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jueves, 19 de septiembre de 2024 | Última actualización: 00:05

Mikel Izal, un viaje emocional a través de la música

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El 14 de agosto el artista navarro sorprendió en el SOM Festival con una puesta en escena innovadora

Vítores y aplausos invaden el recinto del SOM Festival en el Grao de Castellón. Ya se notan las ganas que tiene el público de que salga Mikel Izal, el artista más esperado de la noche. Adolescentes, adultos, niños e incluso algún que otro bebé, esperan impacientes la aparición del cantante navarro.

El artista no se hace de rogar y sale a la hora estipulada. Acompañado de unas muletas, se acerca a un taburete ubicado en el centro del escenario. Una rotura de menisco no le permite mantenerse en pie, pero eso no impide al artista continuar con sus conciertos.

Además de su música, algo que sorprende de Mikel Izal es una puesta en escena innovadora que rompe con lo que solemos ver en el ámbito estatal. Una muestra de ello es que el concierto se estructuró en cuatro capítulos y, a medida que avanzaba el espéctaculo, una voz en off anunciaba en cúal de ellos nos encontrábamos. Además, los efectos audiovisuales iban cambiando de color de acuerdo a cada uno de los capítulos.

Su último álbum El miedo y el paraíso (2023) alude a un viaje de emociones y es por eso por lo que cada capítulo hace referencia a alguna de ellas…

Capítulo 1: El miedo

La gula inicia el espectáculo y es recibida con una gran ovación del público. La voz del cantante toma protagonismo y pronto se unen a ella los teclados, la guitarra, los sintetizadores y la batería. “A bailar un poquito Castellón, va, vosotros que podéis”, grita el navarro.

Después de este tema de su último álbum, Izal interpreta algunas canciones de trabajos anteriores. La primera de ellas es La increíble historia del hombre que podía volar pero no sabía cómo y pertenece al disco Autoterapia (2018). Le sigue Pánico práctico del álbum Agujeros de gusano (2013). El navarro interpreta ambos temas acompañado de su guitarra y de su mesa de sintetizadores. Para Despedida (Agujeros de gusano)utiliza solo su voz y ganan protagonismo los efectos sonoros que producen los teclados .

Capítulo 2: El grito

Uno de los temas más esperados de la noche por fin suen en el escenario: El grito. Para presentarlo, Izal reflexiona sobre la importancia de sacar los problemas fuera y hablarlos. “El grito me hace libre.”, concluye. Con este tema se crea un efecto catártico entre el público, que levanta los brazos al cielo mientras corea: “¡Yo grito!”. La sonoridad cambia totalmente respecto al capítulo 1.

Siguiendo con la misma energía, el navarro entona La huida , uno de sus últimos sencillos. En esta canción se hacen muy notables los coros de los músicos y las armonías resultantes crean un ambiente mágico. Al mismo tiempo, también toma protagonismo la teclista Irene Novas, que interpreta un solo que encaja a la perfección con el desarrollo del tema.

El capítulo 2 concluye con dos canciones de su disco Autoterapia (2018). La primera es Pausa, un tema emotivo y lento que termina con un solo de batería, momento en el que Izal aprovecha para presentar al músico que lo interpreta: Ben Wirjo. Con El Pozo el público se viene arriba e incluso la bajista del grupo, Marta Bautista, se acerca al vocalista para bailar y disfrutar junto a él.

Capítulo 3: La fe

En mi opinión, la canción que abrió el capítulo 3 fue la más mágica de todo el concierto. Efectivamente, estoy hablando del tema que da nombre a esta sección: La fe. Las luces bajan y los músicos se agrupan en el centro del escenario acompañados únicamente de una guitarra y un bombo. Silencio en el público… y empieza la magia. Las armonías que crean las seis voces juntas, unidas a los efectos audiovisuales, emulan un escenario de ensueño.

Inercia (Hogar) es el siguiente tema que interpreta el artista y tanto él como el público lo disfrutan. Una niña se sube a los hombros de su padre con una pancarta. El cantante aprovecha este tierno momento para introducir la siguiente canción: “Me ha parecido ver ahí una Pequeña Gran Revolución…”. El público canta al unísono uno de los temas más conocidos del navarro y lo mismo sucede con El Baile. Estas dos últimas canciones pertenecen al disco Copacabana (2015). Los músicos abandonan el escenario yparece que el concierto termina aquí, pero Mikel Izal aún nos tiene alguna sorpresa preparada…

Capítulo 4: El paraíso

El artista navarro aparece de nuevo ante el público pero esta vez lo hace ¡vestido con una camisa hawaiana! Y es que esta estética encaja perfectamente con el nombre del capítulo 4: El paraíso.

Se suele decir que “lo mejor para al final” y así lo hace Izal. Copacabana (Copacabana), La mujer de verde (Magia y efectos especiales) y El Paraíso (El miedo y el paraíso) son los temas que cierran el concierto. La primera canción le llevó a la fama junto a su anterior grupo Izal. La segunda va dedicada a una amiga enfermera y también la sacó con sus anteriores compañeros. Y el último tema de su concierto, paradójicamente, es el primero que sacó en solitario y que se convirtió en la canción del verano de 2023. Estos temas parecen atemporales porque, da igual el tiempo que pase, que el público los sigue disfrutando.

Si tengo que destacar algo de este concierto, sin duda me quedo con la increíble puesta en escena y con el talento del vocalista y de cada uno de los músicos. Miedo, fe, rabia. Mikel Izal nos ha transportado a un viaje emocional que acaba siempre en el mismo sitio: el paraíso.