La organización resalta la importancia de establecer una política rural y ruralista que mantenga la población y la actividad agraria en nuestros pueblos como punto fundamental de mantenimiento de nuestros bosques
La Unió Llauradora i Ramadera solicitará a la Generalitat y Gobierno central que establezcan una serie de medidas que sirvan para hacer frente al grave daño que está dejando en las zonas rurales afectadas por el incendio del Alto Mijares y también otras para evitar que se produzcan en el futuro.
La zona del incendio del Alto Mijares es claramente rural, donde aparte de una gran masa forestal existen también cultivos de secano y ganadería (granjas y asentamientos apícolas). Los apicultores necesitarán apoyo económico pues habían iniciado la campaña de la miel de romero y ahora deberán recuperar la capacidad productiva que no será fácil y transcurrirán varios años. En las granjas, aparte de aquellas que se hayan calcinado completamente, estarán otras donde los cortes de agua y electricidad han podido ocasionar mortandad de animales y allí donde sobrevivan necesitan ahora agua y alimento. Los agricultores y ganaderos necesitarán así ayudas para volver a empezar con su actividad en los campos y granjas.
Se evidencia que en todas las zonas afectadas por este grave incendio el despoblamiento avanza y el rejuvenecimiento es prácticamente nulo. Por ello LA UNIÓ desea resaltar la importancia de adoptar desde las instancias públicas una política rural y ruralista que mantenga la población y la actividad agraria en nuestros pueblos como punto fundamental de mantenimiento de nuestros bosques, con incentivos sobre todo a los agricultores y ganaderos jóvenes que deseen trabajar y mantenerse en el sector. LA UNIÓ apuesta por trabajar desde el territorio rural y con los habitantes de este. “Las políticas actuales basadas en la extrema protección no han funcionado y acaban convirtiéndose en desprotección, hay que hacer un modelo de gestión forestal diferente”, afirma Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ.
La organización quiere resaltar y poner en valor el trabajo de los efectivos de lucha contra los incendios tanto por las dificultades de este en pésimas condiciones por la orografía, vientos cambiantes y humedades muy bajas, como por la profesionalidad con la que realizan sus responsabilidades y, como no, mostrar toda la solidaridad con las personas de las poblaciones afectadas con la esperanza puesta en una pronta recuperación de nuestro territorio.
LA UNIÓ, ante los daños ocasionados, considera que existen una serie de cuestiones que deberían mejorarse para estos y posteriores incendios que de forma irremediable se producirán y que afectarán principalmente a monte, pero también a zonas cultivadas o abandonadas que antes se cultivaban y que han dejado de hacerlo por no tener relevo generacional o por falta de rentabilidad.
En esta línea, LA UNIÓ reclama una batería de propuestas para afrontar los efectos de los incendios forestales. Como medida más urgente la organización pide que en la medida de lo posible se pueda acceder junto a los efectivos de bomberos a las granjas afectadas para dar agua y comida a los animales que han sobrevivido. En este sentido, sería necesario llevar cubas de agua a las granjas que las necesitan. Sería importante a juicio de la organización que se presupueste anualmente una dotación económica suficiente para compensar a los propietarios de terrenos agrícolas que disponen de cuba de agua y que se haya utilizado en la extinción de incendios o para suministrar agua a las granjas de las zonas incendiadas.
LA UNIÓ exige también a la Generalitat y Gobierno central que destinen ayudas directas a los agricultores y ganaderos afectados para que vuelvan a la normalidad productiva lo más pronto posible, pero también que destinen ayudas directas a las parcelas que se encuentran en zonas geográficas de peligro de incendio ya que son el mejor cortafuego para evitar la posterior propagación.
LA UNIÓ también considera que la ganadería extensiva es fundamental para evitar los incendios forestales y por ello propone que se modifique la orden de ayudas para el control de la vegetación natural mediante el aprovechamiento ganadero extensivo para hacerla menos enrevesada ya que ahora presenta muchas dificultades para poder cuadrar los lugares de pasto con la realidad del territorio. Además, habría que agilizar su tramitación y resolución. En casos como los incendios que se están sufriendo hay que establecer urgentemente corredores para el acceso a superficies de pastos y evitar sobrecostes por alimentación con piensos o paja.
La organización propone así mismo que se realice un seguimiento de las parcelas afectadas por un incendio y se compensen las pérdidas de producción en los años siguientes al siniestro por poda severa de recuperación o quema definitiva del cultivo. Del mismo modo LA UNIÓ pide que se concedan ayudas a las personas propietarias de monte privado afectado por un incendio para su posterior limpieza.
También solicita a la Conselleria de Agricultura que asuma la franquicia del seguro agrario correspondiente a este riesgo de incendio y de fauna salvaje. Sobre este aspecto de la fauna demanda que se facilite, con la distribución de precintos, la caza en zonas post-incendio con elevada población de fauna salvaje para evitar más daños en las parcelas afectadas y no afectadas por la falta de alimento para los animales.