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domingo, 24 de noviembre de 2024 | Última actualización: 18:54

La retirada de la Cruz del Ribalta de Castellón, decisión política si lo autoriza Cultura

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La Comisión de Expertos confirma que no tiene valor cultural y es un claro símbolo de exaltación franquista,

Esperanza Molina/Castellón Información

La Generalitat mantiene que la Cruz de los Caídos del Parque Ribalta es un símbolo franquista, pero reconoce la autonomía local del Ayuntamiento y señala que su retirada es una opción política, solo condicionada a la Declaración de Bien de Interés Cultural del Parque.

Así se desprende de la carta remitida por la Dirección General de Reformas Democráticas y Acceso a la Justicia al Ayuntamiento de Castellón, con registro de salida del 01 de agosto, en respuesta a la solicitud realizada por la entidad municipal el 5 de junio de este año.

Tras conocer el informe de del Comité de Expertos, la Dirección General, en su informe:

 Cruz Caidos Parque Ribalta 5IV16 (4)Recuerda que la Cruz de los Caídos se erigió en 1944, dedicada a “los caídos por Dios y por España”, por lo que claramente su origen fue una exaltación de la Guerra civil y de la Dictadura. .

Reconoce también, que en 1979 se modificó el significado de ese símbolo, para eliminar los elementos de exaltación, y se dedicó a las víctimas de la violencia.

Sin embargo, añade el escrito, el informe del Comité Técnicos de Expertos estimó el 27 de junio del presente año, que el monumento sigue siendo un signo de exaltación de la Guerra  Civil y de la Dictadura , por ser un punto de concentración parra la exaltación del franquismo en fechas concretas.

Además, el Comité Técnico de Expertos considera que la cruz no constituye un elemento histórico y tampoco tiene valor artístico.

Y añade en su quinto punto el documento: El elemento, en cuestión, es un añadido artificial en un parque con una clara estructura y disposición de mediados del siglo XIX, declarado Bien de Interés Cultural, por lo cual, cualquier actuación que se haga dentro del mismo deberá ser autorizada por la Conselleria competente en materia de patrimonio cultural.

Observados estos cinco puntos, el Informe de la Dirección General de Reformas Democráticas y Acceso a la Justicia, considera por una parte que la Cruz no es una excepción a la ley del 2007, y que el Ayuntamiento certifica que se realizan exaltaciones franquistas en lugar.

En conclusión, “que se trata de una opción política y discrecional enmarcada en la autonomía local”.

O dicho de otra manera, que es el Ayuntamiento el que tiene que tomar la decisión de quitarla, siempre que cuente con el informe favorable de la Conselleria de Cultura, ya que el parque está calificado como BIC.

Tras esta carta, la interpretación da para todos los gustos.

Para los defensores de la Cruz, el informe no es vinculante y no ordena su demolición…  aunque  reconoce que puede tener un significado franquista si, como se afirma, los defensores de la dictadura se reúnen allí para hacer una exaltación de sus ideas.

Según los defensores, el Ayuntamiento no estaría obligado a derribarla y debería conservarla puesto que tiene autonomía para hacerlo.

Para los detractores de la Cruz, quedaría patente, el reconocimiento de este momento como símbolo franquista, su falta de valor histórico y artístico y, por tanto, debería ser objeto de la Ley de Memoria Histórica que determina la eliminación de los símbolos que aludan al franquismo y la dictadura

En lo que concierne al Ayuntamiento de Castellón. La concejal de Cultura, Verónica Ruiz, ha indicado, que considera que la Cruz de los Caídos debería trasladarse a otra ubicación, “y el Ayuntamiento está dispuesto a cumplir la Ley”

 ¿Dónde? ¿Cuándo?. Ese ya es otro cantar porque, primero admite que se deberá pedir la autorización de la Conselleria de Cultura. Y después, hay que buscar un lugar adecuado para ello… pero además, de momento, no hay dinero consignado para ello.