La configuración, el diseño, la ubicación de los puestos, la mezcla de unos sectores con otros desorientan al público y restan ventas
Los artesanos del Mercado de Castellón de la Magdalena 2017 se desesperaban ayer tarde por los resultados recogidos después de varios días de feria caracterizados por las pocas ventas y ‘el efecto paloma’ (todos se acercan y luego echan a volar’. Y es que el Mercado está mal diseñado, hay dos viales principales y luego todo son callejones. Los puestos de comida están mezclados en todos los sectores con otro tipo de oferta… hay demasiadas paradas y poca alternativa
Esperanza Molina/Castellón Información
Se supone que el sábado de Magdalena suele ser un día de provecho para el mercado llámese artesanal o Fira Alternativa. Pero este sábado no lo fue, y gente había para dar y regalar en todos los puntos de la ciudad.
Ambiente frío pero con público que rebosaba en todos los mesones, en todos los rincones, en todas las calles.
El Mercado, organizado por al Fragua de Vulcano, decepcionaba a los artesanos. El problema, es el que ya comentaron hace unos días, está mal organizado.
Unos afirman, que se ha querido aprovechar tanto el espacio para sacar rendimiento económico que hay demasiados puestos, pero unos mezclados con otros.
En la zona privilegiada que da a la avenida del Mar, el vial es amplio y grande, de fácil acceso y mueve mucho público, allí se puede encontrar de todo. Pero poca gente se adentra en las ‘callejuelas’, en los viales más estrechos que se suceden por todas partes, y así, los puestos más alejados ven pasar gente que ya ni para, y si lo hace, se produce lo que llaman coloquialmente ‘efecto paloma’. “cuando te ausentas un momento ves que todo el mundo quiere concentrarse en tu parada; cuando te acercas, todos se van, echan a volar”. Eso en el mejor de los casos, cuando la gente llega hasta ellos, porque muchos ni lo hacen, no llegan.
Así, el grueso de las ventas se centra solo en los viales más amplios, mientras que los que han montado en los más estrechos afirman que no han conseguido rentabilizar su apuesta de venir a Castellón.
Si a eso se le suma la ‘mala organización de sectores', o los daños que han sufrido otros, o las quejas de artesanos de la capital, que dicen que este año se les han cerrado las puertas, el desastre es casi completo, y el descontento, total.
Los puestos no están aglutinados por sectores. La oferta de comida, que son los que más han pagado, están distribuidos por uno y otro lado, mezclados con todo tipo puestos y tiendas. Los que buscan comida se van a los puestos más cercanos a los accesos, no llegan hasta los más alejados.
De la misma forma, hay mucho de lo mismo, pero todo mezclado, como en un gran bazar.
En algunos casos, han llegado a denunciar, que las furgonas o vehículos aparcados en el entorno o el párking del centro comercial, han sido objeto de destrozos vandálicos.
Y otros artesanos de Castellón expresaban a Castellón información su malestar, porque dicen que siempre han expuesto en su ciudad, en Castellón, y este año, como se les cobraba menos que al resto, se les ha limitado en número y los han dejado fuera.
Castellón Información pudo comprobar anoche la justicia de algunas de sus protestas en cuanto a la gente concentrada en unos u otros puntos. ¿Se les ha cobrado lo mismo por una situación privilegiada que por estar arrinconados en una esquina alejada de la avenida del Mar?. Ellos no dicen lo que han pagado, pero están descontentos. Otros afirman que la Fragua de Vulcano, concesionario del Mercado, no ha dado la cara cuando han llamado para protestar.
Así las cosas, y visto como se sacó a concurso la concesión del Mercado, la mayoría opina que La Fragua de Vulcano tenía que rentabilizar los 80.000 euros que ofreció por la organización y que les dio la mejor puntuación para llevarse el concurso del Ayuntamiento, pero todo a costa suya.
Las protestas han llegado a todas partes. Desde la Junta de Fiestas ya indicaron hace un mes que ellos no son los que han sacado a concurso ni los que han organizado el Mercado. La Junta es responsable de la propuesta del Programa de Actos de la Magdalena. Las concesiones se han realizado por concurso público desde el Ayuntamiento de la ciudad… y lo peor es, que se puntuó sobre todo en base a la oferta económica por encima de otros conceptos. “La Junta de Fiestas no tiene la culpa y ya había avisado de lo que podía suceder”.