La entidad critica que los precios que oferta la promotora a los agricultores afectados está “muy por debajo” del justiprecio aplicado en otros procesos en la zona
La Unió Llauradora ha denunciado que la gran planta fotovoltaica proyectada en la Plana Baixa, promovida por Arada Solar, que es filial de la multinacional noruega de renovables Statkraft, destrozará 570 parcelas agrícolas de suelo útil de regadío y con gran valor agroecológico.
Ante el impacto “evidente”, La Unió muestra su oposición ante la grave pérdida de superficie agraria y el daño que provoca el proyecto a unos agricultores que han hecho junto a las Administraciones una importante inversión en sus campos, también con modernización de regadíos, y que ahora verán como ese esfuerzo queda en entredicho.
En caso de llevarse a cabo este proyecto, la entidad entiende que se perdería una importante zona de cultivo agrícola y en consecuencia se verían afectadas en gran medida las entidades de riego que suministran el agua a la zona planteada. Dada la gran extensión afectada, puede llegar a provocar la inviabilidad de la actividad que desarrollan y su desaparición como colectivo de riego, según las mismas fuentes.
El proyecto prevé ocupar más de 280 hectáreas de suelo para la implantación de casi 339.000 módulos fotovoltaicos en los términos municipales de Vall d'Uixó, Xilxes, y Moncofa. También contempla la construcción de una nueva subestación eléctrica donde evacuará la planta mediante una línea de media tensión de casi 18 kilómetros de longitud, que atravesará los términos de la Vall d'Uixó, Nules, Burriana, les Alqueries, Vila-real y Betxí.
Los precios que ofertan los promotores a los propietarios de los terrenos varían si es en propiedad o en arrendamiento. En el primero de los casos ofrecen 2.500 €/hanegada, que aumentan hasta los 2.800 si se trata de cítricos. Para el segundo ofrecen una renta anual de 150 €/hanegada, que sube hasta 650 € para cítricos y una prima a la firma de 200 €/ha.
Son precios, según La Unió Llauradora, que se sitúan por debajo de lo que marca como justiprecio el Jurado Provincial de Expropiaciones de Castellón en los últimos procesos expropiatorios de tierras de cultivo por la zona, ya que prácticamente triplican los de Arada Solar. "Un agricultor con ese dinero que le ofrecen es complicado que pueda comprar otro terreno cerca y acometer las inversiones necesarias para llevar a cabo un nuevo proyecto agrario", asegura La Unió.
La planta ha conseguido ya el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para seguir tramitándose y encara la recta final de la tramitación administrativa. Solo le resta la autorización administrativa de construcción y las licencias municipales para dar curso a las obras de construcción. En este último aspecto, La Unió se dirigirá a todos los ayuntamientos afectados para que rechacen el proyecto.