Marisol Linares. Exdiputada PP
Acabamos de elegir a los diputados y senadores y en la Comunidad Valenciana a los políticos que durante 4 años van a dirigir y llevar las riendas de España y de esta comunidad.
Muchos son los análisis que se están haciendo en los medios de comunicación, pero me resulta paradójico que nadie haga hincapié en la necesidad del cambio de la ley electoral, que a mi modo de entender necesita España, y esto debería sobre todo interesarles por varias razones al PSOE y al PP.
No puede ser que un gobierno, sea de las siglas que sea, esté a merced de grupos nacionalistas como PNV, Junts per cat o ERC….etc , máxime cuando muchos de ellos se les llena la boca hablando de que no creen en España y que para ellos lo único importante es su comunidad autónoma, entonces ¿por qué van a un parlamento nacional en el que no creen ni se sienten representados? Muy fácil porque tienen que visualizar sus reivindicaciones independentistas y sus ansias de más autonomía a costa del Estado.
Por eso la ley electoral tendría que modificarse y solo aquellos partidos que presentaran sus listas en todo el territorio nacional podrían ser elegidos como representantes del pueblo español, por lo menos a lo que el Congreso se refiere.
El Senado como cámara territorial y los parlamentos autonómicos son los escenarios donde los grupos nacionalistas deben luchar por tener representación ya que únicamente se presentan en aquellos territorios que los representan.
Esto haría que el Congreso fuera una cámara con grupos políticos cuyo interés común sería el Estado y todos sus diputados realmente defenderían los intereses generales de toda España.
Otra razón por la que PP y PSOE deberían ir a una reforma electoral es el sistema de reparto de los votos en función de la ley d’Hont. Al PSOE un escaño le cuenta 60.067 votos, al PP 65.083 y a Podemos 87.718, eso ha hecho que los restos y muchos votos hayan servido, no para lo que los ciudadanos votaron, sino en este caso para beneficiar al PSOE, en total casi medio millón de votantes, lo que no se ajusta a la intención de los electores.
En definitiva, se necesita una ley electoral más justa en donde todos los votos valgan lo mismo en el sentido cuantitativo, una ley electoral que debería dejar a los nacionalistas concurrir al Senado como cámara territorial y una ley electoral que no nos lleve a tener gobiernos inestables, y sobre todo sin la presión de grupos minoritarios que al final son lo que marcan el rumbo de España, pese a que sus intereses son diferentes a los de la mayoría del pueblo español.
Siempre se ha dicho que en democracia la mayoría es lo que vale, pero no se dice que una mayoría conformada por la suma de pequeños grupos debería ser la que gobierne España, pero aun siendo legal, ¿es lo que realmente es mejor para todos?