Representantes de los comerciantes se han reunido hoy con el concejal de Innovación Comercial y han llegado a un acuerdo
La manifestación convocada por AVA Castelló empezaba a las 9:00 horas de la mañana, justo cuando en muchos puntos de la ciudad los niños y sus mascarillas despedían el verano y daban la bienvenida a este extraño curso. Sin embargo, la polémica del Mercat del Dilluns de Castelló ha despertado bastante antes que, seguramente, muchos de estos niños. Ya de buena mañana (sobre las siete y media de la mañana), el concejal de Innovación Comercial, David Donate, ha visitado el mercado para tratar de escuchar las reivindicaciones de unos vendedores ambulantes que están componiendo sus quejas desde casi, principios de verano, tal y como se expone en uno de los reportajes de este medio de comunicación.
Tàrsila Galdón/Castellón Información
Alberto Martín es uno de los vendedores del Mercat del Dilluns y resume sus principales reivindicaciones: “Trabajamos al 50 % y nos impiden montar al 100 %”, y continúa: “Estamos reivindicando nuestros trabajos, ya que nosotros pagamos como autónomos”. A este respecto, el departamento de prensa del Ayuntamiento de Castelló ha informado que en un principio abrieron sólo los puestos de alimentación porque se trataba de una necesidad básica y después, se incorporaron los puestos textil. Pero recreemos un poco de contexto:
¿Cuál ha sido, a partir de este momento, el problema según narra el ayuntamiento?
Cuando se incorporaron todos los puestos de textil se vio que no se podía garantizar la distancia de seguridad entre los propios puestos: “Se acordó que un lunes abrieran los pares y después, los impares”, informan fuentes oficiales del ayuntamiento. Así pues, estas fuentes matizan que desde un primer momento se ha querido abrir el 100 % del mercado pero para ello es necesario “reducir los espacios de los puestos de los propios vendedores”. Hasta ahora, pues (y juntando las dos versiones de esta compleja historia) es verdad que el mercado del lunes no gozaba de un 100 % abierto pero porque, en palabras de estas fuentes: “no se cumplían las normas sanitarias”.
Pero los vendedores se ahogan porque al fin y al cabo (y como ha relatado Alberto Martín junto con otras muchas fuentes) pagan como autónomos y no les sale rentable montar cada quince días. Por esta razón piden un 100 % del Mercat del Dilluns y se comparan con otras superficies como La Salera, El Carrefour o la Calle de En Medio: “En La Salera hay tiendas pegadas unas con otras y no hay tanta distancia como en los mercadillos”, se queja Alberto Martín.
“El centro comercial más seguro es el del aire libre, donde se producen menos contagios”, razona Alberto Martín, quien relata que los vendedores se sienten como unos apestados ante las actuales circunstancias que regulan su situación: “nosotros también queremos hacer las cosas bien”, asegura también otra de las vendedoras con la mirada fija en su pancarta.
En fin. Ha habido reunión. Dos representantes de los vendedores ambulantes han sido recibidos por el Concejal de Innovación Comercial y según fuentes del ayuntamiento, han llegado a un acuerdo: “Se ha acordado que los puestos de alimentación se reduzcan un metro”, y prosiguen estas fuentes: “Se hará cuanto sea posible”. Sin embargo, una fuente de los vendedores informa que podrán montar al “100 % la semana que viene”.
Uno de los vendedores del mercado, diligentemente detrás de su puesto, ha explicado que además, también desean moverlos de su sitio cuando (según ha relatado otra de las vendedoras desde la plaza del ayuntamiento) muchos llevan más de cuarenta años allí y “la gente ya nos conoce”. Por ello, este hecho, sería contraproducente para sus ventas moverse de su sitio de siempre. Desde el ayuntamiento han relatado que hasta ahora, se estaba haciendo un plan de gestión de espacio y por ello, se han aplicado todas estas medidas.
En realidad, la visita del concejal sí ha tenido su efecto: “Me ha dado muy buena palabra el señor concejal y ha dicho que en una semana habrá resultados”, se ha mostrado optimista un vendedor ante un Mercat del Dilluns vació, casi sin el alma propia del lugar, y se ha mostrado cauto al afirmar: “Espero que no solo haya sido para hacerse la foto”. De hecho, las palabras del concejal han relajado a muchos vendedores, quienes han decidido no sumarse a la manifestación.
Pero sí que ha habido manifestación
Puede que aquí esté el ‘kit’ del asunto, porque parte del Mercat del Dilluns ha decidido seguir con esta concentración a pesar de la visita del concejal. Justo sobre las nueve y media de la mañana con pancartas, silbatos y más que listos para emprender la marcha, los vendedores han decidido trasladarse hasta la plaza del ayuntamiento para poder realizar sus reivindicaciones. No sin antes, eso sí, darse una vuelta por el propio recinto del mercado para aplaudir (con ironía) a sus compañeros que sí que han montado.
El ambiente, tal vez, es difícil de describir. Reproche disfrazado con sorna es lo que se puede discernir de esta vuelta que han dado los vendedores, a veces, increpando a los otros comerciantes con frases como: ‘¡Gracias, compañeros!’. Si los otros comerciantes han sentido incomodidad, no lo han demostrado, de hecho, reían, tanto unos como otros: “El concejal ha dicho cuatro cosas y ha contentado a la gente y una parte ha decidido esperar, pero otra, no”, ha explicado Alberto Martín, una de las voces de los manifestantes.
‘No es justo’ ‘Sólo queremos trabajar’ ‘Nos hacen pagar como autónomos y venimos a trabajar cada quince días’
Una por una, estas eran las consignas que repetían los vendedores con cierto humor, un humor negro, sarcástico, lastimero: esa clase de humor que encierra una dura realidad dentro. “Mis hijos no comen cada quince días”, aseguraba además otra de las vendedoras ante la medida de seguridad para cumplir la distancia entre puestos. Así pues, desde el Recinto del Mercat, la pequeña comitiva (compuesta por unas cuarenta personas) ha viajado hasta la plaza del ayuntamiento. Los propios viandantes daban ánimos a los vendedores mientras estos gritaban con humor a las personas que se dirigían al mercado: “¡No! ¡Hoy no hay mercado!”.
El paseo ha sido corto y una vez se ha llegado a la plaza del ayuntamiento, los vendedores se han repartido por todo el lugar con sus pancartas, silbidos, pitos y ganas de reivindicar. En cierto momento, dos de las vendedoras manifestantes han entrado en el Mercado Central y después comentaban con cierta gracia en la voz: “Ahí sí que tienen todos los accesos abiertos y ni siquiera hay gel hidroalcohólico”. Porque esta es otra de sus reivindicaciones, que abran todas las puertas de acceso. El recinto tiene un total de seis puertas de acceso, pero para controlar el flujo de entrada, solo hay dos habilitadas.
Gestión del Mercat del Dilluns
Hay que recordar que la empresa encargada de gestionar el mercado desde 2006 (Sociedad Refeyme S.L) entraba en fase de liquidación y por ello, la gestión del mercado pasaba a ser del ayuntamiento. Así pues, en plena pandemia, el Ayuntamiento de Castelló imponía una serie de medidas de seguridad (como en muchos otros lugares) como el gel hidroalcohólico en la entrada, menos accesos al mercado o la distancia entre los propios puestos.
Ahora mismo, el ayuntamiento está trabajando en una Ordenanza Municipal para la ordenación y regulación del Mercat del Dilluns: “Ya se ha realizado la consulta pública previa para la elaboración de esta futura ordenanza reguladora del mercado para recoger todas las aportaciones y propuestas de las partes implicadas”, informan desde fuentes del ayuntamiento.