Una primera fase en la que se llevará a cabo la consolidación de la cubierta y la rehabilitación de las paredes exteriores para frenar el proceso de degradación
Esta semana han comenzado los trabajos de rehabilitación de la Torre del Repés, uno de los vestigios más destacados de las murallas de l’Alcora, junto con los portales de Verdera y Marco.
“Queremos recuperar y poner en valor este emblemático edificio”, ha manifestado el alcalde, para ello, se está llevando a cabo una primera intervención consistente en la consolidación de la cubierta y la rehabilitación de las paredes externas con una inversión de 47.870 euros.
Falomir ha destacado que “era necesario frenar el proceso de degradación que presenta la torre antes de que la edificación y sus elementos llegasen a un estado irrecuperable”. Al respecto, ha explicado que, actualmente, la cubierta presenta roturas y desprendimientos, lo que conlleva la entrada de agua al interior y, como consecuencia, la aceleración de su deterioro. También los forjados interiores están en mal estado -ha señalado- por lo que se apuntalarán para reforzar la seguridad. Además, “con el objetivo de mostrar el parámetro original, se rehabilitarán los muros de mampostería, eliminando los revestimientos añadidos impropios y dejando vistos los distintos aparejos de piedra que conforman sus muros”.
El primer edil ha señalado que “se trata de una primera intervención, una puesta a punto necesaria. El objetivo es ejecutar próximamente otro proyecto y, de esta manera, completar la recuperación de este emblemático inmueble para el uso y disfrute de vecinos y visitantes y sumar así un importante atractivo a nuestra localidad”.
Como ha recordado la concejala de Cultura y Patrimonio, Ana Huguet, la también conocida como Torre del Reloj se alza poderosa y robusta en pleno casco urbano de l’Alcora, concretamente, en la plaza del Patio. Mimetizada entre los edificios que se han ido anexando, en su fachada se aprecian los óculos de iluminación, cantonera de sillería y remate de almenas y merlones que la muestran imponente.
Fue erigida como una de las torres de la muralla que circundaba el núcleo medieval de l'Alcora, datado en el siglo IV. Tenía una doble función, por una parte servía como refuerzo del sistema defensivo, y por otra parte, como puerta de acceso a la población.
“Con el paso del tiempo, esta edificación medieval, que ha pervivido hasta nuestros días, ha ido amoldando su forma y función a las distintas necesidades que la sociedad alcorina requería, sin perder su carácter emblemático”, ha explicado.
El primer trabajo de la atalaya fue la defensa de la entrada principal a la población para, en la época medieval, convertirse en balanza de control del peso de las mercancías que entraban o salían del recinto fortificado (de ahí proviene su actual nombre), y acabar, desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, siendo una cárcel. Esta última es la función que más ha perdurado en el tiempo, de la que quedan importantes vestigios en la actualidad.
Inversión “histórica” en recuperación patrimonial
“Desde el Gobierno local estamos plenamente volcados en la recuperación y puesta en valor de nuestro patrimonio”, ha explicado Huguet. “De hecho, en esta legislatura se ha realizado una inversión histórica de 800.000 euros en esta materia”, ha subrayado.
Asimismo, la concejala ha resaltado el trabajo realizado desde el Ayuntamiento para conseguir fondos. Al respecto, ha indicado que el 75% de las actuaciones están subvencionadas con ayudas procedentes de la Generalitat Valenciana, Fondos Feder, la Diputación de Castellón, Grupo Torrecid y Caixa Rural l'Alcora.
Entre otros proyectos, Huguet ha puesto como ejemplos las actuaciones realizadas en la Real Fábrica del Conde de Aranda y en el Castillo de l'Alcalatén.