Los comerciantes de la ciudad ya no pueden más y reclaman iniciativas a largo plazo para evitar cerrar la persiana de sus negocios ante el crecimiento de las grandes superficies
Pasear por las principales calles de la ciudad de Castelló y encontrarte con locales vacíos con carteles de ‘Se vende’, ‘Se alquila’ o ‘Se traspasa’ es una imagen ya recurrente. Una estampa luctuosa a la que, desgraciadamente, ya nos hemos habituado. Lejos quedan los años de esplendor, en los que las aperturas se contaban por decenas y los nuevos negocios abrían sus persianas con ilusión y esperanza. Ahora, no hay ni una cosa ni la otra.
Céntricas vías como es el caso de Alloza, Trinidad o Navarra se han convertido en auténticos ‘cementerios’, pues muchos emprendedores se han visto obligados a echar el cierre de sus negocios debido a la situación económica. Los centros comerciales se han erigido como la primera y única opción para una gran mayoría de los compradores, que encuentran en estos ‘gigantes’ todas las facilidades: acceso, parking gratuito (en la mayoría de casos) y una gran cantidad de tiendas aglutinadas en un mismo espacio.
El pequeño comercio se encuentra en una situación desesperada y reclama, no solo iniciativas estacionales, sino medidas a largo plazo, como es el caso de la bonificación de la tasa de basura (algunos pagan hasta 200 euros por un servicio que no reciben) o la mejora de acceso al centro para los visitantes.
Unas iniciativas que, tal y como ha confirmado el concejal de Comercio, Alberto Vidal, se van a estudiar. Y es que a principios de noviembre está previsto que se convoque el consejo sectorial de comercio para marcar esas líneas estratégicas en conjunto con los comerciantes “y hacer resurgir al comercio”.
Una de estas medidas será la instalación de taquillas refrigeradas en varios puntos de Castelló para que los usuarios puedan recoger sus pedidos encargados en el Mercado Central y en el de San Antonio. Unos ‘lockers’ que podrían extenderse al resto de comercios de la ciudad, tal y como han asegurado desde el Ayuntamiento.
Cabe recordar que esta iniciativa forma parte del proyecto de modernización sostenible y accesible de los comercios y mercados de Castellón, que cuenta con una inversión de 2,4 millones de euros, de los cuales 1,9 millones son procedentes de los fondos Next Generation y el resto, 500.000 euros, de las arcas municipales.
La mejora del aspecto externo de las fachadas de los locales vacíos es otra de las estrategias del área. “Los establecimientos cerrados se llenan de pintadas, pegatinas y carteles”, con lo que ‘un lavado de cara’ de los mismos podría servir como herramienta para “promocionarlos para que empresas y emprendedores se interesen en desarrollar sus proyectos en ellos”.
Censo de comercios y accesibilidad al centro
La escasez de aparcamiento y la dificultad para acceder al centro es una de las principales quejas de los comerciantes. En este sentido, Vidal ha anunciado que estudiarán posibles convenios con los propietarios de parkings para encontrar la mejor solución y poder “permitir que el comprador pueda entrar sin problemas y sin demasiado coste ni para el usuario ni para los negocios”.
Y es que cabe recordar que muchos de los negocios son los encargados de adquirir los vales de ‘parking gratuito’ para ofrecérselos a sus clientes, con lo que la broma a algunos les sale bastante cara.
Asimismo, el responsable de Comercio en el Ayuntamiento de Castelló ha adelantado que también trabajan en la realización de un censo de comercios. Unos datos que no se actualizan desde el año 2014 y que resultan fundamentales para tener una radiografía del pequeño comercio de la ciudad.