Es la principal fuente de energía en el sector y supone más del 40% de los costes energéticos de las empresas que elevan sus quejas ante la CNMC
Castellón Información
“La revisión de los precios del gas es imprescindible para mantener la competitividad de la industria española”. Así lo afirma Joaquín Font de Mora, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de fritas, esmaltes y colores cerámicos (ANFFECC) y a su vez vicepresidente de REDIT, la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana.
Con una importante apuesta por la innovación y la eficiencia energética, la industria de esmaltes cerámicos, líder mundial en su sector, se ha unido a la iniciativa de GasINDUSTRIAL, junto con otras asociaciones industriales de ámbito nacional (ACOGEN, ANFEVI, AOP, ASCER, ASPAPEL, CONSEJO INTERTEXTIL ESPAÑOL, CONFEVICEX, FEIQUE y UNESID), para reivindicar “unos precios del gas más competitivos, que nos permitan poder mantener nuestra rentabilidad y competir en los mercados internacionales”.
La realidad es que, desde la última revisión de los precios del mercado gasista, estos no se han equiparado a los precios europeos, sino todo lo contrario. Según datos aportados por la asociación GasINDUSTRIAL, “del consumo total de gas natural en España, la industria supone el 62%, con una factura de 4.700 millones de euros”. Sin embargo, “soporta unos precios entre un 20 y un 25% más altos que sus competidores europeos. Solo en concepto de peajes pagamos un 45% más de la media europea”, indica Font de Mora, “y esto no es asumible para una industria que compite en el mercado global, pues el gas supone más del 40% de los costes energéticos de nuestras empresas”.
EL ESMALTE ESPAÑOL, LÍDER MUNDIAL
Y es que, la industria de fabricación de fritas, esmaltes y colores cerámicos, concentrada en el clúster cerámico de la provincia de Castellón es un ‘tesoro’ poco conocido a nivel nacional. Sus empresas producen lo que podríamos llamar ‘la parte visible’ del azulejo, lo que le confiere sus propiedades, diseño y apariencia característicos. Gracias a su apuesta por la I+D+i y la internacionalización, y su interés por la protección medioambiental, esta industria española es, desde hace años, líder absoluto en su sector a nivel internacional “por su innovación, calidad, desarrollo de producto y servicio al cliente”, reconocido en los cinco continentes. “Allá donde hay producción cerámica en el mundo, hay esmaltes cerámicos españoles”, confirma su presidente. Y así, sin hacer ruido, entre las 23 empresas asociadas a ANFFECC facturan desde España más de 1.400 millones de euros, de los cuales más del 70% corresponden a exportación, con países como Italia, Argelia, India, China o Marruecos entre los principales destinos. Si a ello unimos la facturación de sus filiales y plantas productivas por todo el mundo, la cifra total de facturación seguramente sea más del doble. Evidentemente, en un sector tan internacionalizado, “cualquier incremento de costes pesa en la cuenta de resultados”, indica Font de Mora.
Desde la crisis sufrida hace una década, las empresas del clúster cerámico castellonense, -azulejeros, esmalteros y empresas de maquinaria, unidas a la industria de extracción y atomización de arcillas y numerosas empresas auxiliares-, son el principal soporte de la economía provincial, ante una agricultura citrícola en caída libre y un sector de la construcción que aún no se ha recuperado del bache que supuso la burbuja inmobiliaria. Aún así, el camino no está exento de dificultades: “nuestras empresas han ido absorbiendo en los últimos años los efectos de la crisis económica y reduciendo cada vez más sus márgenes de producción. Los precios de las materias primas son fluctuantes, y la subida de los costes energéticos no resulta asumible en una situación que ya de por sí es de escasa rentabilidad en muchos productos, y se ve agravada por la inestabilidad económica internacional”, señala Font de Mora. Por supuesto, la coyuntura es poco comparable a la de países fuera de Europa, principales competidores de esta industria, donde los costes, tanto energéticos como de mano de obra, son infinitamente más bajos, y donde las exigencias medioambientales son escasas, o directamente inexistentes. Sin embargo, el sector siempre ha intentado “evitar la deslocalización y mantener no solo la investigación, sino también la producción en España, apostando por promover la economía nacional y la protección medioambiental”, indica su presidente.
LA APUESTA POR LA I+D+i, CLAVE DE FUTURO
A pesar de estas circunstancias adversas y de la actual coyuntura económica y política nacional e internacional, el presidente de ANFFECC quiere mostrarse optimista sobre el futuro del sector cerámico español. “el Brexit, las relaciones USA-China.. todo nos afecta, pero estamos seguros de que, gracias al desarrollo e innovación de nuestras empresas, superaremos estas dificultades”. E insiste en la necesidad de una revisión de las tarifas del gas natural pues, “para mantener nuestra inversión en I+D+i es esencial evitar que los costes sigan creciendo, y por ello reivindicamos, junto al resto de la industria, un sistema gasista justo y equiparable al resto de Europa”.
En cualquier caso, Font de Mora aboga por la innovación y la especialización, como motor de cambio y apuesta de futuro: “No podemos limitarnos a seguir fabricando lo mismo que los nuevos países productores, con los que difícilmente podemos competir en coste. Hay que ofrecer productos distintos y nuevos usos para la cerámica, con calidad, innovación, diseño y servicio a unos precios que sean competitivos en el mercado internacional, y con el mayor respeto al medio ambiente, en una apuesta clara por la lucha contra el cambio climático”. Y para ello, “necesitamos una política energética que apueste por el desarrollo industrial y la competitividad de nuestras empresas”.