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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 19:57

Los chiringuitos de la playa de Castelló, a la espera de que finalice el anidamiento del chorlitejo patinegro

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El litoral de la capital de la Plan está sujeto a las restricciones del Pativel que no se aplican al ‘vecino del norte’

Los empresarios que han obtenido permiso para la explotación comercial de la playa siguen a la espera de conocer cuando van a tener permisos para poder montar sus negocios, y sobre esto, sigue sin haber fecha conocida. Hasta que no se compruebe que el chorlitejo patinegro ha completado su anudamiento, no habrá mucho que hacer. El Pativel impone unas restricciones a la playa de Castelló que no reconoce a su ‘vecino del norte’

Esperanza Molina/Castellón Información

La Junta de Gobierno de Castelló ha aprobado declarar desiertos dos de los lotes que salieron a concurso para la explotación de las playas durante la época estival. Se trata de la instalación de los kioscos de prensa y helados en las playas del Serradal y del Pinar.

Se han declarado desiertos porque no se han presentado solicitudes para su explotación, pero volverán a salir a concurso porque hay empresarios interesados que así lo han solicitado al ayuntamiento, fuera del plazo inicial

El resto de los 9 lotes ya han sido adjudicados para que puedan prestar servicio. Pero en este caso hay un problema, y es que, aunque el ayuntamiento permite su instalación desde principios de junio, no tiene potestad para autorizarlo si no recibe la autorización de Costas, ya que las competencias sobre el litoral y la playa dependen de este órgano superior.

Y la cosa se agrava si se tiene en cuenta, que las playas de Castelló tienen un grado de protección muy elevado en el Plan Territorial de protección del Litoral, el Pativel. Y que, además, el municipio de Castelló tiene reconocida en sus playas la existencia de una especie protegida de ave, que se denomina coloquialmente cholitejo patinegro.

En consecuencia, por mucho que se quiera explotar la playa con fines turísticos, la capital de la Plana está obligada a respetar los periodos de nidación de esta especie protegida, que según reconocen los técnicos se retrasa cada temporada un poco más.

Eso significa también, que compatibilizar la protección de la biodiversidad está por encima de la explotación comercial y turística. O dicho de otra manera, que hasta que no se compruebe que el chorlitejo ha completado su temporada de anidamiento, Costas no permitirá la instalación de los chiringuitos, y por lo tanto, se acorta la temporada de explotación turística.

Estos condicionantes no solo afectan a la Playa del Serradal, sino a todo el litoral castellonense. Por más que el ayuntamiento solicite permisos y autorizaciones, la última palabra la tiene el chorlitejo patinegro.

Lo más curioso de todo este tema, es que el municipio vecino del norte, no tiene reconocida la misma calificación en sus playas, de forma que, mientras Benicàssim puede desarrollar su explotación turística desde primavera, unos metros más al sur, Castelló no puede hacer lo mismo.

La única forma de poder compatibilizar los chiringuitos de la playa con el anidamiento del chorlitejo pasaría por la instalación de esos negocios sobre la acera y no sobre la arena. Ese es precisamente el proyecto que estudia el ayuntamiento, aunque se trataría de una obra de enorme magnitud, y muy cara ejecución, para la que se quieren buscar fondos europeos.

El proyecto inicial que se estudia en estos momentos pasaría por reducir la calzada, limitar el tráfico, modificar los aparcamientos ‘en batería’, y poder ampliar las aceras en la zona de dominio municipal.