Marisol Linares. Exdiputada del PP.
No pasa nada en España desde que el Señor Sánchez y su séquito se han instalado en la Moncloa como si del rey Sol se tratara. En el mes que gobierna el PSOE con sus socios de gobierno, han ocurrido hechos tan relevantes que en cualquier otro país democrático hubieran hecho dimitir a todo o parte del ejecutivo, pero España es diferente cuando gobierna la izquierda y todo les está permitido.
No pasa nada cuando se infringen las normas europeas y un ministro de España se reúne en Barajas con nocturnidad y alevosía con la vicepresidenta de Maduro que tiene prohibido pisar suelo europeo por “la represión política del Gobierno Venezolano contra su población civil”. Desde el gobierno español las explicaciones con distintas versiones se suceden y se evidencian las mentiras, pero pasar no pasa nada.
No pasa nada cuando se nombra a una fiscal general del Estado a través de puerta giratoria, que claramente no puede ser imparcial al venir de ocupar un sillón en el Consejo de Ministros, dejando al poder judicial en una situación de falta de ecuanimidad, pero sigue sin pasar nada.
No pasa nada cuando se produce una chapuza en la embajada de México en Bolivia por parte de unos Geos para un, no se sabe qué hacían dentro de la misma, sin que nadie del gobierno dé explicaciones fiables de lo que pasó, y sigue sin pasar nada.
Tampoco pasa nada cuando se está pidiendo por parte de la Fiscalía de Bolivia que declare el señor Iglesias (actualmente vicepresidente del Gobierno de España), Errejón o Monedero por supuestas irregularidades en el cobro de subvenciones por parte del expresidente Evo Morales, pero no pasa nada.
Sigue sin pasar nada cuando el señor presidente del Gobierno usa las instituciones y los medios públicos para hacer campaña electoral y se le pide explicaciones a través del portal de transparencia y, curiosamente es la propia abogacía del Estado quien denuncia a este organismo ante los tribunales para evitar que se sepa la utilización de instituciones del Estado en beneficio de su partido político.
España se ha convertido en los últimos tiempos en la nación donde no pasa nada. A pesar de temas tan graves como los Eres de Andalucía que han sido acallados políticamente por parte del señor Sánchez y no pasa nada. O cuando el desempleo cae de forma vertiginosa durante el último mes y la ministra de Trabajo se permite la licencia de decir que es el mejor dato de enero de los últimos años.
El adormecimiento de la sociedad española es un hecho real del que espero se despierte pronto antes de que la situación económica toque fondo. Si seguimos así acabará todo tan deteriorado que, como siempre, tendrá que volver el PP a levantar la economía y hacer que España recupere su identidad como nación.