El Programa Oficial dice que las Fiestas de la Magdalena empiezan el sábado a las 12, pero en la noche del viernes y a pesar de las contrariedades meteorológicas de los últimos días ya se vivía el ambiente de fiesta en las calles de Castellón.
Culpables, de una parte la Asociación Moros d’Alqueria que celebraron el que ya se ha convertido en tradicional acto inicial de sus fiestas en el transcurso del cual y en el Teatro Principal, hicieron entrega de sus Premios Moros d’Alqueria 2013. Y en tono más privado, otra Asociación cultural y festera de la raigambre de la Colla del ReiBarbut que en un céntrico hotel hicieron entrega del tradicional “Volaoretd’Or”. Y todo acabó más allá de la madrugada frente al local social de Moros d’Alqueria que es punto obligado de encuentro en estos primeros momentos de la Magdalena 2013, con las tradicionales “entraetes”.
El primer coliseo castellonense estaba a reventar, porque todo el mundo quiere estar presente en este acto adelantado al inicio de las Fiestas. Reina de las Fiestas, Cristina Palacios, primeras autoridades y sobre todo los protagonistas de la fiesta, los “moros”, sus amigos y todo el mundo de la fiesta llenaron el primer coliseo castellonense.
Y allí se encontraron con un espectáculo, realizado una vez más por personal de XarxaTeatre, compañía hermanada desde siempre con Moros d’Alqueria que trajo la magia de la música (castellonera y pamplonica, cristiana y mora…), de la danza, la emoción de los sanfermines, de los “gags” inesperados y siempre presentes en esta fiesta, de la belleza de las mujeres, del sentimiento de la palabra y de la alegría que caracteriza a los miembros de esta asociación.
Raul Puchol se encargó de poner orden en el espectáculo desde un escenario en el que, por primera vez en este acto, integraba desde el principio a la Banda Sinfónica del Conservatorio Superior de Música “Salvador Seguí” dirigida por el maestro Salvador Sebastiá López que tuvo la habilidad de remarcar los distintos momentos el espectáculo con la música más adecuada para la ocasión.
Y teniendo en cuenta que el premio de honor, el Premio Ciutat de Castelló – Moros d’Alqueria de Cultura y Festa, en esta ocasión lo recogió el alcalde de la ciudad de Pamplona, Enrique Maya Miranda, que quiso participar ese singular acto en representación de su ciudad, se mezclaron aires levantinos y castellonenses con las melodías festivas pamplonesas que nos hablan de sus inigualables Sanfermines. Un programa que fue salpicando todo el acto y en el que al lado de “La Panderolaleré” del villarrealense Rafael Beltrán, pudimos escuchar “¡Viva Navarra! Y junto a la marcha cristiana “Caballeros de Navarra” sonó la marcha mora “AlsBerebers” y en un momento muy especial, el de la entrega de la Beca de Gastronomía sonó “El Menú” interpretado por las voces del grupo “Nova Illa Ferrada” y desde luego el inevitable “Rotllo i canya” que es leivmotif de nuestras fiestas.
Quede para la historia el nombre de los ganadores de los Premios Moros d’Alquería 2013 que recogieron sus premios en el acto de ayer, el de Música por el alumno del ultimo curso del Conservatorio Superior de Castellón, Adrián Miralles, joven y magnífico intérprete de bombardino (que con posterioridad actuó como solista junto a la Banda del Conservatorio, interpretando la “Pantomime” de Philip Sparke, demostrando el por qué de su premio) y el “Adrián Segura”, de Gastronomía que logró el estudiante de la Escuela de Hosteleria, Carlos Monsonís. En ambos casos el premio trae aparejada una beca, dotada con tres mil euros por la Fundación Balaguer-Gonel , para la ampliación de estudios en el lugar que elijan los ganadores.
Y ya, en el momento álgido de la fiesta, dos alcaldes en el escenario: el de Castellón, Alfonso Bataller y el de Pamplona, Enrique Maya, que recogió orgulloso el premio Cultura y Fiesta Ciutat de Castelló – Moros d’Aquería concedido a los Sanfermines pamploneses que, por un momento ocuparon el escenario del Principal. Tampoco faltó el momento para la palabra, de ofrecimiento del premio y de aceptación del mismo, a cargo de ambos protagonista.
No queremos olvidar que durante distintos momentos del acto se contó con la colaboración, ya habitual por otra parte, de miembros de la Colla de Dolçainers de Castelló y de las guapísimas bailarinas del Ballet de Ana Botella.
Tras la cena de hermandad, la fiesta se trasladó a las calles de Castellón con la también tradicial “procesión” hasta el local social de Moros d’Alqueria, donde siguió la fiesta.