Rafa Cerdá. Abogado.
Somos un país de acusados contrastes; o nos encanta fustigarnos con defectos que los demás nos achacan, o nos subimos al último escalón del más elevado pedestal a la primera de cambio. Un ejemplo bien actual, la participación de la selección de fútbol en el reciente Campeonato Mundial.
En cuanto dio comienzo la convocatoria deportiva de mayor alcance planetario, nuestro plantel de futbolistas relucía como el oro a juicio de sesudos comentaristas y alegres cuadrillas de bar. En cuanto tocaron el balón la imagen de la selección subía y bajaba como una marea, y más de una vez, los más entusiastas echaban a la cloaca en algún momento a más de un intrépido integrante de la Roja (y qué decir de papelón de Fernando Hierro como Seleccionador), por no mentar la terminología empleada para referirse a la actuación del portero de Gea en la tanda de penaltis que sentenció nuestra participación contra el equipo ruso.
Cada vez que los nuestros tocaban el césped, tropecientos millones de seleccionadores nacionales conocían qué táctica desplegar durante los siguientes noventa minutos. Frente al televisor (perdón ahora se llama Smart TV) un sin fin de 'españolitos' sabía qué hacer, el Seleccionador ni idea por supuesto. En resumidas cuentas, ni tanto ni tan calvo. España ha ofrecido como selección, un plantel magnífico de jugadores que han dado momentos de gloria a todo aficionado que se aprecie (y a los que no también), nuestra Liga de Fútbol es sencillamente la mejor del mundo, y si durante el Mundial de Rusia no se ha atinado con el balón, a empezar de nuevo. La ingesta de una mínima dosis de humildad tampoco nos vendrá mal.
Pero les voy a contar un “secreto”, en Castellón existe una selección de profesionales, al estilo de la Roja, que compite desde hace siete años en nuestra ciudad y francamente, son todos unos campeones. ¿Cómo se llama tan estupendo equipo?: Club Rotary Castellón Costa Azahar.
Que tan larga denominación no les engañe, este grupo es (reitero) una selección de magníficos profesionales representativos de todos los sectores económicos y sociales que mueven nuestra provincia: desde el mundo de la política, la abogacía, campo de la medicina y la investigación, ingenieros, ejecutivos de la industria cerámica, de la construcción, empresarios del mundo citrícola y del ámbito de la energía, pasando por la consultoría de marketing aplicado a las nuevas tecnologías y redes sociales con una pujanza puntera a nivel nacional. Todos y cada uno de ellos, llevan una impronta personal que denota una indudable calidad humana, por citar sólo unos pocos nombres: Victor Rodríguez, quien con treinta y pocos años de edad ha construido un proyecto empresarial que pocos alcanzan en lustros de dura competencia, Justo Vellón, responsable de una entidad que aúna el servicio público con el apoyo al tejido empresarial, o Vicente Sánchez Peral, designado por una publicación especializada en economía de ámbito nacional como uno de los cien mejores directivos de España.
Su objetivo como grupo implica constituir una estructura de apoyo entre sus socios a la hora de fomentar, apoyar e incentivar todo proyecto que sirva al bien de la comunidad; desde el fomento de becas a estudiantes, programas de acción social de Cáritas Diocesana, ayuda a Unidades de Oncología Infantil de un centro hospitalario, subvención a un programa de enfermedades “raras”, y un largo etcétera. Y sobre todo, y como núcleo esencial, cultivar los lazos de amistad entre las personas que conforman la organización. ¿Suena bonito verdad?, pues su puesta en práctica es
mejor. Cada quince días, un grupo de más treinta profesionales se convocan en torno a una cena, a la que invitan a toda persona que tenga algo valioso que contar, aportar o explicar: desde la figura del Presidente del Castellón, un Comisario de Policía, figuras de política municipal y nacional, economistas, investigadores laureados con el Premio Príncipe de Asturias, escritores, pintores, representantes de ONGs y Fundaciones, todos y cada una de esas personas han compartido su conocimiento con los miembros del Club y al mismo tiempo, se han sometido a las preguntas y
comentarios de un foro que no es precisamente complaciente.
Cada año este equipo, incluye a nuevos “jugadores”, gente con ilusión que dé un poco de su tiempo y lo mejor de sí mismo con la única finalidad de ayudar a una organización que busca servir a los demás construyendo puentes con la sociedad. Y todo equipo debe tener un capitán, desde los inicios del Club el mes de julio el Presidente toma las riendas y este 2018, el bueno de Carlos Fabregat asume el reto de consolidar la gran labor llevada a cabo desde el 2011 por Miguel Izquierdo, Jaime Sales, José Luis Boix, Jesús Merino, Manolo Breva y Manolo Monfort.
Presidentes y “seleccionadores”, apoyados durante el ejercicio de su tarea por una Junta dispuesta a convertir el trabajo en una forma de colaboración prudente, generosa y de enorme valía.
Si desean ayuda para un interés social y de carácter solidario, busquen a esta gente. Además de escuchar, actúan. Y de ello bien puedo dar fe. Vuelvo al inicio de este artículo, este país se escora en sus opciones con cierta rapidez, podemos pecar de exagerados pero ¿quién conoce a siete Presidentes y encima tener el honor de considerarles amigos?, aquí el que suscribe. Bien orgulloso que estoy de hablar de cada uno de ellos como “mi amigo el Presidente”. ¿No suena mal verdad?.
Ánimo con el calor, y a disfrutar de este mes de julio.