Noticias Castellón
miércoles, 18 de diciembre de 2024 | Última actualización: 23:01

Los 4 palos de la baraja española y la situación geopolítica mundial

Tiempo de Lectura: 3 minutos, 39 segundos

Noticias Relacionadas

Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.

Pensando en la convulsa situación de la política y la economía mundial en estos momentos, he encontrado la referencia de nuestros juegos de naipes, para describir en una columna de opinión, mi percepción actual.
Sin la menor duda, el rey de oros es China.

Es la dueña y señora del mayor porcentaje del dinero que se mueve en el mundo y suyas son las mayores reservas de oro y divisas sólidas, así como de los recursos minerales estratégicos imprescindibles para el desarrollo de las nuevas tecnologías.

No porque esos recursos estén todos ellos en suelo chino, sino porque de una manera u otra ellos los han comprado y los están explotando, sobre todo en muchos países del África Subsahariana.

El rey de copas, es una Europa tan acomodada, como desarrollada, madura y envejecida.

Los europeos de mi generación y más jóvenes disfrutamos o añoramos una jubilación tranquila y sin traumas, porque hemos formado a las generaciones de nuestros hijos y nietos en los mismos principios que nos educaron a nosotros, sin percatarnos de que él mundo ya no es el mismo ni la proyección de futuro de nuestros jóvenes tiene mucho que ver con la que tuvimos nosotros.

Vamos a ser muy probablemente la última generación que muera con una pensión ajustada, pero suficiente para poder sobrevivir hasta el final.

Lo bueno por un lado (y menos bueno por el otro) es que nuestras expectativas de vida se han alargado considerablemente hasta después de los ochenta y muchos años y paradójicamente ya somos muchos los prejubilados o jubilados antes de los de los 65 de rigor, por una serie de decisiones políticas más o menos acertadas, pero evidentes.

No hay sociedad por desarrollada que sea, que pueda permitirse el lujo, de mantener una pirámide de expectativas de vida como la actual y mucho menos con el elevado porcentaje de parados que tenemos en toda Europa y muy especialmente en España.

Y por todas esas razones, considero a Europa como el palo de las “copas” de la baraja española, porque no queda más remedio, que beber muchas para olvidarnos de nuestra triste realidad.

El rey de espadas, con sus actitudes a veces amenazantes y otras determinantes, le corresponde a EEUU, que pretende ser siempre juez y parte en todos los contenciosos del mundo.

Sus históricos fracasos desde las Guerras de Corea y la Guerra de Vietnam o la de Afganistán, pasando por la Guerra del Golfo y sus nefastas consecuencias para el equilibrio mundial después de ella, no dejan lugar a dudas.

La invasión de España por las tropas napoleónicas a principios del siglo XIX, no le han servido a nadie, para darse cuenta de que lo único que une a todos los ciudadanos de una nación, es la lucha contra el invasor.

Ni uno sólo de los países invasores, ha conseguido gobernar pacíficamente en un país invadido, por mucho que haya pretendido poner al frente de sus Gobiernos a gobiernos locales de títeres, manipulados por ellos.

Sin duda éste Rey de Espadas, como todos los habidos anteriormente ha fracasado, en Afganistán como fracaso ya en otros sitios.

Para acabar, el papel de rey de bastos, se lo reservaría para la antigua URSS, que se construyó con la misma idea imperialista y el paso del tiempo, hizo que las cosas volvieran a su cauce, con la caída de Muro de Berlín y al final, RUSIA volviera a ser lo que fue siempre y todos sus países satélites recuperaran sus propias identidades, pese a todos los esfuerzos y tejemanejes llevados a cabo desde el Kremlin, en su vano intento de formar tras el Telón de Acero una 'nación de naciones', condenada a fracasar desde un principio.

El tema daría para varias Enciclopedias, pero yo he tratado de hacer una columna corta y resumida de lo que he vivido y conocido en primera persona, para equivocarme lo menos posible y siempre con mi opinión personal, tan discutida como discutible.

Un saludo a todos mis queridos amigos y lectores.

Hasta la semana que viene.