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La ordenanza municipal para la prevención y control del mosquito tigre en Almassora está ya lista para su aplicación puesto que el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Almassora ha concluido su redacción y así prevenir y controlar el mosquito tigre.
El texto regula las actuaciones generales y específicas, los tratamientos, sanciones y el ámbito de aplicación, entre otros, para frenar el avance de la plaga junto al control larvicida y biológico.
Los servicios técnicos supervisan la normativa en estos momentos para su debate y aprobación, si procede, en el pleno municipal de junio.De esta manera, la ordenanza afecta a personas físicas y empresas e incluye actuaciones específicas en el caso de talleres mecánicos, huertos urbanos, colegios, granjas de animales y el cementerio municipal.
En todos los casos, la inspección correrá a cargo de técnicos municipales, Policía Local o personal especializado de la empresa adjudicataria del tratamiento. Las infracciones irán de 60 a 3.000 euros dependiendo de si son calificadas como leves, graves o muy graves.
El texto aplica criterios generales para la regulación de aguas estancadas, como obligar a que “todas las personas físicas o jurídicas que sean poseedoras de bienes u objetos susceptibles de crear condiciones de proliferación de mosquitos eviten el abandono, definitivo o temporal, tanto en espacios públicos como privados, de contenedores u objetos en los que se pueda acumular agua y como consecuencia pueda reproducirse el mosquito”.
En este sentido, la normativa recuerda que los propietarios de solares están obligados a mantenerlos, a su cargo, limpios de hierba, basura, recipientes, objetos abandonados y aguas estancadas. Cualquier actuación correctora que tuviera que realizar el Ayuntamiento de Almassora en estos espacios correrá a cargo del titular del solar.
Por su parte, la concejala de Medio Ambiente, María José Tormo, ha puntualizado que se trata de “guiar a los vecinos para que conozcamos esos focos potenciales de criaderos de mosquitos a los que hasta ahora no dábamos importancia porque desconocíamos que pudieran suponer un riesgo para la proliferación de la especie”. “Si atendemos las indicaciones de los especialistas será más fácil controlar la plaga”, ha añadido.
Al igual que en otros municipios, y siguiendo las indicaciones de los técnicos municipales y de los expertos de la Diputación Provincial de Castellón, entre los objetos en exteriores que no podrán contener agua estancada sin tratamiento específico para evitar la proliferación de mosquitos figuran: neumáticos, artículos decorativos de jardín, macetas, bajo platos de macetas, regaderas, fosas sépticas, balsas de riego, piscinas, latas, bolsas, botellas, lonas de plástico, tinas, bidones y fuentes ornamentales, entre otros.
Finalmente y como ejemplo, los técnicos, como sostienen también desde la empresa de control de plagas encargada de la fumigación, las piscinas tienen que mantenerse todo el año con tratamientos desinfectantes para garantizar la ausencia de mosquitos y otros organismos. En este sentido, la norma recuerda que al tratarse de una lámina de agua más grande los mosquitos tigre no tienen preferencia para criar, pero sí lo pueden hacer los mosquitos autóctonos. En caso de que estén vacías, las piscinas deberán mantenerse “completamente secas ya que las pequeñas cantidades de agua sí pueden ser criaderos de larvas de mosquitos tigre”.