Marta Barrachina. Alcaldesa de Vall d’Alba. Diputada y presidenta provincial del PP de Castellón.
Decepción máxima. El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha mantenido esta misma semana una reunión con la ministra de Transporte, Raquel Sánchez, con el fin de abordar los próximos pasos a realizar en el Corredor Mediterráneo, del que por cierto ahora se vuelven a retrasar fechas. ¿Apostamos a que se avecinan nuevos retrasos en el calendario de ejecución de la infraestructura? No tengo dudas.
El resultado de la reunión no ha podido ser más desalentador para los castellonenses, puesto que el principal problema que arrastran ahora mismo los ciudadanos de la provincia en materia de trenes, el de las Cercanías, quedó al margen de la agenda de trabajo. ¿Alguien lo entiende?
En la reunión del ‘president’ con la ministra, volvió a quedar constatada la total docilidad del morellano hacia los desaires de la enviada de Pedro Sánchez a la Comunitat Valenciana. Nos ha quedado claro que la cita era solo una cortina de humo para tapar el estado de guerra civil que vive en clave interna con sus socios del Botànic.
Una vez más, los ciudadanos a la cola. Porque solo así se puede entender que un servicio tan nefasto, con tantos problemas como el que ahora ofrece y arrastra el de las Cercanías, no requiriese ni medio minuto de la reunión. O al menos, no trascendió nada de la misma en la rueda de prensa posterior, que para el caso es exactamente lo mismo.
Nunca en la historia del servicio ferroviario, los Cercanías entre Castellón-Valencia habían sufrido tantos retrasos, tantas cancelaciones, tantos problemas… La falta de inversión y la apuesta por este sistema de transporte público que era modélico han terminado por exasperar de tal modo a los pasajeros del mismo que solo en el último año se han perdido 10.000 pasajeros. Y más que se van a perder. Y lo mismo con los recortes de los servicios entre Castellón y Vinaròs, que el PP dejó en dos frecuencias y ahora se han recortado. El PSOE y la tijera…
Los usuarios del servicio de Cercanías se enfrentan cada mañana a mil y una incertidumbres, y no saben si el convoy que pretendían coger y que en teoría está previsto en el horario oficial, va a salir a tiempo, o ni siquiera si va a salir. Este es el pan de cada día. Luego están las averías, las cancelaciones, las huelgas de maquinistas… El problema es que las personas que van en esos vagones sí tienen unas obligaciones y unos horarios que cumplir, algo que es evidente que al Gobierno regional y nacional no le importa lo más mínimo, porque no se ha tomado ninguna medida para paliarlo.
Una vez más, la gestión del PSOE es sinónimo de empeoramiento de los servicios públicos. Cada vez que los socialistas gobiernan, pierden los ciudadanos, en este caso los usuarios de los Cercanías, a los que el presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, volvió a abandonar a su suerte a pesar de la oportunidad de oro que tuvo. Ya nos queda claro: Puig es más socialista que presidente de los valencianos.
Desde el PP volvemos a denunciar una situación que no va a mejorar. Y por eso exigimos a que convoque de manera urgente la Comisión de seguimiento de los Cercanías entre la Generalitat Valenciana y el Ministerio de Transportes, el foro que tanto reclamaban cuando en Madrid gobernaba el Partido Popular, pero que desde que gobierna el PSOE no se ha vuelto a reunir. Y que se active el Plan de Cercanías del 2017, aprobado por el Partido Popular y presupuestado en 1.400 millones de euros, de los no se ha ejecutado un euro. Solo en este año 2021 deberían haberse invertido 263 millones, si bien la realidad es que no se ha invertido nada. Los castellonenses merecen Cercanías, no ‘Lejanías’.