La otra cara de la Marjalería de Castelló: “Siempre fuimos trabajadores honrados, ahora nos llaman delincuentes”
Las normativas urbanísticas y el nuevo Plan General de Castelló han llevado a los vecinos de la zona a la desesperación. “La realidad no es como la pintan” afirman. Pero para poder explicarlo desde dentro han aportado el relato de uno de sus vecinos, marjalero de toda la vida: “¿Cómo puede un hijo decirle a su padre que la alquería que levantamos mano a mano, ahora es ilegal?”. “Siempre fuimos trabajadores honrados, vecinos como los demás, ahora nos llaman delincuentes”.
EM/ Castellón Información
Hablar de la Marjalería es, para muchos vecinos de la capital de la Plana, como referirse a ‘esa tierra de nadie’. Un problema que afecta a ‘esos’ de la zona entre el casco urbano y el mar, que no siempre fue buena para el cultivo, pero que siempre fue el refugio de tantos que eran felices con un trozo de tierra y un mucho de corazón.
Los vecinos de las asociaciones de la Marjalería han querido explicar cómo se sienten ahora, cuando piensan que el nuevo Plan General los va a dejar en situación de completa ilegalidad. “Siempre fuimos trabajadores honrados, vecinos como los demás, ahora nos llaman delincuentes”
Vaya por delante el relato que ellos mismos han remitido a Castellón Información, y que se adjunta tanto en castellano como en valenciano, como así lo han solicitado los vecinos:
“Vecinos de siempre de Castelló, los más ilegales del término
Año 1980. Un labrador de Castelló recibe en herencia el marjal donde su padre, también labrador, plantaba la verdura, en uno de los caminitos de la zona de la Marjaleria. Este labrador, junto a su mujer y su hijo adolescente, deciden construirse por ellos mismos una pequeña casa para alquería para pasar el verano y continuar plantando un poco de verdura. No tienen agua potable ni luz, solo un pozo para regar y lavar la ropa, y un generador para tener luz por la noche; tienen que ir a por agua para beber a la fuente del Lledó.
Con los años, más alquerías se van levantando en la zona y se crea una pequeña comunidad que casi es una familia. También ha aumentado la familia con una nieta que se lo pasa a las mil maravillas jugando en ‘la marjal de su abuelo’.
Ahora, hace pocos meses, el hijo de este labrador, ahora ya un hombre muy mayor que disfruta viendo a su hijo y a su nieta como continúan plantando verdura, decide conectar agua potable para más facilidad. El ayuntamiento no se lo permite.
En el invierno hace frío y en la chimenea la leña ya se queda corta y se animan a cambiar las ventanas. El ayuntamiento no les concede licencia de obra.
Al mismo tiempo, entre los vecinos se comenta que se quiere aprobar un nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), pero no saben muy bien lo que esto implica. El hijo de este hombre acude a varias reuniones vecinales, y una tarde le pide a su hija, que se maneja bien con el ordenador, que entre por Internet a ver los planos de ordenación urbanística.
Cuando los encuentra, la hija le pregunta a su padre que qué quiere decir que su alquería aparezca en una zona de ‘Suelo no Urbanizable Protegido’. Su padre, simplemente le pide que por favor no le diga nada al abuelo, para que este viejo labrador continúe disfrutando de su pequeña alquería sin preocuparse de las ambiciones políticas de unos pocos.
¿Cómo puede un hijo decirle a su padre que la alquería que levantaron ambos a mano ahora es ilegal? ¿Cómo puede decirle que, si se rompe una teja, no podrán arreglarla porque el ayuntamiento les podría tumbar la casa?
Dejemos a este hombre que viva los días que le quedan en paz, pero ¡No permitamos que el ayuntamiento continúe adelante con sus planes políticos, diseñados sin consultar a los vecinos de la Marjalería!
Seguro que muchos de los que habéis leído esta historia os habéis sentido identificados.
¿Cuánta gente no ha podido conectar agua potable, aunque tuviera la conexión a poco más de medio metro? ¿Cuánta gente no ha podido hacerse una pequeña reforma en casa? ¿Cuánta gente no tiene ni luz en los caminos? ¿Cuánta gente tiene el camino lleno de hoyos de unos cuántos centímetros de profundidad que echan a perder los vehículos? ¿Cuánta gente se ha encontrado completamente desprotegida ante este ayuntamiento que no sabe ni dónde están la mitad de los caminos de la Marjalería?
El PGOU nos deja a muchos de nosotros en la misma situación que al viejo labrador: nuestra casa ahora es ilegal. Un PGOU que se diseñó sin consultar a los vecinos ni tener en cuenta las necesidades de la Marjalería.
O el PGOU o el abismo
Desde las asociaciones de vecinos de la Marjalería hemos tenido varias reuniones con responsables políticos para cambiar el PGOU y proteger así la Marjalería, pero siempre hemos tenido la misma respuesta: “O el PGOU o lo abismo”.
Por eso, en las últimas asambleas de la Marjalería, Entrilles y Meridiano, parar la barbarie del PGOU por la vía penal, aunque a muchos políticos los parece que este camino solo nos llevará al “abismo”.
Si el equipo de gobierno del Acuerdo de Fadrell no ha tenido capacidad (o directamente se ha negado) a llegar a un acuerdo con los vecinos de la Marjalería, que no se lleven las manos a la cabeza si decidimos judicializar el PGOU.
Ellos dicen que, para empezar a poner orden en la Marjalería hay que empezar por cuidar su riqueza natural. Nosotros decimos que para poner orden en la Marjalería, el camino a seguir es pensar primero en las personas, legalizar todas las casas existentes y dotarlas de los servicios básicos como luz, agua y alcantarillado. Y una vez lo tengamos ya podremos empezar a cuidar su riqueza natural; porque si los vecinos tienen la seguridad de que su casa es legal y no peligra, serán ellos los primeros que harán todo lo que haga falta para mantener la Marjalería tal y como se merece.
Pedimos al ayuntamiento que paralice el PGOU, que haga reuniones con los vecinos, que consensue un nuevo plan que defienda la Marjalería y a cuantos viven en ella. Pedimos al Ayuntamiento, que no derribe la casa de ese viejo labrador que solo desea ver a su nieta cuidando la marjal que ha sido parte de la familia desde hace generaciones.
¿Un labrador viviendo en una alquería en la Marjaleria?, ¡Qué locura! Ahora mismo, a ojos del Ayuntamiento de Castelló no hay nada más ilegal que esto".
"Veïns de soca de Castelló, els més il·legals del terme
Any 1980. Un llaurador de Castelló rep en herència la marjal on son pare, també llaurador, plantava la verdura, en un dels caminets de la zona de la Marjaleria. Aquest llaurador, junt a la seua dona i el seu fill adolescent, decideixen construir-se per ells mateixos una xicoteta casa per a alqueria per a passar l’estiu i continuar plantant un poc de verdura. No tenen aigua potable ni llum, sols un pou per a regar i llavar la roba, i un generador per a tindre llum a la nit, han d’anar a per aigua per a beure a la font del Lledó.
Amb els anys, més alqueries es van alçant en la zona, i es crea una xicoteta comunitat que quasi és una família. També ha aplegat a la família una neta que s’ho passa d’allò més bé jugant a 'la marjal del seu avi'.
Ara fa pocs mesos, el fill d’aquest llaurador, ara ja un home molt major que disfruta veient al seu fill i a la seua neta com continuen plantant verdura, decideix connectar aigua potable per a més facilitat. L’Ajuntament no li ho permet. Al hivern fa fred, i sembla que la llar de llenya tal volta es quede curta, i s’animen a canviar les finestres. L’Ajuntament no els concedeix llicència d’obra.
Al mateix temps, entre els veïns es comenta que es vol aprovar un nou Pla General d’Ordenació Urbanística (PGOU), però no saben ben bé el que això implica. El fill d’aquest home acudeix a diverses reunions veïnals, i una vesprada li demana a la seua filla, molt hàbil amb els ordinadors, que entre per Internet a veure certs plànols d’ordenació urbanística. Quan els troba, la filla li pregunta a son pare què vol dir que la seua alqueria aparega en una zona de “Suelo no urbanizable protegido”. Son pare, simplement li demana que per favor no li diga res al seu avi, per a que aquest vell llaurador continue disfrutant de la seua xicoteta alqueria sense preocupar-se de les ambicions polítiques d’uns pocs.
Com pot un fill dir-li a son pare que l’alqueria que van alçar tots dos a mà ara és il·legal? Com pot dir-li que si es trenca una teula, no podran arreglar-la perquè l’Ajuntament els podria tombar la casa?
Deixem a aquest home que visque els dies que li queden en pau, però no permetem que l’Ajuntament continue endavant amb els seus plans polítics, dissenyats sense consultar als veïns de La Marjaleria!
Segur que molts dels que heu llegit aquesta història us heu trobat identificats. Quanta gent no ha pogut connectar aigua potable, encara que tinguera la connexió a poc més de mig metre? Quanta gent no ha pogut fer-se una xicoteta reforma a casa? Quanta gent no te ni llum als camins? Quanta gent te el camí ple de clots d’uns quants centímetres de profunditat que fan malbé els vehicles?
Quanta gent s’ha trobat completament desprotegida davant d’aquest Ajuntament que no sap ni on estan la meitat dels camins de La Marjaleria?
El PGOU ens deixa a molts de nosaltres en la mateixa situació que el vell llaurador: la nostra casa ara és il·legal. Un PGOU que es va dissenyar sense consultar als veïns, ni tindre en compte les necessitats de la Marjaleria.
O el PGOU o el abismo
Des de l’Associació de Veïns de La Marjaleria hem tingut diverses reunions amb responsables polítics per tal de canviar el PGOU i protegir així La Marjaleria, però sempre hem tingut la mateixa resposta: “O el PGOU o el abismo”.
Per això, en la última assemblea de l’Associació vam decidir, juntament amb les Associacions de Veïns d’Entrilles i Meridiano, aturar la barbàrie del PGOU per la via penal, encara que a molts polítics els sembla que aquest camí sols ens portarà al “abismo”.
Si l’Equip de Govern sorgit de l’Acord de Fadrell no ha tingut prou capacitat (o directament s’ha negat) per a aplegar a un acord amb els veïns de la Marjaleria, que ara no es posen les mans al cap si decidim judicialitzar el PGOU.
Ells diuen que per a començar a posar ordre en la Marjaleria cal començar per cuidar la seua riquesa natural. Nosaltres diem que per a posar ordre en la Marjaleria, el camí a seguir és pensar primer en les persones, legalitzar totes les cases existents i dotant-les dels serveis bàsics com llum, aigua i clavegueram. I una volta ho tinguem, ja podrem començar a cuidar la seua riquesa natural, perquè si els veïns tenen la confiança de què la seua casa és legal i per a sempre, seran ells els primers que faran força per a mantenir la Marjaleria tal i com és mereix.
Demanem a l’Ajuntament que paralitze el PGOU, que faça reunions amb els veïns, que acorde un nou pla que defense la Marjaleria i els seus habitants. Demanem a l’Ajuntament, que no derribe la casa d’aquest vell llaurador, que sols desitja veure a la seua neta cuidant la marjal que ha estat en la família des de fa generacions.
Un llaurador vivint en una alqueria en la Marjaleria, quina bogeria! Ara mateixa, a ulls de l’Ajuntament de Castelló hi ha res més il·legal que això.