Abril es un mes en el que el hecho de que la Semana Santa tenga lugar en el mismo tiene bastante relevancia en la trayectoria seguida por el paro y el inicio, tímido, de la campaña turística, que se constata en el descenso, sobre todo, en servicios. En Castelló es cierto que este hecho no tiene la relevancia que podría tener, dadas sus características climatológicas.
Abril ha sido este año el tercer mes consecutivo en el que se registra un pequeño retroceso en la cifra de parados después de un mes de enero en el que se incrementó de forma destacada y en el que, por primera vez, el paro registrado al final del mes era superior al de un año antes. Y, además, con un anormal pequeño descenso del paro en febrero, el primero en los últimos veintitrés años.
Todo ello podría hacernos pensar que se va por el buen camino a pesar de las previsiones económicas para 2023, de la incidencia de la guerra de Putin o de la persistente inflación y el mayor importe de la cesta de la compra.
Pero la economía castellonense es demasiado estacional, poco diversificada, tanto en lo industrial como en lo agrícola, y que ha aprovechado muy poco la bonanza que la climatología ofrece a la provincia. Y por eso, esa mejoría de los últimos tres meses es insuficiente, claramente insuficiente.
Y digo esto porque el descenso, en términos porcentuales, del paro registrado en abril respecto a marzo ha sido del 0,96%, siendo el menor porcentaje provincial, solo superior al de Ceuta y Guipúzcoa. Y, además, el descenso del paro respecto a abril de 2022, el 2,28%, ha sido el menor de todas las provincias españolas, salvo el pequeño aumento de Melilla.
Lo anterior nos indica que, dada la menor diversificación dela economía castellonense, cuando un sector, en este caso el cerámico, atraviesa por un problema, ese hecho repercute de manera más destacada en las cifras del paro.
Si comparamos el número de personas paradas al final de abril de este año y del anterior por grandes sectores económicos en Castelló, se constatan descensos, además de en el montante total como ya hemos dicho, en agricultura (-17,50%), servicios (-5,22%) y construcción (-0,46%), mientras se producen incrementos entre las personas sin empleo anterior (+9,31%) y, y esto es lo preocupante, en la actividad industrial (+11,45%). Ello refleja la problemática en torno al sector cerámico y el menor empuje de la construcción.
Pero, si ese desglose sectorial lo comparamoscon el del conjunto dela Comunitat Valenciana (CV) y de España, se comprueba, a diferencia de Castelló,que el paro registrado en la industria se contrae un 7,42% en la CV y un 10,85% en España. También se dan mayores descensos en las dos áreas en agricultura (-21,46% y -25,78%, respectivamente) y en construcción (-6,24% y -11,74%, respectivamente), mientras en servicios son bastante parecidos (-5,76% y -6,50%, respectivamente). Entre los que buscan el primer empleo se da un pequeño incremento en la CV (+1,43%) y un ligero retroceso en España (-0,97%).
Ello nos debe hacer reflexionar sobre la concentración del sector industrial y agrario en pocas actividades lo que hace predecible la evolución del empleo y sus posibilidades de incremento y, por tanto, de mayor estabilidad, y por otro lado, el escaso aprovechamiento de las mayores posibilidades que ofrece la climatología al sector turístico y, por tanto, la reducción de su estacionalidad en la provincia.
Y por eso, el porcentaje que la Encuesta de Población Activa (EPA) señala para la provincia en el primer trimestre de 2023, el 13,84% o para España, el 13,26%, si lo comparamos con la media de la Unión Europea, nos indica la existencia de un paro estructural difícil de eliminar en el que la no adecuación entre oferta de empleos y demandas, la reducida formación continua de los trabajadores y también del empresario, la no adecuada inversión real y continuada en innovación y en talento, la aun poco prestigiada formación profesional o la educación multidisciplinar, entre otras cosas, son cuestiones a tener en cuenta.
Y ello nos debe hacer reflexionar cuando diferentes expertos señalan que más de la mitad de los empleos a diez años vista aún no se conocen.
Por eso, bueno es el pequeño descenso del paro registrado en abril en la provincia. pero es también un síntoma de la evolución cíclica de la economía castellonense y del reto que supone el tratar de modificarla y diversificarla.
¿y usted qué opina?
