El Gran Dimitri, La Troupe Malabó, Alas Circo y Proyecto Kavauri atraen a una gran multitud de público familiar en su novena edición
La Plaza Mayor de Castellón ha sido testigo de la edición más concurrida en la historia del festival "Nadal de Circ", con más de 3.500 asistentes. Durante dos jornadas navideñas, la fachada del Ayuntamiento se ha transformado en un escenario circense, ofreciendo funciones matinales y vespertinas que han deleitado a niños y adultos con una programación de alta calidad.
La edición más concurrida en la historia del festival
Las compañías El Gran Dimitri (The Legend), La Troupe Malabó (Karpaty), Alas Circo y Proyecto Kavauri (Lullaby), han protagonizado cuatro espectáculos con entrada gratuita y en el que se instalaron más de 600 sillas para que grandes y pequeños pudiesen seguir las funciones. La Plaza Mayor de Castellón ha sido testigo de la edición más concurrida en la historia del festival "Nadal de Circ", con más de 3.500 asistentes. Durante dos jornadas, la fachada del Ayuntamiento se ha transformado en un escenario circense, ofreciendo funciones matinales y vespertinas que han deleitado a niños y adultos con una programación de alta calidad.
La recuperación de la Plaza Mayor ha sido una de las claves del éxito de participación, en la pasada edición se realizó en Huerto Sogueros, convirtiendo la zona del Mercado y la Concatedral en un hervidero de espectadores. Al éxito de “Nadal de Circ” hay que sumar los 900 espectadores que agotaron todas las localidades de “Nadal al Raval” y los 1.200 espectadores de “El maravilloso mundo del circo", el concierto de la Banda Municipal en el Auditorio.
Una apuesta por la conciliación familiar
La concejal de Cultura, María España, ha destacado “la enorme calidad de las propuestas circenses, con algunas de las mejores compañías de nuestro país. Hemos buscado combinar clown tradicional con las acrobacias o los malabares, también espectáculos más poéticos con propuestas tradicionales. El resultado no ha podido ser mejor, las familias venían a la función de la mañana y repetían por la tarde. También se trataba de una apuesta por la conciliación familiar, queríamos que los papás a los que les ha tocado trabajar, supiesen que tenían una programación de calidad. Muchos abuelos han disfrutado de llevar a sus nietos a un gran circo en el centro de Castellón”.