Los despachos modernizan sus procesos con IA, videoconferencias y presencia en la red para mejorar la eficiencia y la experiencia del cliente
La tecnología ha cambiado el mundo. Y no solo a nivel particular: empresas y administraciones también se han adaptado a trabajar a través de internet, se han familiarizado con el certificado digital y permiten que los usuarios realicen gestiones desde su casa.
El sector de la abogacía también se ha visto obligado a acometer esta adaptación. Los abogados penalistas han asumido el reto y están dando pasos hacia una transformación tecnológica que haga su trabajo más eficiente y adaptado a los tiempos actuales.
Un modelo obsoleto
Los bufetes especializados en derecho penal son muy relevantes en nuestro país. Estos abogados asumen casos de especial complejidad, en los que los acusados se enfrentan a penas de cárcel o grandes multas.
La importancia de su trabajo hace que estos profesionales estén atentos a cualquier cambio social, con el objetivo de adaptarse rápidamente a ellos para dar la atención más personalizada y adaptada al cliente.
En los últimos años, estos cambios están casi siempre relacionados con la tecnología y la digitalización. Cada vez se trabaja más de manera remota y a través de la red. Y esto hace que el modelo tradicional del abogado que acude a su despacho y recibe a los clientes haya quedado obsoleto.
Según los principales analistas del sector, en muchos despachos de derecho penal existe una ausencia de modernización tecnológica que puede lastrar a estos profesionales. Siguiendo estos análisis, son aquellos abogados penalistas que se van adaptando los que se convertirán en líderes del sector en los próximos años.
Mostrar una actitud proactiva al cambio
Lejos de ser un problema, esta necesidad de adaptación a la digitalización es una clara oportunidad para quienes la asumen como una herramienta más para su día a día.
Y aunque es cierto que existe una reticencia a la hora de implementar tecnología en los despachos, cada vez es más habitual ver cómo los profesionales aprovechan su uso para mejorar la experiencia del cliente.
Esta actitud proactiva hace que los despachos jurídicos dediquen tiempo y financiación para mejorar las estructuras tecnológicas de los despachos. De esta manera, no solo se aporta valor al cliente, sino que incluso se mejora el propio trabajo diario de los letrados.
Digitalización de los procesos
Una de las opciones más interesantes que la tecnología pone a disposición de los abogados es la digitalización de los procesos.
Disponer de toda la documentación de un caso en un servidor virtual permite, en primer lugar, un acceso muchísimo más sencillo y en tiempo real a cualquier expediente.
Con tan solo introducir unos datos en el servidor, el letrado puede comprobar cuál es la última documentación recibida sobre el caso, acceder al DNI del cliente, etc.
La conexión de los servidores a Internet facilita incluso las consultas fuera de horario. De este modo, los profesionales
La implicación de la IA
Los despachos más avanzados incluso están empezando a trabajar con la inteligencia artificial. En este sentido, las herramientas de IA ayudan a varios niveles: ayudan a organizar los expedientes, contribuyen en la redacción de cierta documentación e incluso permiten hacer consultas inteligentes fuera de horario con solo dar ciertos parámetros a la IA.
Como han admitido algunos de los profesionales del sector, la IA va a cambiar la forma de trabajar de los abogados. La evolución de la IA permitirá automatizar ciertos procesos y liberar tiempo a los letrados para que estos se centren en cuestiones más específicas de sus obligaciones de cara a los clientes.
La comunicación a distancia
El uso de los sistemas de comunicación a través de internet ya se hizo común con la pandemia, pero muchos despachos han vuelto a los encuentros 100 % presenciales tras la normalización de la situación sanitaria.
En opinión de muchos expertos, esto es un error. Trabajar con programas de videoconferencias que aseguren la seguridad y confidencialidad de las comunicaciones es una gran herramienta para el día a día de los abogados.
En primer lugar, porque permite acceder a clientes que están situados en otros espacios geográficos. De este modo, se amplía el público objetivo de un bufete, que puede encontrar más casos interesantes en cualquier punto del país.
Por otro lado, facilita la interacción incluso con aquellos clientes que se encuentran cerca. Las videoconferencias no solo son más cómodas porque evitan desplazamientos; cada vez son más las personas que se sienten más tranquilas hablando a través de la pantalla.
Y aunque esto pueda parecer un contra, se puede convertir en un pro, especialmente en el caso de los abogados penalistas, donde es importantísimo que el cliente se sienta lo más protegido posible en todo momento.
La tendencia en ese sentido es clara, la opción de la videoconferencia es más utilizada año tras año en el ámbito judicial. De hecho, las conexiones virtuales han llegado incluso a los juzgados, donde se permite que muchos acusados o testigos se comuniquen con el tribunal a través de una pantalla si las circunstancias lo requieren.
La presencia en la red
Incidir en la presencia de los abogados penalistas en la red parece una obviedad en un contexto en el que casi todos los bufetes cuentan con una página web. Sin embargo, disponer de un portal anticuado y desactualizado no basta.
Los usuarios son muy exigentes, especialmente a la hora de buscar un defensor especializado. La digitalización ha propiciado que cada vez se hagan más búsquedas por Internet a la hora de contratar a un abogado.
La conclusión es evidente: hay que cuidar la imagen digital de cada bufete o profesional. Esto se traduce en la necesidad de contar con una web cuidada, de uso intuitivo y enfocada a que el cliente contacte con el letrado.
A esto se suma la conveniencia de mostrar una presencia virtual en redes sociales, ofrecer una información especializada de calidad y, si es posible, mostrar un mínimo de actividad e interacción con los usuarios.
No se trata de convertirse en un influencer o en un community manager, basta con que el profesional se preocupe mínimamente por estar visible en la red y porque su imagen esté a la altura de los tiempos actuales.
La criminalidad informática
Otro de los grandes retos de los abogados penalistas es el creciente número de casos relacionados con la criminalidad informática. Estafas virtuales, robos de identidad y delitos relacionados con la inteligencia artificial están o estarán a la orden del día.
Esto exige una preparación por parte de estos letrados para afrontar los casos y ofrecer una defensa a la altura de las expectativas del cliente.
Sin duda, el propio manejo de estas herramientas ofrece un conocimiento necesario para abordar los casos. Pero se requiere que, de manera adicional, los letrados se enfrenten al estudio de estas nuevas realidades para especializarse en lo que se ha llamado derecho penal tecnológico.
Sin duda, son muchísimos los retos que los abogados penalistas españoles tienen que enfrentar para adaptarse al mundo digitalizado que ya está presente y al que está por venir.
Conscientes de ello, son muchos los despachos que ya han dado el paso y ofrecen a sus clientes toda una serie de herramientas digitales de calidad. Estas no solo mejoran su experiencia, sino que incluso hacen que el trabajo sea más eficiente y que resulte más fácil obtener los resultados judiciales esperados.