Por Vicente Pallarés. Alcalde de Sant Joan de Moró y diputado provincial
Ante la falta de talento, lo más fácil es prohibir. Ante la incapacidad para gestionar la vida diaria de los castellonenses, alicantinos y valencianos, lo más sencillo es imponer normas, horarios y limitaciones que varían de un día para otro: hoy te quitas la mascarilla, hoy te pones la mascarilla… Así, cara a la galería, parece que Ximo Puig y su grupo de expertos (¿?) trabajan mucho y se preocupan mucho por la salud de todos nosotros, pero la realidad es que no saben por dónde tirar ni qué hacer…
Y por eso, el virus, el maldito coronavirus, ha campado a sus anchas por la Comunitat Valenciana desde el primer día… Y desde el primer momento, Ximo Puig ha rechazado la ayuda de los ayuntamientos para luchar contra el Covid-19 con el único propósito, supongo, de acaparar todo el protagonismo: ha prohibido el servicio de enfermería escolar, ha puesto todas las trabas posibles para la realización de pruebas de antígenos y hasta nos ha tocado hacer juegos de magia para que no nos requisasen las mascarillas que compramos en China para nuestros vecinos…
Y, ahora, vuelta a empezar, Los índices de contagio vuelven a subir y, en lugar de adoptar medidas eficaces, vuelve a apostar por las prohibiciones, algo que a la izquierda le gusta mucho y que ha aprendido de sus adorados dictadores caribeños… Adiós al ocio nocturno y nuevas reducciones para los bares y restaurantes, tanto de horario como de capacidad. Y, así, el hermanísimo de Francis Puig se carga ya definitivamente a un sector herido de muerte por su culpa. Adiós, definitivamente, a la campaña turística.
¿Ese es todo el talento del qué pueden hacer gala Ximo Puig y su comité de expertos? ¿No se podían adoptar medidas sanitarias de emergencia como, por ejemplo, poner a trabajar los vacunómetros las 24 horas del día e inmunizar ya a los menores de 30 años, que son los más afectados de esta nueva ola?
Para qué pensar, ¿verdad? Lo más fácil es cargar las culpas sobre los empresarios de los sectores del ocio nocturno y la hostelería y, así, dejar morir muchos miles de puestos de trabajo. Tarde o temprano todos vamos a pagar muy caro la incompetencia de este Gobierno. O mejor dicho, de estos gobiernos, el de Pedro Sánchez y el de Ximo Puig.
