El cuarto refuerzo del Castellón destaca que la Segunda División es “muy larga y mentalmente muy dura” por lo que no es aconsejable la relajación
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Marc Mateu se convirtió el domingo en el cuarto refuerzo del Castellón para su regreso a la Segunda División. Un futbolista con mucha experiencia en esta categoría pues en ella ha militado las cinco últimas temporadas con la elástica del Numancia. Fuerza, compromiso, garra, calidad y conocimiento de la categoría define a este jugador que reconoció que “vengo a un club histórico que pelea desde hace años por este reto de estar en el fútbol profesional. Espero ayudar a intentar a que esta aventura sea lo más duradera posible y lo más ilusionante posible. Vengo a trabajar en beneficio de este mi nuevo club, y dejarme la vida por este escudo”.
De su nuevo equipo dijo que conoce a un integrante de la plantilla: David Cubillas. Con el delantero castellonense coincidió temporada y media en el Villarreal (en los dos filiales ‘groguets’. “Hice una muy buena relación con él. Es un tipo de futbolista que siempre tendría en mi equipo porque suma esté dentro o fuera del campo. Es trabajador y humilde”, destacó el mediocentro valenciano.
Sobre su fichaje por el Castellón dijo que “hablé con Ángel (Dealbert) y el mister (Óscar Cano). Me transmitieron espíritu de lucha y de entrega, de un club cercano que hoy en día es difícil de encontrar, y eso a mi me atrae más que otras muchas cosas”.
Y Marc Mateu se refirió a una Segunda División a la que calificó de categoría “muy difícil e igualada. Es verdad que ahora van entrando inversores importantes que dan un plus de poder para realizar fichajes más caros o más resolutivos. Pero sobre todo es una categoría muy larga y mentalmente muy dura. Una semana te ves arriba y pierdes dos partidos y te metes abajo otra vez. La gente no suele fallar mucho”.
