Sabes, cuando empecé mi tesis doctoral sobre el impacto de los estilos de liderazgo en la satisfacción laboral, pensaba que ya conocía muchas de las respuestas. Pero los datos y las entrevistas realizadas hasta el momento me siguen sorprendido y, sobre todo, me han hecho reflexionar profundamente sobre el papel que jugamos los líderes en el bienestar de los equipos.
Los resultados no solo me han confirmado que el liderazgo marca una diferencia significativa, sino que también han sacado a la luz algunos aspectos que a menudo pasamos por alto, como cómo influyen la edad, el género y la antigüedad en la percepción del liderazgo y la satisfacción laboral.
¿Qué estilo de liderazgo tienes?
En mi investigación, he identificado cómo los diferentes estilos de liderazgo afectan a los equipos. Por ejemplo:
- Liderazgo laissez-faire: Es el estilo más común (37% de los casos) en las entrevistas realizadas y, curiosamente, el menos efectivo. Los equipos bajo este enfoque reportan los niveles más bajos de satisfacción laboral (2,16), en una escala sobre 3. Este estilo suele asociarse con líderes que delegan excesivamente, dejando a los equipos sin guía ni apoyo.
- Liderazgo transformacional: Aunque solo está presente en el 23% de los casos, se relaciona con un mayor bienestar de los equipos (2,35). Los líderes transformacionales generan confianza, inspiran y se preocupan por el desarrollo personal de sus colaboradores.
- Liderazgos combinados: Cuando se mezcla lo mejor del liderazgo transformacional con elementos laissez-faire, los resultados son ligeramente superiores (2,36). Esto demuestra que la flexibilidad y el equilibrio son clave.
Sin embargo, no se trata solo de estilos. Factores como el género, la edad y la antigüedad en la empresa, también tienen un impacto enorme en cómo se percibe el liderazgo y en los niveles de satisfacción laboral.
Los datos obtenidos hasta el momento me han hecho reflexionar sobre cómo las organizaciones pueden apoyar mejor a sus líderes y a sus equipos:
- Liderazgo equilibrado: Es importante que los líderes encuentren un punto medio entre dirigir y permitir autonomía. Ni el exceso de control ni la falta de dirección generan entornos satisfactorios.
- Atención a las edades críticas: Los grupos de 40 a 50 años, tanto de líderes como seguidores a los que entrevisté, tienden a ser los menos satisfechos. ¿Por qué? En muchos casos, este periodo coincide con mayores responsabilidades personales y profesionales. Diseñar programas específicos para apoyar a este grupo puede marcar la diferencia también en tu empresa. Si necesitas ayuda contáctame.
- Reconocimiento y apoyo a los veteranos: Los empleados con más de 10 años en la empresa suelen sentir desgaste. Es fundamental implementar programas de desarrollo, reconocimiento y mentoría para revitalizar su compromiso. ¿Hablamos?
- Igualdad de género: Aunque las mujeres líderes suelen puntuar más alto en habilidades de liderazgo, su menor satisfacción laboral refleja que aún hay trabajo por hacer en términos de apoyo y reducción de barreras.
Una reflexión personal
Liderar no es fácil. Requiere empatía, visión y una gran capacidad para equilibrar las necesidades del equipo con las propias. A menudo, los líderes, especialmente los mandos intermedios, son los eternos olvidados. Nos quedamos atrapados entre las demandas de la dirección y las expectativas de nuestros equipos y curiosamente en mi investigación son los que menor satisfacción laboral presentaron.
Si algo he aprendido es que el liderazgo no es un destino, es un viaje. Y en este viaje, el acompañamiento adecuado puede marcar la diferencia. Como siempre digo: "Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado."
¿Y tú? ¿Cómo está impactando tu estilo de liderazgo en tu equipo y en ti mismo?