Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Hoy se ha reunido en Burriana el Consell y por lo visto se ha querido proceder a un “lavado de cara” de nuestra ciudad, publicando en el periódico Mediterráneo un artículo sobre la detención de una red de jóvenes delincuentes entre los 14 y los 21 años, que han venido robando y desvalijando residencias veraniegas entre el Grao y el Puerto de nuestra ciudad, durante las últimas semanas, ininterrumpidamente.
Sin duda tanto la Guardia Civil, como la policía local les han sabido seguir la pista y finalmente han podido detenerles y ponerles a disposición judicial.
Hasta ahí todo perfecto, aunque a mí me ha sorprendido sobremanera que en ningún caso se haya hecho pública la identidad ni nacionalidad de esa pandilla de delincuentes juveniles, para prevenirnos a los ciudadanos.
Curiosamente a media mañana, me llama un inquilino al que acabo de alquilarle mi residencia veraniega en esa zona, diciéndome que esta noche han entrado en su casa (que es la mía y la tenemos asegurada) y le han robado dos bicicletas que tenía en el bajo de la misma, con la puerta cerrada, por lo que obligatoriamente han debido de saltar la verja y sacarlas por encima de la misma.
En los más de treinta años que llevamos viviendo allí en verano, habíamos tenido algunos incidentes de este tipo, pero lo que realmente me sorprende es que en este caso el robo se haya realizado cuando teóricamente la víspera se detuvo a los pandilleros que pululaban por la zona.
¿Entraron por la puerta de delante del Juzgado y salieron por la detrás?
No lo sé ni lo puedo asegurar, pero cabe dentro de lo posible.
Cuando he ido a MAPFRE a preguntar lo que debía de hacer, me he encontrado a la puerta de la Merced a unos policías locales junto a miembros de la Guardia Civil y les he consultado cual era el procedimiento a seguir y con toda amabilidad me han informado de que debería de presentarse denuncia a ser posible acompañada de las facturas de compra de las bicicletas robadas y con la denuncia en mano acudir a la empresa aseguradora para tratar de cobrar los daños sufridos.
Y tanto ellos como Mapfre, han mostrado su más absoluta disposición en atender nuestra demanda.
Pero cuando les he preguntado a los miembros de las fuerzas del orden, las razones para no publicar la identidad de los delincuentes, me han contestado que obedece a las Leyes de Protección de Datos.
En este caso, me suena más a la Protección de los Delincuentes que a la Protección de los Ciudadanos, que son o deberían de ser los prioritarios.
Los datos de los delincuentes, no hay porque protegerlos, sin con ello se consigue que no vuelvan a delinquir.
Quizás los de los menores sí, pero en ningún los de los mayores que son los que les manipulan.
Lamentablemente en España, cuando los delincuentes son españoles se suelen publicar sus datos con todo lujo de detalles, sin embargo cuando son MENORES NO ACOMPAÑADOS EXTRANJEROS, se les protege de una manera especial.
¿Por qué?
¿Quizás porque están fallando en su control, formación y educación quienes deberían de hacerlo?
España es un país de acogida, y así debe de seguir siendo.
Lo que no puede convertirse es en una cueva de Alí Babá de cuantos menores llegan ilegalmente y tienen que delinquir para sobrevivir.
En los Presupuestos de todos los organismos del Estado hay miles de millones dedicados a este fin y por lo tanto hay que exigir a quienes viven de ese dinero, que controlen y se preocupen de la gente que queda a su cargo.
Y mucho me temo, que muchas de las instituciones a través de las que se canalizan esos fondos, no los administren adecuadamente.
Y si no se puede atender a todos los que llegan, tenemos que controlar la emigración para mantenerla en términos asumibles para el Estado, sin pretender ser los más solidarios del mundo con los que llegan de fuera, para desatender a los que han estado trabajando y cotizando toda la vida en España y quedan desatendidos por los servicios sociales españoles por falta de medios.
En definitiva, que se debe de formar, educar y ayudar a quienes quieran insertarse en nuestra sociedad y con nuestras reglas de juego pero a cualquier delincuente que se le sorprenda delinquiendo, hay que devolverle a su país de origen.
Y por supuesto legislar con mayor autoridad y sensatez, para proteger a los débiles y castigar a los delincuentes.
Hay que proteger el ciudadano y perseguir al delincuente, sea de donde sea y sin hacer concesiones a la galería.
Hasta la semana que viene