y de la cultura que tuvieron cargos importantes durante la dictadura, pero indican que no se puede obviar que después de al Guerra Civil formaron parte de los comités de depuración.
También hacen referencia a otras personas que no estuvieron directamente relacionados con la ciencia y con la cultura y cuyo único mérito para estar representados en el callejero de la ciudad, fue su relación directa con el franquismo, como fueron los casos de Herrero Tejedor o de Santos Vivancos.
Pero dejando estos dos personajes a un lado, el Grup de la Recerca Històrica mantiene su condena sobre el resto, con alusiones como las siguientes: “La calidad democrática de nuestra sociedad es incompatible con la permanencia en la nomenclatura de las calles e instituciones de la ciudad de Castellón con nombres como el de Vicente Traver, o Lluis revest, que desde el ejercicio de su cargos en el Ayuntamiento de Castellón o desde organismos que contribuyeron a la consolidación del franquismo y la sumisión de la sociedad civil a la dictadura, como son la FET y las JONS".
Por todo ello, la Recera de la Memòria Històrica declara que “el mantenimiento de la nomenclatura del callejero y otras instituciones de Castelló es contraria a los principios de la memoria democrática establecidas en la legislación estatal y autonómica”.
Y en base a esto, presentan breves biografías, algunas muy superficiales e incompletas de los personajes de la capital de la Plana que deberían ser suprimidos en la ciudad.
Carlos Fabra Andrés (calle), sería culpable por haber sido franquista, pese a que le reconocen: propuestas urbanísticas para frenar el paro y soluciones a los problemas de tráfico, así como la construcción de viviendas la pavimentación de las calles y el alcantarillado.
Del doctor Vicente Altava (calle), destacan su prestigio internacional como medico, le acusan de haber sido concejal en el ayuntamiento, pero sobre todo, de haber formado parte en las comisiones de depuración desde su puesto de presidente del Colegio Médico y apuntan: “Se aprovechó del régimen franquista para promocionar profesionalmente”.
De forma similar hablan del Doctor Clará (calle). Reconocen su contribución a la medicina y a la creación del Hospital Provincial, pero fue concejal con Vicente Traver.
En el ámbito cultural, la relación de ‘los enemigos’ de la democracia comienza con el Cronista Lluís Revest (calle y colegio). Uno de los fundadores de la Sociedad Castellonense de Cutura e impulsor de ‘Les Normes de Castelló’.
Pero según el grupo de la Recerca, contribuyó a cambiar las nomenclaturas de las calles de Castelló para adaptarlos al cambio de Régimen. “Participó en los procesos de depuración y represión”; fue concejal franquista. “Fue miembro de la comisión depuradora de maestros del Ministerio de Educación Nacional”, e incluso, de aquellos que lo protegieron y evitaran que pudiera correr peligro durante la Guerra Civil.
Además, indican, fue miembro de la Comisión Gestora del Colegio de Abogados, encargada de la depuración de esta institución.
Angel Sánchez Gozalbo (calle). Médico de profesión, fue uno de los firmantes de ‘Les normes de Castelló’ y cofundador de la Sociedad Castellonense de Cultura. "Pese a que era un personaje muy religioso", fue nombrado en 1936 por el gobierno municipal de la República, miembro de la Junta de Recuperación del Patrimonio Histórico. Es decir, no fue perseguido por los republicanos. Pero tras la Guerra Civil fue nombrado secretario local de la FET y de las Jons y colaboró con el régimen. Concejal del ayuntamiento con Vicente Traver Tomas.
El informe asegura, que participó en la depuración de los funcionarios, en el renombrado del callejero de Castelló, y desde su cargo en la FET y ls JONS “Se encargaba de llevar a cabo la primera y terrible represión". Fue presidente del Colegio de Médicos en 1940, y desde su cargo, asegura el informe, también participó en la depuración de los médicos de la provincia.
El informe le atribuye una serie de artículos publicados en Mediterráneo de exaltación franquista.
Miguel Segarra Ribes, fundador del Pregó de Castelló (calle). De origen granadino y profesión farmacéutico, fue concejal en el ayuntamiento de Carlos Fabra Andrés.
El informe afirma su participación en la depuración de funcionarios.
En lo que concierne al arquitecto Vicente Traver Tomás (calle), el informe de la Recerca le atribuye haber sido alcalde de Castelló tras la Guerra Civil, le reconoce ‘reconstrucción de iglesias’, sin profundizar más. Ante la falta de datos, que la misma asociación dice no conocer, su peor pecado fue ser alcalde, y como tal, estar donde estaba cuando se aplicaba la representación franquista. “Entre la documentación consultada no hemos podido encontrar ningún acto de humanidad hacia las víctimas y sus familias” (Sin comentarios).
Entre la biografía que aporta, ni mención a 'la Crónica de Castelló' (2007), del cronista oficial de la ciudad Antonio José Gascó.