La ejecutiva estatal de ambas organizaciones se ha reunido hoy para analizar la situación de la plaga y pedir indemnizaciones
Castellón Información
LA UNIÓ de Llauradors y el resto de organizaciones que componen la Unión de Uniones consideran que el problema de la bacteria de la Xylella no sólo afecta a las comunidades autónomas afectadas (Comunitat Valenciana y Baleares), sino que dada su gravedad compete también de forma clara a las autoridades europeas y a las estatales.
Hoy, la comisión ejecutiva estatal de la Unión de Uniones se ha reunido en Valencia con su homóloga de la Unió de Llauradors para analizar la situación y poner en marcha una estrategia conjunta en todo el territorio estatal que sirva para informar a los agricultores y frenar su posible expansión.
Esta organización considera que tanto desde la Unión Europea como desde el Ministerio de Agricultura se debe apoyar a las comunidades autónomas afectadas tras la aparición de casos positivos de Xylella (Comunitat Valenciana y Baleares) y “no desentenderse de un asunto que es muy grave y que podría ser letal para la agricultura de las zonas donde entra si no se aplican las medidas adecuadas y se incentiva a los agricultores para que arranquen sus árboles”.
La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, es “ministra de todos los agricultores españoles y no puede mirar hacia otro lado cuando se habla de Xylella, dejando toda la responsabilidad única y exclusivamente en las comunidades autónomas”.
La Unión de Uniones indica que del mismo modo que hubo un gran apoyo en su día desde las instancias europeas y estatales para el tema de las vacas locas, lo mismo habría que hacer ahora con la Xylella. En este sentido la organización apuesta por establecer actuaciones coordinadas desde el Gobierno central de forma que se emprendan planes de erradicación en las zonas afectadas, y no simples medidas de contención, con indemnizaciones suficientes y razonables para los agricultores damnificados.
A juicio de la Unión de Uniones “para conseguir una rápida erradicación de la plaga y evitar un avance de la misma, hace falta la seguridad de que exista una dotación económica adecuada que facilite la denuncia por parte de los productores que la detectan y que quede garantizada por tanto una indemnización justa para los mismos”.
La Unión de Uniones viene haciendo un gran esfuerzo para informar en las zonas de riesgo a los agricultores para que en primer lugar sean conocedores del grave riesgo que corren sus explotaciones y, en segundo lugar, para que, conociendo los síntomas, denuncien inmediatamente cualquier anomalía que observen en sus árboles.
La Unión de Uniones solicitó en marzo al Ministerio de Agricultura información acerca de los recursos económicos que se disponían desde el Ministerio en caso de detección de Xylella en las diferentes comunidades autónomas y la indemnización que estaba previsto establecer en función del cultivo, superficie, etc. También propuso a Isabel García Tejerina que se contemplara el arranque y destrucción de la plantación como una cuestión de interés general y se siguiera así un procedimiento similar a la expropiación, para que quedara garantizada por un lado la dotación económica de las partidas económicas para indemnizar al propietario y también los principios de equidad y seguridad jurídica. La respuesta no se conoce, porque no ha contestado.
La organización desea así mismo que se investigue quién y cómo ha entrado la bacteria en el Estado español, que se conozca con total transparencia y que se depuren posibles responsabilidades patrimoniales.
Información Xylella
La bacteria Xylella fastidiosa afecta al olivo, a la vid, así como a los frutales, entre ellos los almendros y los cítricos, y a numerosas plantas ornamentales en distintos países y fue detectada en primer lugar por lo que se refiere a la Unión Europea en Italia en 2013 donde ya ha causado la muerte de miles de olivos en el sur; después se expandió a Francia en 2015 con dos brotes en Córcega y la Costa Azul. Recientemente se detectó también en Alemania. Fue detectada el pasado año en el Estado español en Baleares y ahora en la Comunitat Valenciana.
La Xylella fastidiosa es una bacteria con gran potencial de daño económico para los cultivos mediterráneos. Se dispersa mediante vectores (insectos chupadores) y ataca a diversas plantas de gran viabilidad económica, como la vid, el olivo, el almendro, el ciruelo, el melocotonero y los cítricos, sin que existan actualmente métodos eficaces de curación. Por este motivo, en Italia y Francia solamente se ha podido actuar erradicando y quemando las plantas contaminadas y prohibiendo la circulación de plantas de las zonas afectadas.