Cerrado el ciclo del Mundial de Qatar, con más pena que gloria, nuestra federación y Luis Enrique han llegado a la conclusión de que su etapa al frente de del equipo nacional ha llegado a su fin de mutuo acuerdo.
Hoy mismo, se nos confirma que su sucesor va a ser Luis de la Fuente, que hasta ahora ha estado al frente de las selecciones más jóvenes con singular acierto y excelentes resultados durante casi una década.
Con un perfil muy distinto al de su predecesor, aunque tiene casi diez años más que el asturiano o precisamente por eso, siempre ha sido muy discreto y ha huido de protagonismos.
Ha sabido pasar desapercibido en su vida al frente del futbol formativo y en mi opinión la elección no podía ser más acertada.
Tampoco Marcelino, hubiera sido una mala alternativa, pero teniendo en cuenta el profundo conocimiento de todos los jugadores que vienen controlando el conjunto de los técnicos de la plantilla de la Federación Española de Fútbol y de su absoluta desvinculación de cualquier equipo español de élite, creo que han puesto la guinda adecuada a nuestro pastel del balón pie.
Podrá disponer de unos meses sin compromisos competitivos de mucho nivel, para poder acoplar al grupo de futbolistas que considere oportuno, llevando a cabo un cambio generacional, ya que algunos de los pilares en los que se ha apoyado nuestra selección, ya han llegado al tramo final de sus carreras.
En las últimas alineaciones se pudieron detectar fácilmente, los puntos más fuertes y los más débiles.
Contando con la calidad excepcional de jugadores como Rodrigo Hernandez y Laporte en defensa por delante de Unai Simón (en principio los tres indiscutibles, pese al mal juego con los pies del guardameta) sobran alternativas en defensa para poder acoplarse a jugar con tres centrales y dos carrileros o con defensa de cuatro.
Fundamental va a ser buscarle el recambio más adecuado para suplir la baja de un Busquets omnipresente, que siempre facilitaba alternativas para iniciar nuestro futbol de ataque.
La mejor opción y de menos riesgo sería la de Rodrigo Hernández, aunque sin duda habrá otras válidas en el futbol vasco, que permitirán variar los peones para estas posiciones.
Siendo muy válidos tanto Pedri como Gavi, mucho me temo que van a tener competencia aportada por De la Fuente, que ofrezca diferentes alternativas, porque en las selecciones inferiores, siempre tuvo a gente muy responsable y con excelente técnica que le llevaron a clasificaciones muy brillantes.
En ataque disponemos de excelentes delanteros y mediocampistas de ataque y considero que esas tácticas tan habituales como con muy pocas alternativas que les ofrecía a sus jugadores Luis Enrique, acabaran dejándoles un margen de maniobra a los hombres elegidos por De la Fuente, para que cada uno aporte su genialidad y creatividad en el él último tercio del campo contrario.
Por todo lo expuesto, tengo que felicitar la decisión de un Rubiales que no es santo de mi devoción.
Pero en definitiva, él va a ser la persona en la que descarguemos todos los aficionados españoles, nuestras alegrías o sinsabores, cuando vayan llegando.
Mucha suerte, porque si la tiene, todos nos sentiremos más felices.
Hasta la semana que viene amigos.
