El pasado 27 de diciembre se desprendió un plafón, sin causar daños personales ni materiales.
La Fundación La Luz de las Imágenes ha decidido cerrar al público durante esta semana la iglesia de Benicarló para reforzar el anclaje de los plafones decorativos de la nave central. El pasado 27 de diciembre se desprendió un plafón, sin causar daños personales ni materiales.
Durante esta semana, la iglesia de San Bartolomé, sede de la exposición Pulchra Magistri, estará cerrada al público para ejecutar unas obras de emergencia como consecuencia del desprendimiento, a finales de diciembre, de un plafón decorativo situado en uno de los arcos de la nave central. Las obras consistirán en reforzar los 54 plafones que decoran los arcos de la nave central de la iglesia para evitar más desprendimientos, a pesar de que ahora mismo, y según han confirmado los técnicos, no hay ningún motivo para pensar que pueda desprenderse ninguno otro plafón.
El cierre de la iglesia lo ha confirmado la gerente de la Fundación La Luz de las Imágenes, Carmen Quintero, quien ha asegurado que el martes próximo la exposición volverá a abrir al público con total normalidad. La gerente ha explicado que desde que cayó el plafón, el pasado 27 de diciembre, un equipo técnico de la Fundación ha vigilado constantemente los 54 plafones de la iglesia y que no fue hasta el viernes pasado que, debido a la aparición de unas fisuras muy finas en otro de los plafones, se decidió cerrar la iglesia para sellar todos los plafones.
Más de 300 años
Los motivos de los desprendimientos se desconocen por completo. Según ha explicado Quintero, "los plafones llevaban en la iglesia más de 300 años y no sabemos por qué ha caído uno ahora". El equipo de técnicos de la Fundación lo está investigando, a pesar de que en principio el desprendimiento no ha tenido nada que ver con las obras que se han llevado a cabo en la iglesia, puesto que la zona donde estaba el plafón no ha sido intervenida.
Los arquitectos responsables de las obras, Carles Bohigues y Salvador Lara, han asegurado que los plafones están adheridos a la cúpula con elementos de adherència, sin ningún sistema de fijación ni ningún elemento de unión entre el plafón y la estructura de la iglesia. Por eso, las obras de emergencia que se ejecutarán esta semana consistirán básicamente en dotar a los plafones de una fijación mecánica que los coserá a la estructura de la nave, utilizando elementos como la fibra de vidrio y la resina de Epoxi.
La decisión de cerrar la iglesia, así como las obras de emergencia, que tienen un presupuesto de 20.000 euros, se han tomado en consenso con la Dirección General de Patrimonio.
