Publicado por la Gaiata 10, El Toll y creado por nuestra compañera de Castellón Información, Esperanza Molina
Castellón Información
El artículo inédito, premiado este año por el jurado de la Magdalena 2022, ha sido publicado por la Gaiata 10, El Toll, y fue escrito por la compañera de Castellón Información, Esperanza Molina. El tema de concurso de esta magdalena 2022 se centraba en la Romeria de les Canyes, que supone el eje central de las fiestas de la capital de la Plana.
El artículo premiado lleva por título: "La Romeria de les Canyes, simbol de l'entitat d'un poble'. En el llibret de El Toll está publicado en valencià. Castellón Información, con la autorización de la Gaiata El Toll, a la que este diario agradece su colaboración, publica este artículo premiado para que pueda ser disfrutado por todos los castellonenses.
La publicación se realiza en castellano (dado que las Fiestas de la Magdalena están reconocidas como fiestas de interés internacional), pero también en su versión original, tal como está publicado en el llibret de la gaiata, en valenciano.
Romería de les Canyes, símbolo de la entidad de un pueblo
Esperanza Molina
El 4 de enero de 2017 se publicaba en el Boletín Oficial del Estado de resolución de la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte del 18 de noviembre de 2016, por el que se reconocía a la Romeria de les Canyes de Castelló como Bien de Interés Cultural Inmaterial.
Con aquella publicación, la Romería de la Magdalena quedaba reconocida como el símbolo cultural de un pueblo, como homenaje a su historia y sus tradiciones y como evento a salvaguardar. Y no era poca cosa, porque con ello se cerraba la puerta a una serie de polémicas y debates sobre el origen de la Romería, su carácter penitencial o religioso o su simbología únicamente civil.
¿Cuál es el significado real de la Romeria de les Canyes?
El significado real de la Romeria de les Canyes es múltiple en cuanto a que representa: Una conmemoración histórica, Una procesión penitencial, pero también, en la actualidad, es un Rito de afirmación colectiva de la propia identidad de un pueblo.
Conmemoración histórica
Uno de los significados de la Romeria de les Canes, está ligado a un hecho de conmemoración histórica.
Para ello cabe remontarse al siglo XIII, y concretamente, a la campaña de Jaume I para reconquistar el Reino de Valencia, de dominio musulmán. Aquella ‘reconquista’ se estableció por etapas y la primera de ellas se centró en la zona norte de la Comunitat Valenciana.
Y para ello, resultó fundamental contar con un punto estratégico de control y vigilancia desde el que se dominara toda la extensión de la Plana. Se trataba del Castell Vell, en la falda del Desierto de las Palmas. Una edificación de origen romano, transformado por los moros, que ya fuera utilizado por el Cid en su incursión que dio como resultado la conquista de Valencia.
Ahora bien, la campaña militar debía estar acompañada por un proceso de ocupación mediante el asentamiento de población estable y ‘amiga’, en este caso, cristiana, para consolidar las fronteras del territorio ocupado.
Los primitivos habitantes de Castelló residían en la montaña, en alquerías dispersas y, posiblemente, situadas en el entorno de la Font de la Reina, que ya era conocida como una fuente de salud.
Y reconocen, los historiadores, que la fundación de una ciudad amurallada con la que consolidar su dominio sobre los terrenos de la Plana, fue uno de sus principales objetivos. El Conquistador concedió un primer permiso de traslado a su tío el Infante Nuño Sancho a quien otorgó el señorío de la Plana en un documento fechado el 8 de marzo de 1239, por el que autorizaba la colonización de 54 nuevos vecinos, de naturaleza cristiana, para formar un núcleo de población amurallado. Sin embargo, este asentamiento no fructificó.
Con motivo de la rebelión de los moros en las tierras ocupadas, el rey los conminaba al destierro en 1248. Con el fallecimiento de Nuño Sancho, los terrenos de la Plana habían sido concedidos a otro tío del monarca, el infante Pedro, que se molestó por la intromisión del rey en ‘sus asuntos’ en aquellas tierras que le habían sido adjudicadas. El 27 de febrero de 1249, un laudo arbitral de la reina Violant, ‘Yoles’, estableció un reparto de concesiones en el que la zona de Castelló se dejaba bajo el señorío de Ximén Pérez de Arenós.
Esta decisión se formalizó con el ‘Privilegio de Traslado’ firmado en la ciudad de Lérida el 8 de septiembre de 1251.
Procesión Penitencial
Pero la Romeria de les Canyes está reconocida en su origen como una procesión penitencial.
Tal como queda recogido en el decreto del BIC de la Romeria de les Canyes, el origen de la romería estaría relacionado con las rogativas penitenciales que surgieron en la Edad Media, vinculadas a “las pestes que azotaban esta tierra con frecuencia”. Rogativas que, en otros casos también se convocaban con ocasión de catástrofes, terremotos o para invocar la lluvia cuando la sequía se hacía insoportable.
La primera referencia histórica de la Romería de les Canyes de Castelló está documentada en 1375. Según señala el decreto del BIC, el carácter penitenciasl de la romería va quedar reflejado en 1503, cuando el Consell aprobó la convocatoria de 7 procesiones por la sequía, en la que una de ellas estaba dirigida al ermitorio de la Magdalena. E incluso señala, que se conservan los albaranes de los gastos de las procesiones realizadas a la citada ermita en 1572, ya que se convirtió en costumbre cada vez que que la sequía azotaba la zona.
Rito de afirmación colectiva de la propia identidad
La suma de esos dos relatos paralelos, llevarán a identificar la Romería de la Magdalena como una protección penitencial, pero también como el evento de afirmación colectiva que conmemora el nacimiento de la ciudad en base a una fecha concreta: el tercer sábado de Cuaresma. Fue entre 1562 y 1570, cuando se unen el clero y las autoridades municipales y se constituye la romería como peregrinación anual al ermitorio de la Magdalena, el tercer sábado de Cuaresma.
No hay trazas de que fuera una procesión masiva, y tampoco hay constancia de que las autoridades civiles participaran desde el principio en la Romeria de les Canyes, pero la peregrinación se mantuvo como parte de la tradición de Castellón en su significado histórico y penitencial.
Cuenta el cronista de la ciudad Juan Balbás, que el Consejo de Castelló acordó en 1654 “que en la fiesta de la Magdalena, que se celebra en este pueblo de forma inmemorial, se de a los oficiales, sacerdotes, y frailes que vayan a la procesión, 12 sueldos para el gasto de l comida, y además la caridad acostumbrada a los pobres que asistan a dicha procesión”. (Balbás 1892)
Hay constancia de la inauguración de la Ermita de Sant Roc de Canet en el siglo XVII. Y los documentos del notario y cronista Llorens de Clavell, en siglo XVII, ya recogen algunos documentos como la reconstrucción del ermitorio de la Magdalena, que se encontraba en ruinas, hasta darle la forma que se conoce ahora, e incluso, la presencia de las gaiatas. Además, Llorens de Clavell también describe el ritual de la ‘Torná de la romería en la basílica de Lledó la llegada a la ciudad y la procesión nocturna donde penitentes, mujeres y niñas portaban muchas luces en gaiatas de caña.
Mito, tradición o leyenda
La presencia de las gaiatas, el descenso al llano portando cañas con faroles de luz en la noche del tercer sábado de Cuaresma, parece forzar un poco la historia del traslado de la ciudad y de la fundación de Castellón. Algunos historiadores hablan de ese poblamiento en oleadas sucesivas, en cambio otros, en el siglo XIX llevan un poco más allá su relato, para contar la historia que hoy los castellonenses repiten cada año cuando llegan sus fiestas fundacionales.
La presencia de ‘las Gaiatas’, además de ser citada por Llorens de Clavell, también viene referenciada por Balbás, como un evento de celebración con ocasión de fiestas especiales, cuando se refiere a las celebraciones de Castellón por la ascensión al trono de Carlos IV. Sea como fuere, parece confirmarse que las gaiatas como fuente de luz y de fiesta están ligadas a la historia de Castelló.
La prohibición de 'La Torná
Y aún hay otros relatos, recogidos por historiadores como Balbás o Gascó, que hablan de ‘las prohibiciones’ de la iglesia con respecto a la ‘Tornà’ de la Romeria de les Canyes en el siglo XVII. Varios bandos, reproducidos por Balbás, denuncian que la oscuridad de la procesión del retorno a la romería era aprovechada por penitentes, pero sobre todo por las mujeres para realizar actos pecaminosos. De resultas de aquello, se prohibía a las mujeres disfrazarse o vestirse de penitentes. Posteriormente, además, se instaba a la prohibición de las procesiones nocturnas por los mismos motivos, por lo que se ordena terminantemente que, “por las inconveniencias indicadas, concluya la procesión antes de ponerse el sol”. (Balbás 1884). El documento BIC también recoge, que la Diócesis de Tortosa decretó en 1774 que la tornada se realizara antes del anochecer, algo a lo que se opuso la Cofradía de la Sangre “porque las Gayatas no lucirán de la misma manera”. (BIC 2017)
Finalmente, otras fuentes consultadas, señalarían que, en respuesta a aquella prohibición, los vecinos de Castellón decidieron incrementar los focos de luz en las calles de la ciudad, que pudieron ser el origen de Gaiatas monumentales.
Romeria de les Canyes el domingo de Magdalena
En 1793 se decidió trasladar la Romeria al tercer domingo de Cuaresma, en lugar del sábado, y se decidió que ‘la torná’ comenzara a las cuatro de la tarde para que su entrada en la ciudad no estuviera acompañada de tanta oscuridad, si bien, también es cierto, que poco a poco esa hora se fue prolongando con el fin de que la procesión pudiera hacer su entrada en el atardecer, de forma que se pudiera apreciar mejor la luz de las gaiatas.
A la Magdalena con la caña verde
Con motivo del VI centenario de la ciudad en 1852, se introdujo en la procesión la caña verde, y también la presencia de los heraldos con mazas. Cabe comprender, que la Romería tenía ya un sentido institucional y constituía un símbolo de identidad para la ciudad, con una serie de protocolos ‘tradicionales’. Sus protagonistas eran el pueblo, el ayuntamiento y el Clero.
En los siglos XIX y XX Castelló tenía muchas fiestas a lo largo del año, las de agosto, las gremiales, las de calle, las liberales… y las de la Magdalena eran solo una más de ellas, con una duración de 3 días en torno al tercer domingo de Cuaresma (sábado, domingo y lunes).
Procesión laica y ermitorio cerrado
Con la Segunda República, la romería penitencial se sometió a discusión. En 1932 se acordó declarar la romería con carácter ‘laico’, por lo que se rompió la tradición de invitar al clero. En 1933, se trasladó la romería al lunes, con el fin de frenar el fervor popular religioso. Y en 1934, incluso, se optó por cerrar el ermitorio en el día grande de la fiesta.
Castelló recupera su procesión de la Magdalena
En 1939 se recuperaba la romería de la Magdalena, como peregrinación cívica y penitencial, con todas las tradiciones que la acompañaban y cuya descripción fue publicada por Emilio Calduch i Font, por encargo del alcalde Vicente Traver.
Fue entonces cuando comenzó a gestarse la necesidad de que Castelló tuviera unas fiestas mayores y cuando se plantó la semilla para que estas fiestas se centraran en las fiestas fundacionales de Castellón en torno al tercer domingo de Cuaresma. La idea prosperó y se hizo realidad con la Junta de Fiestas de 1945.
El documento BIC recuerda, que fue a partir de 1952 con la celebración del V centenario de la ciudad, cuando la romería, se convirtió en una expresión masiva y popular. En 1982, ya en periodo democrático, se creó la ‘Colla de Cantors’ con el restablecimiento de ciertos rituales. Y en 1989 también se restauró la ‘torná de la Romeria de les Canyes.
Para afianzar la tradición y sus peculiaridades, en 1991 el ayuntamiento de la ciudad publicó un libro, conocido popularmente ‘la consueta’: ‘Romeria de les Canyes’, en el que se recogen y se amplían los protocolos apuntados por Emilio Calduch i Font en 1939.
Este libro, con el informe del Cronista de la ciudad, Antonio José Gascó formaron parte fundamental del expediente para la declaración de la Romeria de las Canyes como Bien de Interés Cultural Inmaterial.
La Romeria de les Canyes, salida y regreso
Sería demasiado extenso recoger todos los rituales que acompañan a esta Romeria de les Canyes, pero si es interesante apuntar algunos detalles para poder explicar a propios y extraños, de qué manera la romería es el compendio de un conjunto de tradiciones y creencias que tienen como protagonistas: al pueblo de Castellón, por cuanto son los romeros que año a año perpetúan un compromiso con su propia identidad. Al Clero, desde la certeza de que el origen de la rogativa es de carácter penitencial. Y al ayuntamiento, como entidad civil, porque es la institución que debe salvaguardar la procesión cívica.
La romería comienza el sábado anterior al día grande, a las 20:00 horas con el ‘Toc d’angelus, señal del lladre y vol general de campanes’. El tercer domingo de Cuaresma, la campana Vicente realiza el toque del alba. Los romeros son convocados por el ‘Toc de Cor’. Mientras en Santa María se realiza la misa de Romeros, en el ayuntamiento se organiza la procesión cívica. Con el toque de la campana del Angel, la procesión sale del ayuntamiento y entra en la Iglesia para rogar y recoger al clero y a los romeros, y desde allí parte para buscar el Primer Molí y luego los caminos de la huerta que la habrán de llevar hasta el ermitorio, con una parada en Sant Roc de Canet.
A las cuatro de la tarde comenzará el retorno de la comitiva oficial. Volverá a hacer parada en Sant Roc y arribará a la Basílica de Lledó, donde se conformará de nuevo toda la procesión oficial. Paralelamente, con el toque de vísperas, el clero y las cofradías son citados en al Iglesia de la Sangre, para acudir al Forn del Pla para recibir a los romeros.
Se produce entonces una imagen variopinta, en la que se mezclan el regreso de los carros, de los romeros y de las autoridades, con la celebración religiosa con la presencia del Clero, las cofradías y su procesión de penitentes.
Primero entran en la ciudad los carros engalanados. Después lo harán los romeros, con sus gaiatas de mano, precedidos por el capellán que lleva la reliquia de la Magdalena. Y los seguirá la Comitiva municipal, con los maceros y la Banda Municipal.
En Sant Roc, con los carros triunfales de las ‘caídas de la Magdalena’; la autoridad eclesiástica, los penitentes de las cofradías, las tres Marías, y el Colegio Apostólico, con el Cristo de la Sangre, reciben a la parte civil y sus autoridades.
La autoridad religiosa y la municipal presiden la adoración del Cristo, y el acto de ‘las tres Marías y san Juan’, con sus tres genuflexiones ante el Cristo de la Sangre.
A continuación, la procesión de penitentes se pone en marcha en dirección a la Iglesia de la Sangre, y la comitiva de los romeros precedida por los carros avanzarán hasta Santa María.
Y, finalmente, se realizará el desfile de Gaiatas, con la luz de la fiesta en la noche de la ciudad.
Conclusiones
Como concluye el documento de su declaración BIC: “La romería es un viaje iniciático que se realiza al lugar de origen, rememorando también los referentes divinos necesarios porque las cosas nos vayan bien, el recuerdo de la fundación. A pesar de ser un camino sencillo y de escasa dificultad, es un camino de ida y vuelta , con toda una serie de rituales para cumplir.
Por estas razones, tiene tanta importancia para los castellonenses convirtiéndose en un signo de identificación de los hechos de los antepasados, de autenticidad del referente más antiguo y auténtico de es la Magdalena, pues el espíritu de nuestros antepasados va con nosotros de romería y este pensamiento es el que nos estimula a hacerla cada año”.
Romeria de les Canyes, símbol de l'entitat d'un poble
Esperanza Molina
El 4 de gener de 2017 es publicava en el Boletín Oficial del Estado la resolució de la Conselleria d'Educació, Investigació, Cultura i Esport del 18 de novembre de 2016, pel qual es reconeixia a la Romeria de les Canyes de Castelló com a Bé d'Interés Cultural Immaterial.
Amb aquella publicació, la Romeria de la Magdalena quedava reconeguda com el símbol cultural d'un poble, com a homenatge a la seua història i les seues tradicions i com a esdeveniment a salvaguardar. I no era poca cosa, perquè amb això es tancava la porta a una sèrie de polèmiques i debats sobre l'origen de la processó, el seu caràcter penitencial o religiós o la seua simbologia únicament civil.
Quin és el significat real de la Romeria dels Canyes?
El significat real de la Romeria de les Canyes és múltiple quant a que representa:
Una commemoració histórica, Una processó penitencial, però també, en l'actualitat, és un Ritu d'afirmació col·lectiva de la pròpia identitat d'un poble.
Commemoració histórica
Un dels significats de la Romeria de les Canyes, està lligat a un fet de commemoració històrica.
Per a això cal remuntar-se al segle XIII, i concretament, a la campanya de Jaume I per a reconquerir el Regne de València, de domini musulmà. Aquella ‘reconquesta’ es va establir per etapes i la primera d'elles es va centrar en la zona nord de la Comunitat Valenciana.
I per a això, va resultar fonamental comptar amb un punt estratègic de control i vigilància des del qual es dominara tota l'extensió de la Plana. Es tractava del Castell Vell, en la falda del Desert de les Palmes. Una edificació d'origen romà, transformat pels moros, que ja fora utilitzat pel Cid en la seua incursió que va donar com a resultat la conquesta de València.
Ara bé, la campanya militar havia d'estar acompanyada per un procés d'ocupació mitjançant l'assentament de població estable i ‘amiga’, en aquest cas, cristiana, per a consolidar les fronteres del territori ocupat.
Els primitius habitants de Castelló residien a la muntanya, en alqueries disperses, i possiblement situades entorn de la Font de la Reina, que ja era coneguda com una font de salut.
I, reconeixen, els historiadors, que la fundació d'una ciutat emmurallada amb la qual consolidar el seu domini sobre els terrenys de la Plana, va ser un dels seus principals objectius. El Conqueridor va concedir un primer permís de trasllat al seu oncle l'Infant Nuño Sancho, a qui va atorgar el senyoriu de la Plana en un document datat el 8 de març de 1239, pel qual autoritzava la colonització de 54 nous veïns, de naturalesa cristiana, per a formar un nucli de població emmurallat. No obstant això, aquest assentament no va fructificar.
Amb motiu de la rebel·lió dels moros en les terres ocupades i el rei els comminava al desterrament en 1248. Amb la defunció de Nuño Sancho, els terrenys de la Plana havien sigut concedits a un altre oncle del monarca, l'infant Pere, que es va molestar per la intromissió del rei en ‘els seus assumptes’ en aquelles terres que li havien sigut adjudicades. El 27 de febrer de 1249, una laude arbitral de la reina Violant, ‘Yoles’, va establir un repartiment de concessions en el qual la zona de Castelló es deixava sota el senyoriu de Ximén Pérez d'Arenós.
Aquesta decisió es va formalitzar amb el ‘Privilegi de Trasllat’ signat a la ciutat de Lleida el 8 de setembre de 1251.
Processó Penitencial
Però la Romeria de les Canyes està reconeguda a l'origen com una processó penitencial.
Tal com queda recollit en el decret del BIC de la Romeria de les Canyes, l'origen de la romeria estaria relacionat amb les rogatives penitencials que van sorgir en l'Edat Mitjana, vinculades a “les pestes que assotaven aquesta terra amb freqüència”. Rogatives que, en altres casos també es convocaven en ocasió de catàstrofes, terratrémols o per a invocar la pluja quan la sequera es feia insuportable.
La primera referència històrica de la Romeria dels Canyes de Castelló està documentada en 1375. Segons assenyala el decret del BIC, el caràcter penitencial de la romeria va quedar reflectit en 1503, quan el Consell va aprovar la convocatòria de 7 processons per la sequera, en la qual una d'elles estava dirigida a l’ermitori de la Magdalena. I fins i tot assenyala, que es conserven els albarans de les despeses de les processons realitzades a la citada ermita en 1572, ja que es va convertir en costum cada vegada que que la sequera assotava la zona.
Ritu d'afirmació col·lectiva de la pròpia identitat
La suma d'aqueixos dos relats paral·lels, portaran a identificar la Romeria de la Magdalena com una protecció penitencial, però també com l'esdeveniment d'afirmació col·lectiva que commemora el naixement de la ciutat sobre la base d'una data concreta: el terc