Las medidas para combatir la Covid-19 conllevaron el cierre de los 5 hoteles de la empresa y propiciaron las perdidas de la mercantil de Orpesa
Ramón Pardo /Castellón Información
La crisis económica desencadenada por la irrupción de la Covid 19 ha afectado gravemente al empresariado del sector turístico. Así, la mercantil propietaria de Hoteles Marina d’Or perdió 23 millones de euros en 2020. Una sangría económica que obligó a cambiar la titularidad de la misma. Y el fondo inversor Farallon se hizo en febrero de 2021 con el pasivo financiero del grupo auspiciado por el empresario catalán Jesús Ger, en el municipio castellonense de Orpesa.
Los datos al cierre del ejercicio 2020 denotan que el grupo registró una caída de 20,5 millones, el 60,9 por ciento de sus ingresos, lo que hizo que las perdidas finales casi se triplicasen respecto a 2019, cuando cerró con 9 millones de déficit.
En ese contexto, se produjo la venta de la deuda que adquirió el fondo inversor estadounidense Farallon que se hizo cargo de la firma que controla cinco hoteles y un buen número de apartamentos en la Ciudad de Vacaciones que lleva el nombre del Grupo. La nueva propiedad llegó a un acuerdo con Ger con el arranque de 2021, por medio del cual la firma especializada Gestión de Activos Turísticos (GAT) asumió la dirección del complejo, con un nuevo equipo directivo.
En la operación el fondo estadounidense desembolsó 107,6 millones de euros. Algo que hizo en dos veces, la primera en julio de hace dos años, con anterioridad a que la antigua propiedad formulase las últimas cuentas de Hoteles Marina d’Or ante el Registro Mercantil de Castellón. Por ella, Farallon se hizo con 47,8 millones de euros de la mercantil, a través de las firmas Orion Investors y Niseko Real Estate. La segunda, en septiembre de ese 2019, permitió al fondo USA, hacerse con la deuda de Marina d’Or en poder de los bancos y entidades crediticias por un montante de 59,8 millones de euros.
La preocupación por los efectos de la pandemia quedó reflejada en el informe de gestión emitido por Hoteles Marina d’Or al cierre de las cuentas de la compañía en 2020. En él achaca las perdidas al cierre obligado para combatir la pandemia y apuntaba también consecuencias negativas en el balance económico de 2021.
