El muelle de costa se llenó de gente para dar la bienvenida a este evento náutico que inaugura una nueva serie de eventos náuticos
El muelle de costa del Puerto de Castellón se llenó de gente esta tarde para dar la bienvenida a la gran Fiesta del Mar, Escala a Castelló, y para celebrar la primera de las arribadas de buques antiguos, la fragata rusa Shtandart. Fue todo un espectáculo, en tierra y en el mar. En tierra, donde la historia ha cobrado forma a través de los campamentos, el mercado y la gastronomía y en el mar con la participación de embarcaciones de recreo.
Esperanza Molina /Castellón Información
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Apenas habían dado las cinco de la tarde, cuando ya el Tram se desplazaba llenó de familias con destino al Grao, y cuando el muelle de costa se trasformó por completo para dar la bienvenida a la gran Fiesta del Mar, Escala a Castelló.
Y es que la imagen no podía ser más atractiva. Desfile inaugural y un campamento militar donde los soldados, con sus atavíos de época trajinaban entre las tiendas, los cañones de combate y las representaciones de diferentes armadas de los siglos XVI, XVII y XVIII; un Mercado Marítimo, que tan pronto ofrecía artesanía de todos los tiempos, historia de los Cátaros, como escudos militares, y todo tipo de abalorios. Junto a ellos, todo tipo de oferta gastronómica, pulpería incluida. Y también numerosas atracciones para los más pequeños con marineros, piratas, medusas y sirenas.
No faltaba ni la posibilidad de divertirse en un tiovivo o la de navegar a bordo de un barco en tierra.
En el mar, las embarcaciones de vela latina realizaban sus travesías también frente al muelle.
Esto era solo el principio de una gran historia. Porque grandes y pequeños esperaban impacientes la llegada de los barcos antiguos. Y es que una pieza importante de esta fiesta será la presencia de las naves de época de los siglos XVI, XVII y XVIII, pero también la posibilidad de visitar otras embarcaciones como el remolcador de Seguridad Marítima Sar Mesana, la patrullera de la Guardia Civil Río Nansa o la lancha de salvamento LS Pandora de Cruz Roja.
Un contratiempo de última hora, como el retraso en la arribada de la Nao victoria o el Galeón Andalucía, no restó emoción al momento. A cambio, indicó la alcaldesa, Castellón contará también con la presencia del Santa Eulalia.
Castellón se sumaba a la iniciativa de la ciudad francesa de Sète, situada en la costa este de Francia, en la zona del Rosellón y Occitania, las naos se encuentran en plena travesía.
Pero el que si llegó esta tarde fue la fragata rusa Shtandart. Una réplica histórica de la embarcación del siglo XVIII construido en Rusia bajo el mandato y la supervisión directa del zar Pedro el Grande.
Desde las cinco de la tarde la gente miraba a la bocana del Puerto esperando la llegada del barco…
Numerosas embarcaciones de recreo del Puerto y del RCN Castellón se sumaron a la fiesta. La ocasión lo merecía. En el Catamarán Clavel I embarcaron las autoridades, pero no todas. La alcaldesa se desmarcó de toda la comitiva oficial para dar su particular bienvenida al Shtandart, al que subió en mar abierto, cuando la fragata ya apuntaba la proa a la bocana del Puerto.
Prensa y autoridades salieron al mar, para arropar la llegada de la fragata rusa.
Y en un día soleado, con buenas temperaturas y algunas rachas de viento de componente este, el Shtandart apareció en el horizonte con todo el velamen desplegado.
La tripulación de la fraga rusa también contribuyó al mayor espectáculo. Todos ellos, ataviados como lo estuvieran los marinos rusos de su tiempo, se desplegaron por la nave para realizar la maniobras de acercamiento.
Así, entre vítores, y rodeado por barcos de recreo, el Shtandart intentó mantener sus velas abiertas hasta el último momento. Y esa fue la imagen más bonita de una jornada, cuando la fragata rusa por fin cruzó el dique exterior y se adentró de pleno en las aguas interiores de Castellón.
Para entonces, el muelle era un hervidero de personas de todas las edades.
El Shtandart avanzó glorioso por el canal de entrada y posteriormente entró en la dársena interior. Algunos niños gritaban “¡¡¡mira piratas!!!!”, porque para ellos las historias de navegación más cercanas tienen que ver con tantas imágenes del cine de aventura… otros replicaban: “si, pero estos no son de los malos”
En su entrada al Puerto de Castellón, el Shtandart saludó con las salvas de sus cañones. Desde tierra, se daría igual bienvenida y se rendiría también el mejor homenaje.
En el muelle, una composición histórica de soldados también formaron para la ocasión.
El Shtandart, ya con las velas recogidas, realizó su maniobra poco a poco, hasta atracar de costado en el muelle de costa.
La gente ya esperaban con ganas para poder visitar el interior de la nave.
A bordo de la fragata rusa, el capitán de la nave acogió a los primeros visitantes, las autoridades y los representantes de la corporación municipal, representada por todos los grupos con la sola excepción de CseM.
Los periodistas curiosos también subieron a bordo para recoger las primeras declaraciones: las de la alcaldesa, visiblemente emocionada, las del presidente del Puerto, y el breve relato del capitán del barco, Vladimir Martus, que se mostró orgulloso de poder mostrar su nave en la ciudad de Castellón.
Nunca mejor dicho, el Shtandart se vio abordado por completo, en un momento en el que todavía quedaban a la vista los efectos de un largo viaje, entre ellos una guitarra española, que habrá contribuido también a hacer más atractivas las largas travesías. Pero lejos de molestarse, los marineros de la fragata rusa, con su capitán al frente agradecieron la intromisión. Porque, como comentaba Vladimir Martus, el Shtandart es el resultado de una apuesta por recuperar la historia, pero también por mostrar de qué manera la navegación contribuyó a acercar pueblos. Cómo se navegaba, como se vivía a bordo, y como se sorteaban los tiempos. Una apuesta que ya, en su momento imprimió carácter a quienes protagonizaron las antiguas travesías.
El Shtandart permanecerá en el Puerto de Castellón hasta el próximo sábado y, durante estos días podrá ser visitado gratuitamente por los amantes del mar y por los curiosos de todo tipo. No se paga entrada, pero los visitantes podrán contribuir generosamente si así lo estiman, con sus donativos personales. Porque mantener un navío como este cuesta dinero.
La fragata rusa es bonita, por dentro y por fuera. Construido según las técnicas navales inglesas del XVII, El original fue creado en pocos meses para cumplir los deseos del Zar de todas las Rusias, Pedro el Grande, que llegó a dirigirlo en su viaje inaugural.
En comparación con la sobriedad de las naves españolas, el barco Ruso es llamativo por sus colores, por los adornos en madera, que lo hicieron único; por la popa, que es como un canto a la vida. Especialmente atractiva, la cámara del capitán. Pero en su conjunto todo él tiene una belleza espectacular. Habilitado para cumplir las exigencias de seguridad de ahora, no dejan de chirriar algunos de los elementos como la balsa salvavidas, que estar, tienen que estar, pero que convenientemente se eluden en la mirada cuando se recobra la historia.
En sus declaraciones, la alcaldesa, Amparo Marco, visiblemente entusiasmada manifestaba: "Escala a Castelló es una nueva oportunidad para vivir de cerca la experiencia del mar. Queremos potenciar la cultura marítima con este encuentro de navíos históricos y el amplio programa de actividades que se han organizado". Y es que el objetivo es que esta experiencia piloto se consolide. Que Castellón aprenda a valorar también su cultura náutica, que se estrechen todavía más las relaciones con al ciudad francesa y que Castellón, como Sète, se convierta en el mejor reclamo para las embarcaciones de todo el mundo.
A lo largo de esta madrugada se espera la llegada de la Nao Victoria y el Galeón Andalucía. Y también, si se cumplen los buenos augurios de la alcaldesa, el Santa Eulalia, un velero de 47 metros de eslora y 9 de manga, dotado con tres mástiles.
¿Qué hay que saber para disfrutar de Escala a Castelló?
Lo primero y lo mejor, el programa de actividades que consta con más de 120 eventos desde hoy hasta el próximo domingo, que se puede consultar en http://escalaacastello.com/programacion/
Eso significa: disfrutar de las composiciones históricas, conocer los campamentos militares, descubrir a ‘los tercios españoles’ del campamento, cuyas banderas llegaron a inundar el mundo conocido.
Visitar los poblados militares pero también el Mercado Marinero y aprovechar para probar la gastronomía.
Visitas a bordo
Los visitantes podrán visitar los veleros de leyenda, Shtandart (gratuito), la Nao Victoria y el Galeón Andalucía (precio conjunto de 4 euros para menores de 5 a 10 años; de 7 euros a partir de 11 años y de 20 euros para familias -2 adultos y hasta tres niños); el Santa Eulalia si se confirma, y de forma gratuita también, el remolcador de Seguridad Marítima Sar Mesana, la patrullera de la Guardia Civil Río Nansa o la lancha de salvamento LS Pandora de Cruz Roja.
El gran desfile del sábado
Diariamente se celebran desfiles de tropas, entre ellos, el más significativo, previsto para el sábado 7, a las 17.30 horas.
El inicio de este desfile será frente al hotel Turcosa y recorrerá todo el Paseo Buenavista para finalizar frente a la fragata Shtandart. En ese instante se rendirá simbólico homenaje a los hombres y mujeres que dejaron su vida en el mar, con el lanzamiento al agua de una corona de laurel y salvas de cañones para despedir a la fragata del Zar..
En el puerto del Grao se instalarán tres campamentos –infantería, artillería y caballería– y los visitantes podrán comprobar cómo era allí la vida cotidiana de las tropas, sus comidas y rondas de vigilancia, y presenciar exhibiciones de disparos de fusilería de los diferentes ejércitos, y de cañones.
El Puerto también será escenario de prácticas de salvamento marítimo, con el remolcador de altura, el Sar Mesana, de 45 metros de eslora, y la embarcación rápida de rescate Salvamar Sabik, de 20 metros; y otro salvamento en la dársena del puerto con la participación de un helicóptero. También podrán visitarse una patrullera de la Guardia Civil amarrada y un barco de pesca, con explicaciones sobre Pescaturismo, además de disfrutar de relajadas mini travesías en Golondrina. El Club Náutico de Castellón, por su parte, contribuirá en el evento ofreciendo ginkanas, bautismos del mar –el viernes y sábado–, talleres infantiles y exhibiciones de kayak-polo.
A todo eso hay que sumar, las actividades especiales dedicadas a los niños.
Escala Sostenible, aprender coas de mar
Ya si además, el visitante quiere saber más cosas de mar, podrá hacerlo también en las conferencias programadas en Escala Sostenible en el Edificio Moruno del Grao.
Mañana viernes, 6 de abril: A las 13:00 horas, charla de Esperanza Molina (experta en periodismo náutico): “Cómo sobrevivir a bordo sin agua dulce y con comida salada”
A las 19:00 horas: Charla de Alberto Luis Aguilar (ex director formativo de la FVCV) y de Imanol Montserrat (Director Escuela Náutica RNC Castellón): “El valor educativo de la vela”.
El sábado, 7 de abril, a las 13:00 horas: Charla de Vladimir Martus (capitán ruso del Shtandart): “Shtandart: un sueño hecho realidad”.
Y a las 19:00 horas: Charla de José Ribes (experto navegante y escritor): “Travesías transoceánicas, el otro lado de la vela”.
El domingo, 8 de abril, a las 13:00 horas: Charla de Javier Peris (Capitán de la marina mercante): “Stella Maris: proyectos con corazón marinero”.
Todo el conjunto de ‘Escala a Castelló’ estará arropado por espectáculos de animación callejera, actividades para los niños –como enseñar a pescar tirando la red–, música y representaciones. Y en el horizonte de 2020, tras esta primera ‘prueba piloto’, la participación conjunta de Castellón y Sète en la organización de este gran evento de veleros de época, con la llegada a la capital de la Plana de muchos más navíos históricos que, desde el sur de Francia, seguirán la travesía hasta la costa valenciana.