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El equipo de esta nueva lanzadera está constituido por 25 personas desempleadas (16 mujeres y 9 hombres), con edades comprendidas entre los 18 y los 40 años. Tienen diversos perfiles formativos (Sin estudios, ESO, Ciclos Formativos Medios y Superiores, estudios universitarios).
Hay participantes que acumulan varios años en paro o que tienen especiales dificultades de acceso al mercado por determinadas casuísticas. Hay quien acaba de finalizar sus estudios y busca su primer trabajo; y quien acumula más trayectoria laboral en distintos sectores, como construcción (cerámica y azulejos), diseño gráfico, administración y finanzas, informática o desarrollo web, entre otros.
De grupo a equipo
La concejala de Economía, María Dolores Parra, ha destacado que se trata de un novedoso sistema que “aprovecha la experiencia de todos los participantes, porque todos tienen algo que aportar” y señala que “gracias al trabajo colaborativo y con la experiencia y cualidades que cada persona puede aportar, sin olvidar el asesoramiento técnico, el equipo puede lograr una mejora en su empleabilidad”.
“La experiencia de otras ciudades donde ya se ha implantado el programa demuestra que funciona”, asegura y se muestra convencida de que en Vila-real “será todo un éxito, porque se ha creado un grupo heterogéneo con cualidades muy positivas y distintas entre sí que servirán para sacar adelante el proyecto”.
Por su parte, Elena Romaguera Martínez, participante el pasado año en la Lanzadera de Valencia, es ahora la técnica de la Fundación Santa María la Real que gestionará la lanzadera de Vila-real durante los próximos cinco meses. Explica que es un grupo heterogéneo, con experiencias muy variopintas, cuya labor ahora es convertirse en un equipo y compartir un mismo objetivo: ayudarse mutuamente para mejorar sus habilidades profesionales, emprender una búsqueda de trabajo más proactiva y coordinada, para contar con nuevas oportunidades laborales.
“Los participantes llegan con grandes expectativas y entusiasmo, muy comprometidos y con gran iniciativa y fuerzas para cambiar su actitud frente al desempleo. Quieren reforzar su marca personal y enfrentarse mejor a las entrevistas de trabajo para aproximarse al mercado laboral con mayores garantías, para diferenciarse y posicionarse mejor ante los empleadores”, detalla Elena.
