El motivo es la jubilación de su dueño, Antonio Almazán, que tras asumir la dirección del establecimiento en el año 1978, pondrá punto y final a su etapa como responsable del popular asador
La Tasca el Pollo cerrará definitivamente este próximo mes de septiembre, después de 45 años en los que ha sido uno de los puntos de encuentro más populares de Benicàssim. El principal y único motivo es la jubilación de su dueño, Antonio Almazán, que tras asumir la dirección del establecimiento en el año 1978, pondrá punto y final a su etapa como responsable principal del popular asador.
Muchos castellonenses y turistas hacían la pertinente parada en la Tasca el Pollo para degustar sus pollos a l’ast, sea en mesa o para llevar, así como sus tapas o platos combinados con vistas al mar. Este bar de toda la vida daba al cliente lo que prometía, no es un establecimiento con pretensiones de alta cocina, es un asador a la antigua usanza que verano tras verano no ha parado de ganar adeptos a lo largo de sus años de vida.
El establecimiento, situado a menos de un kilómetro de distancia del Eurosol, fue fundado por dos familias castellonenses, siendo una extensión natural de la pollería Martí, que en diciembre de 1975 abrió sus puertas en Castellón de la Plana, en la calle Navarra. Tras el éxito de esta pollería castellonense, y con la enorme masa social que acogía el pueblo de Benicàssim durante los meses de verano, en marzo de 1977 decidieron abrir las puertas de la actual Tasca el Pollo en la playa de esta localidad.
Un año después de su apertura, se sumó a este nuevo proyecto su actual dueño, Antonio Almazán. Tras trabajar para las dos familias fundadoras de la Tasca el Pollo, aceptó el puesto de gerente del establecimiento en 1988; en el año 2004, pasó a ser socio de la empresa tras la jubilación de uno de los propietarios; y finalmente 2013, se quedó ya con la totalidad de la firma tras la jubilación del segundo fundador.
Este local lleva triunfando toda la vida, aproximadamente pasan por él entre 30.000 y 40.000 personas cada temporada de apertura, que se extiende desde Semana Santa hasta mediados de septiembre. Una de las principales razones de este éxito son sus famosos pollos a l’ast, que siempre han estado entre los platos más conocidos y demandados por los castellonenses. Han sido varias generaciones las que acudían en época estival a este establecimiento con familia o amigos durante muchos años. Por este motivo, no hablamos del cierre definitivo de un lugar cualquiera, sino de un establecimiento que ha formado parte de los veranos de muchos castellonenses y turistas.
La fecha definitiva del cierre no se ha fijado todavía, lo que es seguro es que será en el mes de septiembre, en una fecha próxima a la segunda semana del mes. A partir de aquí, los propietarios del establecimiento ubicado en la Avenida Ferrandis Salvador, tendrán que tomar la decisión de qué hacer con este ya icónico espacio de Benicàssim.