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Los alcaldes de Morella y Sant Mateu, Rhamsés Ripollés y Ana Besalduch, junto a otros concejales y técnicos de turismo de los dos consistorios, se han desplazado al sur de Francia para reunirse con el Consell de l’Aude y poner en marcha la ruta de los cátaros.
En el encuentro han participado el Conseller General de este organismo que tiene las competencias turísticas de la zona y mucha experiencia en esta materia, Hervé Baró, y la jefa del departamento de turismo y cultura, Kathy Martínez. El objetivo es impulsar el turismo basado en la figura de los cátaros, cuya potencialidad se debe a que los últimos perfectos se afincaron en estas dos localidades castellonenses e instauraron la última comunidad cátara a principios del siglo XIV, y establecer una colaboración cultural y promocional con esta zona francesa. Hay que señalar que la zona de Llenguadoc-Rosselló tiene un gran producto que es el País de los Cátaros.
El alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés, señala que “el encuentro ha sido muy positivo y ahora toca ponerse manos a la obra y trabajar en la creación de una ruta cátara española, que se alíe con la francesa, que está totalmente instalada y que tiene una gran demanda durante el año”. Además, añade que “los últimos cátaros residieron en nuestras localidades y los hechos que sucedieron están documentados y publicados en diversos libros y es una oportunidad poder potenciar el turismo basado en la cultura y la historia, ofreciendo a los visitantes más alternativas y opciones para visitarnos”.
Ripollés también apuntaba que “mediante la colaboración entre territorios podemos aumentar nuestra difusión en el sur de Francia, zona de la que cada vez recibimos más visitantes”. Por su parte, la alcaldesa de Sant Mateu, Ana Besalduch, destaca “la voluntad de colaborar entre los dos municipios para poner en valor y potenciar turísticamente este episodio importante, en el que Morella y Sant Mateu tuvieron una gran importancia”.
Cabe señalar que Guillem Belibasta, último cátaro, se afincó en Morella a principios del siglo XIV para huir de la Inquisición, que se encontraba en la zona de Carcassone. En la localidad de Els Ports vivió en la clandestinidad y fundó una comunidad cátara en Sant Mateu. Fue el último perfecto que murió en la hoguera, en 1322 en Villerouge-Termenès. Precisamente, la expedición de Morella y Sant Mateu visita hoy esta localidad, mientras que ayer estuvieron en Carcassone y otros municipios de la región.
El Cátaro Imperfecto
El tema de los cátaros ha cristalizado en numerosos libros y obras de referencia. Una de las más populares fue la que escribió el pasado año el periodista Víctor Amela, que documentó estos hechos y los transformó en la novela “El Cátaro Imperfecto”. En ella, se narra la huida de Belibasta de Francia, acusado de matar a un pastor, y de cómo se afincó en Morella con Raimunda Martí, que se hacía pasar por su mujer.
Amela muestra todo el recorrido de este último perfecto –así se autodenominaban los cátaros-, enumerando las localidades que atravesó hasta llegar a Morella y las que volvió a cruzar engañado hasta ser detenido en Francia. El periodista extrajo la información de los archivos de la Inquisición, atraído por dos objetos que encontró en una casa de Forcall: una piedra esculpida con dos palomas besándose y un puñal con una inscripción en catalán antiguo.