153 kilos de masa reglamentada con buen ritmo, pre final potente y tres bombardeos aéreos de remate
Pirotecnia Caballer llegó y cumplió. Fue una mascletá ‘clásica valenciana’ que arrancó potente, con disparos aéreos, silbantes, zumbadores, tronadores, para enlazar con la fase terrestre y un fuerte terremoto pre- final, antes de los bombardeos aéreos que remataron el disparo. En el recinto de mascletaes, las reinas Lara sol y Beatriz Iturralde, con el alcalde de Castellón y el presidente de la Diputación. El conseller de Hacienda, Moragues, también se unió al evento.
Esperanza Molina.-
Pirotecnia Caballer tiene ya una gran reputación, gana a pulso en Castellón, y esta mascletá se esperaba ya con el pronóstico de que iba a encandilar al público.
Según los representantes de Caballer, se trataba de una ‘mascletá clásica Valenciana’, muy definida en sus fases, que fue disparada con maestría, de menos a más guardando muy bien los ritmos, con disparos de color, y un fuerte terremoto que preparaba al público para los tres bombardeos aéreos finales.
Según miembros de la empresa, la Guardia Civil lo revisó todo por la mañana, al detalle, comprobando calibres y potencia. No ha sido una excepción. Desde que entró en vigor la nueva normativa europea pirotécnica, las normas de seguridad son estrictas e incuestionables.
En el caso de Caballer, disparó 153 kilos de “materia reglamentada” que incluye los elementos pirotécnicos y explosivos. No hay límite en cuanto a peso, pero si condiciones en lo que concierne a los calibres y distancias de seguridad.
“La hemos programado típica valenciana, con sus primeras fases aéreas, cuerpo de la mascletá aéreo terrestre, combinando efectos variados, silbatos, craquen, serpentinas y el terremoto final, después del terrestre, y luego tres bombardeos finales con efectos de color… que no se han podido apreciar en toda su intensidad” porque el viento llenó de humo la zona. “Se ha disparado muy bien, estamos contentos”.
Cada lugar requiere una mascletá diferente
Disparar en Castellón es diferente a hacerlo en otros puntos como Valencia. Para empezar está la presión reconocen los de Caballer. “Allí desde primeras horas de la mañana tienes a todo el público encima”, y el recinto es pequeño. En Castellón desciende la presión y hay más espacio. Pero luego están las condiciones de la mascleta, también con respecto al sitio. Los planteamientos para una mascletá son completamente diferentes “no tiene nada que ver ni en calibres ni en nada. Los calibres allí están mucho más limitados por el entorno, las distancias hay que cumplirlas”.
Las normas de seguridad han afectado a las mascletás, reconocen los de Caballer, “pero como entró en vigor en mayo… nos estamos adaptando. Afecta sobre todo a los calibres, pero, bueno se puede hacer casi todo con otros calibres”.
Es un diseño que triunfó en los últimos años, muy diferente al que se disparó el pasado lunes. Pero ambos disparos parecen posicionarse en el puesto de salida para llevarse el premio al concurso de Mascletaes. ¡Ojo!, a la espera de lo que suceda de aquí al domingo, porque el ‘Y yo más’, añade una competitividad sana, y sobre todo, incrementa la calidad de las mascletaes de Castellón.
Como dato bonito para recordar, las lágrimas y los miedos de una de las damitas infantiles antes de la mascletá, y los gestos de consuelo del acalde. Bataller, que ha sido padre de reina infantil, y dejaba traslucir la ternura de ‘padre’ con la niña asustada.
