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En noviembre del año pasado asistíamos a la presentación del mausoleo de la familia Gómez Mata en el cementerio de Vila-real. Un conjunto escultórico sin precedentes ideado y proyectado por los arquitectos, Pascual Mata y Javier Lahuerta, de la empresa Format Arquitectos y realizado por la Fundación Arte Granda-Madrid. Un año después, el monumento de casi 5 metros de altura, compuesto por un Cristo resucitado, 4 ángeles y un relieve de la Inmaculada, sigue recibiendo los elogios y el reconocimiento por parte de la sociedad y de los profesionales. En esta ocasión el galardón que otorga la Asociación de Empresarios del Mármol al diseño y coordinación del conjunto escultórico realizado en mármol de Carrara por la Fundación Arte Granda-Madrid será entregado al arquitecto Pascual Mata el próximo 6 de noviembre en Almería. Todas las categorías premiadas recaen en profesionales de gran nivel. De los nueve premios otorgados en esta edición, sólo tres han recaído en España. Uno de ellos se ha otorgado a un edificio del Grupo Cajamar, otro al Mausoleo de la familia Gómez Mata, y el tercero, en la categoría de promoción y comunicación, al cantante David Bisbal.
Un mausoleo artístico, referente internacional
El Mausoleo de la familia Gómez Mata, desde su construcción hace algo más de un año se ha convertido en un referente en el arte sacro de la provincia. Pero el resultado final del monumento y el cariño con se ha llevado a cabo ha traspasado todas las fronteras. El conjunto que se ubica en una parcela de 64 metros cuadrados, en la parte central del camposanto vila-realense, desprende una fuerte carga teológica que apela al triunfo de la vida sobre la muerte. A su belleza y sus cuidados acabados y detalles, se unen también sus dimensiones. Ocupa 24 metros cuadrados de superficie y destaca por sus 4,80 metros de altura. Junto a él se integra en este espacio una pequeña zona ajardinada. Preside una imagen del Cristo resucitado de 2,30 metros de altura, y las tres potencias de la Santísima Trinidad en su cabeza, acompañado de 4 ángeles de metro y medio de altura que representan, con su acción, el triunfo de la vida sobre la muerte y el encuentro del alma con Dios.
Todas las esculturas son de mármol estatuario de carrara. Los pedestales recuerda los fundamentos de la Santa Madre Iglesia y la sangre de los mártires sobre la piedra de la antigua Roma. Sobre la lápida se aprecia una gran cruz grabada, como signo del vencimiento a la muerte. En los laterales, y de forma simétrica, se sitúan dos bancadas de 16 metros cuadrados, con mosaicos de piezas de mármol de 3x3 metros cuadrados en el parte central de cada uno de ellos. El monumento está rodeado con balaustres y cadenas que lo protegen y lo complementan de forma elegante. La cripta de 4 metros de profundidad tiene 3 plantas y contempla un espacio para 6 nichos y 3 columbarios.
