Los daños sí que han sido localmente graves en localidades del Baix Maestrat como Vinaròs y Benicarló, y algunas de la Plana Baixa
Castellón Información
La Unió de Llauradors informa que las lluvias torrenciales de los últimos cinco días no han provocado daños generalizados en el campo valenciano, aunque sí localizados y graves en determinadas zonas como pueden ser la de Vinaròs-Benicarló, Pedralba o algunas localidades de la Plana Baixa, sobre todo.
En estos últimos ámbitos territoriales de las comarcas castellonenses del Maestrat o la Plana Baixa, y de las comarcas del Camp de Túria y la Serranía, entre otras, sí que se observan fuertes daños en infraestructuras (márgenes, acequias, instalaciones de riego, etc) y vías de comunicación como caminos destrozados debido a la fuerza y arrastre de las aguas de las lluvias ocurridas desde finales de la pasada semana y hasta ayer donde el pedrisco también afectó en los últimos coletazos de esta DANA a los cultivos de cítricos y caqui en las comarcas de la Costera y la Vall d’Albaida.
Cabe indicar también que las intensas lluvias han podido provocar daños en los cítricos, caquis y hortalizas de temporada, fundamentalmente, de algunas zonas de Castellón y Valencia, sobre todo por los efectos del pedrisco y también por las elevadas rachas de viento. En algunas parcelas del Maestrat a los daños de ahora se les suman los del pedrisco de principio de agosto.
La Unió indica que solicitará a Agroseguro la agilización urgente de la peritación de las parcelas siniestradas y reclama, como ya ha hecho para los anteriores siniestros de este año, la concesión de ayudas directas, la condonación del IBI de las parcelas cultivadas y construcciones presentes en ellas, el reparto gratuito de producto fungicida para cicatrizar, la bonificación de las cuotas de la Seguridad Social durante un año, el establecimiento de préstamos con interés subvencionado y también una serie de actuaciones y ayudas para las cooperativas comercializadoras afectadas.
No obstante, la organización agraria indica que se esperaba con mucho temor este episodio de fuertes lluvias, pero al final han sido beneficiosas en general, salvo en los lugares localmente más afectados, porque recargarán los acuíferos y ahorrarán riegos que supondrá un pequeño alivio ante el elevado precio actual de la electricidad, aumentarán el calibre de las producciones pendientes de recolectar, limpiarán los árboles ante posibles plagas y enfermedades y servirán para regenerar los pastos para alimentación animal.