Situado en el barrio Carbonaire, se renovará con la ayuda de más de 250 voluntarios provenientes de toda la geografía española
Castellón Información
Después de casi 30 años celebrando sus reuniones en la Calle 3, la comunidad local de los Testigos de Jehová comienza la renovación de su lugar de culto con el objetivo de convertirlo en un lugar mucho más cómodo, moderno y seguro y que pueda cubrir las necesidades actuales de la comunidad.
Tras la renovación, el nuevo auditorio contará con capacidad para 123 personas y estará equipado con un novedoso sistema de ventilación así como con nuevo equipamiento. Se ha hecho un esfuerzo especial para que el nuevo complejo sea 100% accesible y que las personas con diversidad funcional puedan acceder a todo el local cómodamente.
Los trabajos, que se iniciaron esta pasada, y que continuarán durante los próximos meses, se están llevando a cabo íntegramente por trabajadores voluntarios que participarán en el proyecto. Aunque la mayoría de los voluntarios pertenecen a la comunidad local de los Testigos de Jehová de La Vall d’Uixó, están siendo ayudados por un grupo de construcción formado por compañeros voluntarios que han venido desde diferentes puntos de la geografía española, tales como Toledo, Huelva, Granada o Cáceres. Se espera que durante los meses que dure la obra participen en total más de 250 voluntarios diferentes. Para dar soporte a tantos voluntarios, se ha instalado un comedor de obra temporal en la misma barriada en el que cada día acuden a comer los voluntarios que participan. La elaboración de las comidas y la atención del comedor también se atienden mediante voluntarios, al igual que el sistema de vigilancia 24 horas implementado por la dirección de obra.
La prevención de accidentes está siendo una de las prioridades de los supervisores y cada día, antes de iniciar los trabajos, se imparten charlas en materia de seguridad. Tal es la preocupación por la seguridad, que los vecinos que pasean por la avenida se están acostumbrando a ver a un grupo de jóvenes ataviados con cascos, gafas de seguridad, reflectantes y todo tipo de artilugios en materia de prevención de accidentes.
Muchos de los voluntarios son profesionales altamente cualificados del mundo de la construcción, sin embargo, otros son jóvenes, madres, amas de casa, estudiantes y jubilados, vecinos que anhelan poder poner su pequeño granito de arena y colaborar en una construcción que llevan muchos años esperando con ilusión.
