La alcaldesa no recibe las notificaciones que se pasan por registro porque se desvían a los departamentos
Esperanza Molina / Castellón Información
Los concejales del Acuerdo de Fadrell vetaron las cinco mociones presentadas por los grupos de la oposición sin más respuesta de que todo son ataques concertados por la derecha, fundamentalmente, el PP para generar conflictos vecinales. Eso y aunque se reconoció que la rotura del colector provoca inundaciones en la Marjalería, y que la alcaldesa, como admitió ella misma, no recibe las firmas ni las notificaciones vecinales; posiblemente porque cuando llegan al Registro se desvían a los diferentes departamentos municipal.
Tampoco generaron mayor historia las explicaciones de la concejal Mónica Barabás sobre el ciberataque municipal. Todos ensalzaron a los técnicos, pero los políticos jugaron a la política. El grupo de Fadrell rindió homenaje a Barabás, y la oposición la crucificó.
Fue en un pleno ordinario que, por poco contenido, no llevaba nada en el Despacho Ordinario, pero si cinco mociones con cinco debates en el extraordinario; eso y la comparecencia voluntaria de Mónica Barabás para dar explicaciones del ciberataque; y la propuesta ciudadana sobre las campanas de Castellón.
Regeneración del Mercado Inmobiliario
La primera moción debatida fue la presentada por Vox, para la regeneración de mercado inmobiliario.
Defendida por Luciano Ferrer, proponía: “incrementar los recursos técnicos y humanos de este ayuntamiento encargados de la redacción de los informes técnicos para la concesión de licencia. Limitar la exigencia de la obtención de licencia previa a las obras de edificación de nueva planta. Promover la colaboración entre el ayuntamiento y las entidades privadas a efectos de realizar actividades de rehabilitación de vivienda. Facilitar los acuerdos en materia de reformas y mejoras en comunidades de más de un propietario. Y fomentar la colaboración entre el ayuntamiento y las entidades privadas a efectos de aumentar el parque de viviendas de protección oficial.”
Solo Esteban Ventura, de CS, y Mª Jesús Garrido, por parte del equipo de Gobierno, entraron en el debate.
Y en el debate, si es que se puede denominar así, hablaron de todo menos de la propuesta de VOX. Ventura criticó la gestión de la concejalía de vivienda y Mª Jesús Garrido, por el gobierno, basó su discurso en los excesos del PP desde la época de Aznar.
El tripartito tumbó la moción.
Bonificaciones y ayudas a las familias numerosas
La segunda moción, también de VOX, no corrió mejor suerte. En este caso, solo David Donate, por parte del equipo de Gobierno, le dio cuerda y fue para agarrarse a un clavo ardiendo. Que si en la moción citaba a las mujeres como únicas responsables del hogar… que, si ya había bonificaciones, pero no en relación con el número de hijos sino a otros conceptos. Y ojo, con un punto de mucha mala baba cuando le preguntó a Luciano Ferrer, si pedía lo mismo para las familias numerosas inmigrantes.
Aquí, Ferrer respondió como un señor a una pregunta formulada con muy poca elegancia y con peores intenciones. Porque le contestó que las ayudas que pedían eran para todos los ciudadanos, incluidos los inmigrantes legales. Además, recordó el grave problema generacional de una sociedad que cada vez tiene menos hijos para un futuro incierto.
El tripartito tumbó la moción.
En explicación de voto, Juan Carlos Redondo certificó el descenso de natalidad y la modificación de la curva poblacional… además de incidir en que el PP era partidario de bajar los impuestos.
Soluciones a los problemas de inundaciones de la Marjalería
Más juego tuvo la tercera del día; una moción del GMP para que el ayuntamiento redignifique y soluciones los problemas de la Marjalería.
Aquí lo que se denunciaba es que, durante los últimos años cada vez son más intensas las inundaciones en la zona de la Marjaleria sin que se utilicen las estaciones de bombeo para bajar el nivel. Además, denunciaba Sergio Toledo Toledo, del GMP, el colector central de la Marjalería lleva dos años roto y no se acometen las obras de reparación que tienen un coste de 200.000 euros.
Toledo denunció que la alcaldesa no atendía las propuestas de reunión de los vecinos, que solicitaron su atención el pasado més de julio con el respaldo de 300 firmas.
Aquí la alcaldesa se le quedó mirando y le preguntó ¿Tiene las firmas? Como Toledo respondiera que si, y entonces la primera edil le solicitó el documento porque a ella no le había llegado nada.
Por parte del equipo de gobierno fue Carmen Ribera la que intervino, y no lo hizo con demasiado acierto. Podía tener una parte de razón, al querer recordar que fueron las edificaciones incontroladas de la Marjalería las que han roto poco a poco la costosísima obra de canales subterráneos que desecan la zona.
Pero con discurso propio o ajeno que ya llevaba escrito, tanto en su primera intervención como en su réplica, no supo expresarlo. Y, finalmente, solo pudo decir que la misma propuesta ya había pasado por pleno en abril de 2018.
En resumen. Nada. El tripartito tumbó la moción.
Negocios de hostelería en la calle Campoamor
En la cuarta, el GMP solicitaba que se permitiera a los locales de hostelería de la calle Campoamor poder sacar mesas y sillas a la calle para mantener sus negocios “sin obstaculizar el paso de vehículos y peatones”.
La defendió María España, quien relató el difícil momento que están viviendo muchos de los comercios y hosteleros de la ciudad.
También fue un debate a dos, porque solo el concejal de movilidad, Jorge Ribes, respondió a la llamada en nombre del equipo de Gobierno.
En honor a la verdad, el punto de chulería que ha exhibido Ribes en sesiones anteriores, por fortuna no se dejó ver… o por lo menos con la intensidad de otras veces. Pero tampoco esta vez cedió el equipo de gobierno. Según Ribes no es compatible que una calle sea peatonal con que tenga terrazas, y permitir las mesas y sillas en Campoamor, aunque sean pegadas a la pared no es compatible con las ordenanzas. Por abreviar, una vez más: no. El tripartito tumbó la moción.
En explicación de voto, Vox y CS reivindicaron la suspensión temporal de las ordenanzas para promover la supervivencia de comercios y negocios.
Las explicaciones de Barabás
Las explicaciones Mónica Barabás sobre el ciberataque sufrido por el ayuntamiento el pasado 30 de marzo no aportaron nada nuevo a lo que ya se sabía y se ha publicado durante el último mes. Pero si, dio la cara y de forma voluntaria.
Sus compañeros del grupo de gobierno la subieron a las nubes. Nunca nadie había trabajado tanto y con tanto esfuerzo para resolver una situación tan extrema como esta. Pero la oposición no le dio cuartel. ¡Bueno!, no dio cuartel al equipo de gobierno.
El Ayuntamiento es la víctima, señalaba una y otra vez la concejal. Pero los grupos de la oposición le recordaron que las víctimas son también los ciudadanos y sus datos.
El mejor discurso fue quizá el de Ignasi Garcia de Compromís, porque sin entrar en jardines se remitió a citar por sus nombres a los técnicos que se han dejado la piel durante estos días
