El recinto del Planetario podrá ser de pago a mediados del verano, en Ferrandis salvador se planificarán más zonas de aparcamiento junto al aeródromo
La Junta de Gobierno de Castellón ha aprobado la urbanización del aparcamiento situado frente a la playa del Gurugú, y la regularización de servicios y estacionamiento de las autocaravanas, en la ciudad. El aparcamiento junto al Planetario, podrá empezar a ser ‘de pago’ ya a mediados de este verano. En Ferrandis Salvador, también será de pago para las autocaravanas durante el invierno y gratuito para turismos en la campaña estival. Se programan nuevos aparcamientos.
Los aparcamientos de autocaravanas situados en el Distrito Marítimo de Castellón pasarán a ser de pago, con tarifas que podrían situarse entre los 10 y 14 euros por día, por un máximo de permanencia de 48 horas.
Esta ha sido una de las decisiones que ha adoptado esta mañana la Junta de Gobierno de Castellón, para resolver la polémica ‘regularización’ de los estacionamientos de las autocaravanas, que se remonta a abril de 2016.
El relato que ha llevado a esta decisión ha sido el siguiente: Las playas de Castellón tienen un atractivo enorme para muchos de los autocaravanistas que transitan y paran frente al litoral de la capital de la Plana. Ante la ausencia de zonas especialmente concebidas para ello, se produjo un efecto llamada que llenó el paseo Marítimo de las Playas del Pinar y del Gurugú de autocaravanas, que no solo estacionaban junto a la orilla del mar, sino que podían acampar con la mayor impunidad al lado del mar.
El primer gobierno de coalición de izquierdas, presidido por la alcaldesa Amparo Marco, en 2015, planteó la necesidad de generar un parquin de autocaravanas, en un solar situado junto al Planetario de Castellón, con una dotación de 20 plazas de estacionamiento.
Se trataba de dar respuesta a aquel estacionamiento indiscriminado, que generaba las quejas de los vecinos del paseo marítimo, porque las autocaravanas lo llenaban absolutamente todo. El gobierno de Marco defendió este modelo turístico, tan de moda en el resto de Europa, como una fuente de ingresos.
El aparcamiento de autocaravanas situado junto al Planetario se inauguraba el 14 de abril de 2016. En contra de lo que solicitaba la oposición, el aparcamiento estaba abierto y sin regulación. Pero sí, fue dotado con los servicios suficientes para abastecer a los caravanistas que podían estacionar, pero no acampar.
Y por el nivel de ocupación, el parking fue un éxito, hasta el punto, que el gobierno de Marco aprobó una ampliación de la superficie y el número de plazas el 8 de agosto de 2016. Como el original, gratuito e inicialmente sin límite de estancia, porque no estaba vigilado.
Pero los caravanistas descubrieron pronto, que, en el Paseo de Ferrandis Salvador, junto al aeródromo había una zona de aparcamiento público. Un terreno sin urbanizar, pero situado en una localización especialmente atractiva, frente a la Playa del Gurugú.
Lógicamente, muchos de esos visitantes lo tuvieron claro, un sitio por otro, mejor situarse frente a la playa en un aparcamiento que suele estar vacío durante casi todo el año, hasta que llega el verano. Y un lugar donde, además, costaba poco sacar sillas, mesas y otros utensilios que, en la práctica suponen una ‘acampada’ ilegal, frente a la que se ha hecho la ‘vista gorda durante años’.
Claro, cuando llega el mes de junio, ese aparcamiento se llena de coches de los turistas que van a la playa y reclaman su derecho a estacionar… y ahí si se originaron algunos problemas… porque la prioridad es para los turismos.
Pasados los años, ni el aparcamiento reconocido, junto al Planetario, ni el ‘excepcional’, en Ferrandis Salvador, ambos llenos de autocaravanas, tienen establecida ningún tipo de ordenanza fiscal de uso y ocupación. El primero está urbanizado y consta de servicios, y el segundo es tan solo un solar que antes o después deberá ser habilitado para el uso que se hace de él.
Pues bien, lo que ha acordado el equipo de gobierno es, por una parte: que los aparcamientos de autocaravanas estén regularizados. Eso significa que ambos cuenten con todos los servicios necesarios, desde conexiones eléctricas, a la recogida de agua y recogida de residuos.
Tal como comentaba Vicent Sales: “En la información pública de las obras de ambas zonas se incluye que el citado contrato incluirá, entre otros, la gestión de reservas mediante WEB/APP y pasarela de pago, la asistencia técnica y atención al usuario 24 horas, el mantenimiento preventivo y correctivo de los sistemas e instalaciones y la limpieza de los recintos. Además, se pretende contar con la instalación, de un sistema de control de accesos, mediante barreras electromecánicas que incluirá cámara de lectura de matrículas”.
Ello supone la contratación de una empresa que los mantenga y los explote, por lo que los autocaravanistas tendrán que pagar. Cabe recordar, en este sentido, que los vehículos no podrán estacionar por un periodo mayor de 48 horas y tendrán completamente prohibida la ‘acampada’. Esto es así, porque está regulado por ley para evitar que se conviertan en una competencia desleal para los campings y establecimientos de caravanas legalmente constituidos.
Esta tasa de estacionamiento podría comenzar a aplicarse, junto al Planetario, a mediados de este verano.
En segundo lugar, el ayuntamiento apuesta por urbanizar el actual estacionamiento situado frente a la playa del Gurugú. Esto es, que pase de ser un escampado de tierra a un recinto vallado, asfaltado y controlado, con sus zonas de estacionamiento delimitadas como toca.
La urbanización de esta zona coincidiría con las obras de remodelación de la Avenida Ferrandis Salvador, que comenzarán a ejecutarse en el mes de septiembre y finalizarán antes del verano del 2025.
El Parquin también será de pago para las autocaravanas que solo podrán hacer uso de él fuera de la temporada estival. Llegado el verano, las autocaravanas no podrán aparcar y los turismos podrán hacerlo de forma gratuita. En total dispondrá de 94 plazas para coches.
Y esto lleva también al tercer paso: la necesidad de crear nuevas zonas de aparcamiento en la playa del Gurugú, para compensar la urbanización del paseo y la desaparición de la zona de estacionamiento más cercana a la playa.
El proyecto municipal contempla alternativas como la de recortar los terrenos del aeródromo, colindantes con la calzada de Ferrandis Salvador, para generar parkings como el ya existente.
