Morella se acoge al Convenio de la Valltorta-Gasulla, del cual forma parte una zona del término municipal, aunque lo ve poco ambicioso y con un compromiso económico nulo por parte de la Generalitat.
Para el Ayuntamiento de Morella, el arte rupestre tiene una gran importancia y hay que potenciarlo y promocionarlo, por eso se acoge al convenio Valltorta-Gasulla. No obstante, desde el consistorio se denuncia la poca efectividad que puede tener este acuerdo, al no contar con ningún compromiso de inversión por parte de la Conselleria de Cultura. Des de Morella se insta a la Generalitat a que se elabore un Plan de Dinamización con dotaciones y actuaciones concretas y, por otro lado, a que se desbloquee la situación de cierre de Morella La Vella. Respecto a este último punto ya se ha concertado una reunión para el mes de septiembre y se espera que se puedan reabrir lo antes posible.
La concejala de cultura, María Rallo, afirma que “se cumplen quince años desde que el arte rupestre del Arco Mediterráneo se declarara Patrimonio de la Humanidad, siendo uno de los mayores tesoros de la Comunidad Valenciana, y nos encontramos con que Morella la Vella sigue cerrado y con que se presenta un nuevo convenio que excluye estas pinturas”. Hay que señalar que el convenio incluye una parte del término de Morella, pero en ella no hay arte rupestre, y se excluye de este acuerdo Morella la Vella, cosa que desde el consistorio no se entiende y se ha solicitado ya su ampliación.
María Rallo destaca que “es necesaria la colaboración entre los municipios para la promoción turística y otros muchos proyectos, tal y como se está haciendo desde Morella con ciudades y comarcas vecinas, por lo que los lugares del Arco Rupestre deberían estar bien conectados. Pero también es evidente que lo primero que tendría que hacer la Consellería es reabrir en buenas condiciones numerosos recursos de este tipo que hay en la zona y que se están publicitando a través de la Diputación y la Generalitat sin estar abiertos al público”. Por ello, critica que “en el presente convenio la Generalitat no se compromete a nada que no esté haciendo ya y no se especifican actuaciones y dotaciones presupuestarias, incluso en un punto del convenio, sorprendentemente, se detalla el “no gasto” de la Consellería, por lo que creemos que este nuevo convenio no va a solucionar la situación que viven muchos abrigos del arte rupestre, quedándose así en una declaración de intenciones, bienintencionada, pero sin ningún contenido”.
En este sentido, añade que “los municipios tenemos claro que hay que colaborar y hacer un esfuerzo por poner en valor y promocionar el Arco Mediterráneo, pero no podemos ser los únicos en comprometernos mientras otras administraciones no invierten en el proyecto, de hecho, ni la Generalitat ni la Diputación han anunciado ninguna acción concreta e inmediata a propósito de la firma del presente convenio, con lo que mucho nos tememos que vamos a tardar a ver concreciones sobre el territorio del arte rupestre levantino y de alguno de los municipios firmantes".
La situación de Morella La Vella
Cabe recordar que las pinturas rupestres de Morella la Vella forman parte del Arco Mediterráneo que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 1998. Éstas, ubicadas junto a la masía del mismo nombre, a escasos cuatro kilómetros de Morella en dirección a Xiva, permanecen cerradas al público desde el año 2010. Antes, se realizó una inversión importante, para acondicionar la zona de interpretación y la masía, y después de tanto tiempo tampoco se le está dando salida a diversas iniciativas particulares de gestión que podrían dar impulso al paraje y que se encuentran encima de la mesa de una Conselleria, sin resolverse.
Esta zona tiene un enorme valor paisajístico. La concejala María Rallo asevera que “en estos momentos de dificultad, no puede ser asumible que propuestas de nueva gestión para este importante patrimonio no sé les dé solución durante meses por parte de la Conselleria, conllevando a que continúen cerradas”. Por último, desde el Ayuntamiento de Morella también se ha exigido a la Generalitat Valenciana y la Diputación de Castellón la mejora de algunas comunicaciones para hacer más factible la dinamización turística del Arco Mediterráneo. Entre éstas, está el camino de la Canà y la carretera de Xiva.
